![]() |
"Amor es..." |
Si, así como lo leen, como lo interpretan
de primera mano: me enamoré irremediablemente.
Me pasó como suelen pasar las mejores
cosas en la vida, sin avisar, sin anuncio previo, sin delaciones ni partidas,
solo sucedió en un momento y cambió mi vida y tengo que explicar por qué.
Cientos de cosas me han pasado, buenas,
malas y peores, he sido pisoteado, vapuleado, engañado y maltratado (inserte
lágrima aquí) y por eso decidí hace muchos años olvidar todo ese sentimiento y
solo centrarme en vivir día a día, en trabajar (así muchos no lo crean) y en
reírme de todo el mundo… debo aceptar que al principio fue muy duro, porque uno
ya venía en esa “vaca loca” del amor y las promesas eternas que nunca se
cumplen, pero luego fue poco a poco calando ese nuevo sentimiento de “realidad”
en lo más profundo de mi llano ser (no se engañe, soy mucho más superficial de
lo que parezco).
Abandoné, como cuando se entra en el
infierno de Dante, toda esperanza, toda posibilidad de sentir ese palpitar en
el corazón (y en otras partes) de una vez y para siempre, porque como lo dije
un día, es mejor un corazón muerto que no sienta nada que uno herido que sangre
día a día. Como díce un autor recontra trolazo que me hace reír:
No sabía, de tristezas, ni de lágrimas,
ni nada, que me hicieran llorar
yo sabía de cariño, de ternura,
porque a mí desde pequeño,
eso me enseñó mamá, eso me enseñó mamá,
eso y muchas cosas más
yo jamás sufrí, yo jamás llore,
yo era muy feliz, yo vivía muy bien
Hasta que…. Te conocí
Pero bueno, basta del pasado (del passé
descomposé, como dicen los franceses) y me remitiré al presente. Surgió este
amor, como ya lo dije, de la nada y sin anunciarse, sin estar programado,
porque el amor es como una mariposa, no puedes cazarla porque no podrás nunca
atraparla con los dedos, pero si te quedas quieto y esperas, una de ellas se
posará sobre ti. Y así pasó queridos radioescuchas.
Al principio obviamente hay una atracción
física básica que lo saca a uno del aletargamiento cotidiano, como una leve
chispa que empieza a incendiar el estómago y el espíritu (decadente), pero de
manera irremediable empieza ese juego, ese vaivén del coqueteo, sin que uno
sepa realmente si es correspondido.
Mucha gente me criticaba antes porque era
muy romanicón (medio romanti-maricón), de andar con cursilerías todo el tiempo,
pero después de muchas historias dejé de
andar con pendejaditas varias o con canciones o cosas por el estilo (en serio,
yo enamorado, como se lo dije a alguien el otro día, soy un fastidio). Luego me
volví un cínico: brincaba de un lado a otro, no me comprometía con nada ni con
nadie y al final, si veía que la cosa se iba poniendo seria, pues saltaba
olímpicamente lejos de la paciente y me perdía, pues como dice el popular
refrán “al perro no lo capan dos veces”. Y por eso ya me he disculpado con
varias personas… pero bueno, eso queda en el pasado.
Pero le he dado muchas vueltas, la
historia es así: todo comenzó una tarde de otoño, una tarde apacible donde la
temperatura no estaba ni elevada como en el ardiente verano, ni congelada como
en el actual invierno del averno, de esas tardes suaves y calmadas donde puedes
contar cómo pasan los segundos sin que ello te moleste. En esos días yo andaba
haciendo varias diligencias por ciertas cosas que no aclararé aquí porque la
envidia existe caballeros, pero en un momento crucial en el que iba caminando
por una acera de una concurrida calle de Montreal, la vi… debo aceptar que mis
preferencias siempre están centradas en las pieles canelas, pero cuando la vi
ahí, tan blanca, tan pura y a la vez tan potente, tan salvaje con su tez
hermosa e inmaculada, que no pude contener mi emoción y tuve que volver la
mirada porque me enrojecí al ver semejante espectáculo.
Obvio que no todo es color de rosa, al
principio algo como que no me convencía, como que me frenaba para entrar de
lleno a tratar de concretar algo con ella, pero un día en el cual me levanté
con muchas más fuerzas que las habituales, me decidí y di el paso crucial de
enfrentarme con esa belleza y soltarme hacia las mieles del amor.
Voy a confesar una cosa: cuando se trata
de relaciones espontáneas o pasajeras soy sumamente raudo y veloz para
concretar los asuntos pendientes, pero cuando me enamoro soy una pelota
completa, sudo, trastabillo, me tiembla la voz y se me acaba el buen hablar del
que hago gala todos los días. Así que no tuve más opción que la de ir
acompañado por un amigo… si, si, yo sé, parecía un chiquillo de secundaria
pidiendo la ayuda de alguien para esos menesteres pero qué se le hace, el amor
es así, para ti y para mi, todo es más perfecto…
Obvio que siempre hay más opciones, más
contendientes en el juego del amor (a Little bit of this, al Little bit of
that), que había por ahí otra que me gustaba también, pero me decidí y encontré
en mi alma que ella sería quien me sacaría de mi tristeza existencial.
Y henos ahí aquel día con mi amigo,
presto para enfrentarme a esa criatura hermosa, a esa cosita divina que había
divisado aquel día, presto para acercarme y entenderme un poco con ella,
develar un poco el misterio que la rodeaba… pero ya estaba supremamente
decidido, así que me acerqué al dependiente y le pregunté: Ole mano, cuánto es
que cuesta esa Mac Book Pro con Retina Display?
Y así fue, me enamoré y la compré, la
llevé para mi habitáculo infernal para probar que no había elegido mal. Pero al
principio, como toda nueva relación, tuvimos nuestro tiempo de acople: a mí no
me gustan mucho sus tildes (es un teclado en francés) y a ella no le gustan
mucho mis comandos venidos de Windows, no encontraba el Alt-F4 y ella no
entendía por qué seguía yo tratándola como una pc cualquiera.
Pero al final nos entendimos y nuestro
amor ahora es más grande que cualquier cosa en el mundo, cielo y tierra
pasarán, más este amor que siento en mi pecho henchido nunca decaerá… sé que
ella me amará y no me traicionará y que yo nunca la defraudaré tratando de
instalarle cosas de Windows en su bella arquitectura… seremos felices per
secula seculora, por el resto de nuestros días, viviendo en armonía con su Full
HD, con su sonido y con sus procesadores.
Como dije un día, el dinero no puede
comprar cosas para rellenar el alma, pero es tan divertido intentarlo… iLove
her!
P.D.: Si, no la cambiaré, porque yo no soy
de esos que prometen y luego se largan, mi amor es eterno, como el de Rocío
Durcal!
Una buena metáfora amorosa. Ojalá que Macintosh, no sea tan caprichoza como las Pc Intelianas o sus clones.
ReplyDeleteI exactly got what you mean, thanks for posting. And, I am too much happy to find this website on the world of Google. como comprar seguidores
ReplyDelete