Génesis Criollo

"Deus ex Machina"

 

En un principio todo era oscuridad, las tinieblas dominaban los cielos y la tierra, ni una sola luz atravesaba los espacios vacíos de la eternidad; hasta que un día, por obra y gracia del espíritu santo y del predecesor de Santos nacieron las Autodefensas Unidas de Colombia, una bella y gentil organización que solo buscaba el bien, la paz y la convivencia entre los habitantes del mal, aquellos que buscaban cosas superfluas como justicia, tierras y reparación, y la gente de bien, que solamente quería disfrutar de su renta en paz, como lo indica el orden natural de las cosas.

Y así nacieron esos bellos personajes para hacer las delicias de grandes y chicos, para restituir a esos pobres comensales de la élite y la oligarquía sus derechos arrebatados tan injustamente por aquellos facinerosos combatientes de izquierda; y Uribe vio que estaba bien y descansó.

Al segundo día, se les dieron poderes legales y de constitución bajo un bonito nombre de clara referencia macondiana: “Convivir”; porque eso era precisamente lo que buscaban, convivir en armonía total con las armas, los desplazamientos y la violencia, sabiendo desde el principio que todos estos elementos eran necesarios para el restablecimiento del orden natural de las cosas; por ello, y bajo la firma del amado Andrés “Carne de Res” Pastrana, se les dio vida legal a estos buenos muchachos. Debe hacerse una aclaración en el tema: que ellos estaban totalmente solos en esa época, nadie los ayudaba con datos de inteligencia, nadie les colaboraba para la compra de armamento, eran solo unos pobres angelitos que nacían sin mácula, como se dice, sin pecado concebidos.

El tercer día se dijo, “que se creen las dos grandes lumbreras”, y así nació José Obdulio para que nos iluminara con su alta sapiencia y conocimiento superior, y por la otra parte nació  Rito Alejo del Río, quien llevaría el control de todas aquellas criaturas cancerígenas que quisieran agobiar a la gente de bien, para desaparecer con su vara de medir a todos aquellos que no estuvieran a la altura reglamentaria, cortando, literalmente, las cabezas de las serpientes ponzoñosas que habitan en pueblos recónditos de la geografía nacional; porque la serpiente, astuta como siempre, puede camuflarse en la forma de una mujer, un campesino o incluso, en la forma de un niño; solo él, con sus aguzados sentidos podría verlos en sus formas originales.

Al cuarto día, las fuerzas del mal (gobierno no uribista y las F.A.R.) se sentaron a dialogar, pero ya que los unos y los otros llegaron al acuerdo de que no les importaba ningún acuerdo, lograron alimentar ese sentimiento de sangre y venganza tan propio del colombiano, más aún del colombiano que se cree “gente de bien”; todo fue una treta más para lograr que el verdadero varón llegara a la presidencia bajo la consigna de la mano firme y el corazón grande… ah y para exhibir frente a la opinión pública las lágrimas que corrían por sus arrieras mejillas al recordar a su padre, masacrado por esa gente mala, solo por el simple hecho de pertenecer a una bandada de pájaros.

Quinto día; ya que las Autodefensas habían sido creadas y entrenadas por algunos, pero solo algunos, malos elementos de las Fuerzas Militares (Dios, Patria y Libertad), se les impartió la orden “fructificad y multiplicaos”; y así se extendieron como una parvada por todo el territorio nacional, creando oficinas de cobro (porque de algo tienen que vivir, esto no es Cuba), eliminando a la competencia y a las autoridades competentes; amenazando, desplazando y borrando a toda esa gente de mala entraña que se quejaba por todo: por sus tierras robadas, por sus familias asesinadas, por la falta de justicia, por su desplazamiento, por su libertad de expresión. Y contra todo pronóstico, algunos de estos ángeles del bien, decidieron salir de su rol primario y acogerse a la más divina de las leyes: la Ley de Justicia y  Paz, que como su nombre lo indica, fue creada para darle justicia al mundo del hombre y traer la paz (así sea la de los cementerios) y la prosperidad a todos aquellos que estoicamente habían luchado por los intereses de la clase dirigente.

Pero al sexto día, todo cambió. Cambió de razón social, y ahora, para conveniencia de las leyes y de la política, las Autodefensas cambiaron de nombre a BACRIM, y ahora serían perseguidas por su alta criminalidad, la que antes no existía cuando eran unos “buenos muchachos”. Y todo cambió tan de repente, sobre todo cuando su eminencia creó un ser que él creía que era a su imagen y semejanza: Juan Manuel Santos. Y Uribe pensó que era bueno y descansó.

Pero el día aún no acaba, y como en el relato bíblico, la creación se ha vuelto contra su creador; ha atacado a toda su corte celestial, ha hecho que algunos huyan por sus vidas bajo el argumento de la falta de garantías judiciales o de la persecución política (malditos izquierdosos de las cortes!), ha atacado a otros con todo el peso de sus fuerzas militares y aún peor, ha ido desenmascarando al poderoso creador, al rey de reyes y de las encuestas pagadas, a sus amigos, primos y asesores.

Qué triste; por eso creo que debemos hacer un nuevo génesis como lo propone Papá Pitufo (encarnado en el ex – comisionado de paz) y devolverle al creador su obra, su gracia y su poder, perdidos gracias a ese luciferino ser de inconmensurable maldad que asaltó en su buena fe a mi doctor (y no cualquier doctor, doctor en leyes), al poder primario de toda la creación.

P.D.: No tildaban de “cobardes “ a los miembros de las F.A.R.C. por escribir desde la clandestinidad? Me pregunto, qué será más cobarde, estar en la selva escondidos o desaparecidos en Estados Unidos?