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"Lo siento de veritas" |
Empezó este nuevo año malicioso del 2014,
este año de mundiales y viajes con la tarjeta de Crédito Fácil Codensa, este
año que vaticina ser una “berriondera” en pasta gracias a Falcao, Francisco el
Papa grande y bello, Juanma y las bobadas de los uribistas, con películas de la
Biblia que llegan a un público fácil y cautivo pero que, sobre todo, utilizan
historias por las que no tienen que pagar derechos de autor (ojalá hagan una de
Sodoma y Gomorra para gusto del Procurador). Pero como no todo puede ser
felicidad y cabalgatas traquetas que les cambien el acento a los pastusos, pues
como lo leen en el título, vengo a disculparme porque aprendí de mi maestro
José Obdulio que peca y reza como muchos.
Sí, así como lo oye estimado caballero y
elegante dama con la camiseta del Nacional, así como lo ve querido radioescucha
que ve realities y monta en bus gozando Tropicana Estéreo y yendo a conciertos
de La Vallenata (chévere). Creo que es hora ya de disculparme por tantos
agravios a la poca inteligencia de algunos, los que se ponen un poncho y luego
van a comprar productos Postobon (los refrescos de Colombia), los que se
molestan porque los extranjeros nos digan “narcos” a todos mientras ven “El
Capo” y “ Las Muñecas de La Mafia”.
Quiero en verdad disculparme con todos
aquellos que he ofendido, pues, aunque no tengo la verdad revelada, no debía
exponer de una manera tan gráfica su sordera audio-genital (léase: se les dice algo y se hacen los huevones); quiero
disculparme con los políticos porque no es su culpa ser ladrones de profesión y
de oficio, como dijo un comediante ‘ser unas buenas personas atrapadas en el
cuerpo de un hijueputa’; quiero disculparme con los electores porque yo no soy
nadie para refutar la obra mongólica de dios por seguir votando por los mismos
o peor aún, creer que con el voto en blanco van a salvar algo de la porqueriza;
quiero disculparme con los que ven tantas telenovelas porque sino quién va a
hacernos el desayuno o a lavarnos el auto.
También me disculpo por mi snobismo
barato que me sirve para criticar a la gente “loba” y horrible que abunda en
estos espacios virtuales (se salieron de su tradicional aguamasa y entraron a
Facebook), me disculpo por ver la ignorancia campante que adorna no solo al
colombiano sino al humano promedio… porque eso de viajar sí que le abre los
ojos a uno oiga! Se “cae de la cuenta” que el mundo es estúpido por donde se lo
mire y se lo aprecie (o desprecie).
Lo siento en verdad por poder ver un poco
más allá de la mano firme y el pulso armado de Uribe y sus comediantes del
Centro Democrático (con las dos palabras me hacen soltar la carcajada) que ven
en Osqui Ivancho Zuluaga la fórmula “Munster” para volver al poder en muñeco
ajeno, lo siento por saber del pasado de José Obdulio o de ese muchacho que nos
ha servido tanto en la Aerocivil para mandar cargamentos al país del norte, lo
siento y prometo que este año no diré nada fuera de mi normal sátira cuando se
quemen en las presidenciales tratando que hasta los perros voten (o los
militares que no distan mucho).
Me disculpo de antemano con la izquierda
democrática que no sabe en dónde carajos está parada y sigue diciendo
“imperialismo yankee” cuando al único con esa denominación que conocen las
nuevas generaciones es al Daddy “El Cangri” Yankee, a esa izquierda que odia
que les digan mamertos pero siguen sin bañarse bajo sus boinas y sus ponchos,
bajo su discurso añejado a punta de canelazo en la plaza Che y creyendo que
pasarse 15 años en una universidad pública junto al MOIR o a la JUCO es una
forma de vida.
Me disculpo con los verdes que solo me
producen risas queriendo ser fuerza de tercería cuando meten al oportunista de
Peñaloza con su relleno fluido que se acopla a cualquiera que le suelte un poco
de mermelada mientras habla de ecología y bolardos. Y me disculpo con ellos por
no entender su hoja de ruta.
Quiero disculparme también de manera
sentida y sincera con el mundo en el que vivimos, quiero decir “lo siento” por
ser un verdad (amañada) incómoda, un completo hijo de puerca que se cuestiona
todo y que se rebela contra todo (y soy rebelde, hasta en la forma de cag…
cantar!), que solo puede ser convencido por la razón y no por la fe o la
fuerza, mucho menos por la crítica vacía, frases de cajón o con imágenes
compartidas por Facebook (like si estás de acuerdo).
Así pues, doy a diestra y siniestra
disculpas públicas por no pertenecer a sus religiones, partidos o sectarismos
extraños, me disculpo por no ser otro más que se pone la camiseta solo porque
la Selección (o “seletzión) va al mundial o porque Teófilo es un dios, me
disculpo por no querer montarme como muchos en el tren de la victoria cuando no
apoyé para nada a ese equipo lleno de gentecita extraña.
Me disculpo por todo lo que voy a decir
este año codicioso porque vengo es con toda la yuca, vengo con las ganas de
cerrarles el hocico a más de uno con sus cosas banales o superfluas, a callar a
las masas bobas de la autosuperación “vaselínica” llenas de energías de
deficiencia mental con el universo, a silenciar a todos los intolerantes que
piden tolerancia con sus trivialidades teológicas y que vienen a creerse
mejores solo porque tienen un amigo que los ama (los ama). Ah, y de paso dejo
mi disculpa sentida con los reguetoñeros que ahora se creen músicos cuando su
música solo sirve para restregarse con una fémina en alguna fiesta o cuando se
acompaña del vallenato para arreglar la fuga de gas o de agua en la casa… ah y
para hacer aseo o vender Loquiño en los buses.
Mil y mil perdones y que comience la
fiesta de los hogares colombianos de este año en “portuguesinho” y sin visa
para un sueño en “las Europas”, y mil perdones a la tarjeta de Crédito Fácil
Codensa que van a reventar con esas ínfulas de lavaperros de la mafia, de “monecos”
de la mafia.
P.D.: Tal vez sí sea un completo hijo de
puta, pero cómo no serlo si aprendí de unos completos maestros como aquellos
que no menciono acá. Ni perdón ni olvido rezan algunos como yo.
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"That's f#$ing right, babe" |
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