"Más allá de la cúpula del trueno" |
No me voy a poner a hablar de
explicaciones idiotas acerca de la caballerosidad y el aplomo que necesitan los
hombres para entrar en el código de complacer a alguna mujer, tampoco me voy a
poner a opinar bien o mal de las conductas que guían a cada uno en su vida
diaria, simplemente me hago una pregunta mal planteada, ¿qué pasó con los
hombres de verdad?
Pero déjenme aclarar el punto: resulta,
pasa y acontece que crecimos con una visión en el cine de un tipo duro y real,
un héroe que se debatía todo el tiempo entre la vida y la muerte con tal de
salvar a alguna damisela en peligro o para poner al mundo seguro fuera de las
garras de comunistas, terroristas o simples ladrones, y lo hacía sin
despeinarse el copete. Hombres de verdad que se daban aguerridamente en la
“jeta” con todo el que se les atravesase para mantener en alto el aplomo de la
democracia y de todo lo que es bueno en el mundo.
'Y hasta se podía tomar en esas épocas. Punk!' |
Pongamos de ejemplo ciertas películas de
sábado por la tarde que repiten incesantemente en la parrilla de programación,
veamos por ejemplo al ya olvidado Jean Claude Van Damme que era un pseudo-papi
con su nombre francés y sus patadas voladoras, peleaba contra el mal en
películas estúpidas como Street Fighter (una grosería de película) , contra
aquellos que le causaron dramas en su infancia logrando vengarse de los
desgraciados (son of a bitch!) o simplemente ganándose la vida como un León, un
León Peleador sin Ley para vivir con una hija que no era de él y ser siempre
felices comiendo perdices. Lindo y fuertecito.
Otro delicioso ejemplo era el innombrable
Swarcchenatzeguer o como se escriba, tipo duro, durísimo, durisisísimo que
desde su película insignia ‘Terminator’ estaba predestinado para dar
‘guarapazos’ a diestra y siniestra, un tipo como de dos metros de altura y como
2m de anchura (un cuadrado), un ex fisiculturista que llegó a la pantalla como
un malvado robot asesino del futuro que viejaba en el tiempo por razones
desconocidas (lo tenía todo para ser un éxito ‘testosterónico’) y luego se
convirtió en un héroe salvando a John Connor o acabando con todo un ejército a
punta de madrazos en la película ‘Comando’, incluso incursionó en la comedia
con Danni de Vito interpretando a un ser superior y su hermano horriblemente
enano.
'Tipo tan grande oiga...' |
Viene a mí también otro héroe un poco más
humano de la pantalla grande, el Garañón Italiano, ese hombre que con su
hablado medio apelotardado ganó un Oscar a mejor película con su pantaloneta y
sus guantes, con su nombre de Rocky Balboa, el mejor boxeador de todos los
tiempos. A punta de recibir chirlazos en el hocico se convirtió en leyenda y hacía peleas mejores, mucho mejores
que las de Paquiao y el otrico ese que andaba corriendo por todo el lugar.
Silvester Stallone simplemente era otro macho de primera con sus pintas
ochenteras y su amor por su mujer, su hijo y su patria… será tan, pero tan
machote que le rompió el ojete al ruso Iván Drago en el mismísimo Moscú
(Moskau, Раз, два, три! Moskau Посмотри! Пионеры там идут,
песни Ленину поют).
'Uy, guárdeme ésta mi perrito!' |
Otro prohombre, otro dios entre los
hombres que practica las artes marciales de Kempotaealgo era ese Steven Seagal cuando
liberaba a toda una tripulación tomada por terroristas internacionales (con
resultados sexuales) o cuando le partía la madre a todo un puñadote de
pandilleros en el barrio de su infancia, era tan buena papa que hasta la mamá
del muerto le agradecía por su proeza de mandar al mismísimo infierno al fruto
de sus entrañas. Es tan heroico que hasta se inmoló en un avión F117 modificado
para infiltraciones en alturas extremas (sí, este joven sabe de aviónica) para
salvar la misión en ‘Decisión Ejecutiva’. Ahora trabaja cazando mexicanos en la
frontera… un macho Camacho.
'Cuidado con la cola de caballo...' |
Incluso, para que no digan que soy un ser
abyecto sumergido en un pasado de violencia televisiva también apelo a un ser
de caricaturas que mostraba qué carajos era un hombre de verdad (como los
comerciales de Old Spice), un hombre que con su logia de los ‘Búfalos Mojados’
bebía cerveza, andaba en calzones por todo Tabio con su amigo enano (los enanos
eran comodines en esa era) y comía carne como todo un macho de pelo en pecho,
ese tal Pedro Picapiedra que sabía lo que era gritarle a la mujer y ser
irresponsable como todo hombre que se respete. Valga aclarar que siempre
sospeché de Pablo con su corredera detrás de Pedro, pero ese no es el caso porque
en esa época, aparte de la Pantera Rosa, todo funcionaba en el orden natural de
las cosas y con temor a dios. Por cierto, investigando por aquí y por acullá encontré que los Búfalos Mojados son Masones... háganme el puerco favor...
'Vilmaaaaaaaa!' |
Pero viene el pero… pero ahora ya no
existen ese tipo de hombres y, además, cuando tratan de volver a la sociedad
desviada de hoy los cohíben o mínimo los demandan por violencia contra algún
hidrante, por promover la ‘no tolerancia contra edificios’ o porque ya nos han
‘humanizado’ contra el trato irresponsable contra los buques de guerra como el
de la película del master Steven Seagal (Alerta Máxima). Ahora todo es
supremamente mental y asolapado, se muestran escenas de sexo iracundo de
pendejadas como las de Grey pero ya no se puede mostrar a un hombre rompiéndole
las muelas a un chino porque se desata el caos y llueven las demandas. Todo es
psicológico y si hay algo de violencia es en algún sueño o en alguna
premonición… creo que hasta Matrix sería censurada hoy en día por su violencia
excesiva contra los computadores y su visión falocéntrica de los conectores en
las cabezas de los protagonistas, se preguntarán en alguna pancarta de protesta
feministoide ‘¿no puede el hombre conectarse con la Matrix con un bigote como
el de Frida?’
'Neo Khalo vs. Diego Rivera' |
Claro que ahora tenemos películas de
súper héroes que salvan la patria, como las de Iron Man o cosas por el estilo,
pero ya no es como antes cuando cundían los hombres de verdad como el maestro al
que voy a mencionar en las líneas siguientes.
No sé cómo invocarlo en sus mejores
épocas, no sé si exista algún conjuro de Harry Potter para volverlo joven de
nuevo, pero yo quiero que vuelva el mismísimo John McClane, el hombre entre
hombres, el calvo que todo lo puede (ay cierto, no es calvo, es un hombre en
situación de discapacidad capilar, vaya a ser que me demanden), ese hombre que
no tiene un pelo de tonto y que rescató a todos los rehenes del Edificio
Nakatomi Plaza en ‘Duro de Matar’, ese mismo hombre que ni se despeinaba
(porque no tenía pelo) acabando con todo un comando corrupto del ejército (raro
un ejército corrupto, ¿cierto?) y eliminar a un dictador de un país bananero
para que tras la explosión de su avión las llamas y los restos calcinados de
todos esos personajes sirvieran de luces de aterrizaje para el avión de su
esposa… y luego dicen que el romance no existía en estas películas.
'John R-Evolutions' |
Aunque si las tres primeras películas
fueron ‘lo más’, la cuarta entrega llamada Die Hard 4.0 – Live free or die
trying es la cumbre de todo el heroísmo sincrético pelético pelempempudo. Tiene
armas, música genial, gps, armas, computadores, celulares, videos, terroristas,
computadores, redes, computadores, bombas, computadores y, evidentemente lo más
importante, a John McClane.
Yippie-Kai-Yay Mother Fucker! John
McClane, te necesitamos urgentemente para que a punta de bala acabes con toda
esa sarta de películas babosas que son más lentas que un alka-seltzer en una
mazamorra, les des duro en la cara a todos aquellos directores con tu pose de
‘The Real Cowboy’ y nos devuelvas a los hombres de verdad, a los machos alfa
que antes nos entretenían hasta los tuétanos.
Regresa de por dios, regresa ahora y
dales el descanso eterno y brille para ti la luz perpetua.
P.D.: Pido perdón a todos aquellos que por falta de espacio no mencioné en este artículo, aquellos como Harry el Sucio, Chuck Norris (es muy mainstream), Charles Bronson, Wesley Snipes, Michael Dudikoff (El Ninja Americano), Kurt Russell (el primer Nick Fury del cine), Jackie Chan, etc...