Réquiem por la Salud

"Ese acetaminofén está muy caro"

En este momento acabo de leer un artículo del señor Rafael Fernando Duque Ramírez, Ginecólogo obstetra y muchas más credenciales que creo que lo acreditan para hablar de la hermosa y provechosa ley de la salud que se aprueba en Colombia como salvamento a la ya maltrecha organización de las E.P.S. que demostraron no ser más que nidos de corrupción gestados en lo más alto del poder colombiano.

La salud siempre ha estado en coma profundo en mi república olvidada, y no digo olvidada porque nadie sepa dónde queda, sino porque el verdadero país está olvidado desde el día cero de su creación, porque nació de una borrachera (enchichada) y sigue siendo igual después de tantos años de vida republicana. Nada han bastado los llamados al progreso o los gritos heridos de miles de personas sufriendo bajo un régimen desigual, solo la indiferencia ha copado los oídos de los llamados “hombres del pueblo”.

Es que la salud en Colombia no ha sido nada productiva en el sentido de que antes no había buena cobertura o que los medicamentos eran de costos inalcanzables y ahora solamente se compone de unos cuantos mafiosos que, a expensas de los dineros públicos, tienen que crear sociedades anónimas y darle lucros y dividendos a sus dueños sin tener que dar cuentas a la opinión pública; gracias a la nueva reforma todos podrán tener sus grandes autos y casas, apartamentos en Dubái o campos de golf con el dinero que usted paga al gobierno para que lo atiendan en un hospital.

Enhorabuena por esos que tienen agarrado ese negocito tan lucrativo y prometedor, bien saben que yo también quisiera estar en ese puñado de personas que hacen de la salud un negocio, poder pasarme por la faja todas las leyes habidas y por haber y luego, al mejor estilo de La Fazenda, crear leyes que me protejan de la justicia y que legalicen mis bienes mal habidos.

Claro que es un patrimonio grande de la nación ese de legalizar dineros o fortunas ilegales, desde la creación de un Politécnico hasta las leyes de adaptación que permiten a toda clase de criminales de cuello negro, gris y blanco poner a salvo sus dividendos solamente comprando a los intocables hombres de leyes.

Así que ahora mis amados amigos, por fin ha llegado el futuro que nos estaban prometiendo desde el gobierno de Gaviria: ahora ya tenemos un sistema de salud que nos llevará más rápido a ver la luz de la vida eterna, porque para que pasemos por la luz de un quirófano será mucho más difícil ya que ni siquiera seguirá existiendo la tutela como recurso para demandar un derecho de todos.

Pero claro, como siempre están ahí las noticias del entretenimiento o el advenimiento de Óscar Iván Zuluaga como presidente de esa charanga campesina llamada AUCD (cualquier parecido con Autodefensas Unidas de Colombia es pura coincidencia) ya saldrán los uribistas a ultranza a atacar a ese facineroso de Santos que acaba de hacer exactamente lo que su exjefe quería: arreglarle el problemita de la salud para que ellos se sigan enriqueciendo con el dolor de los demás, con las enfermedades de otros y con los costos de la salud que ahora son manejados por nuevos nombres para la misma mierda.

Y mientras ustedes y yo nos desgastamos peleando porque Uribe o Santos son los peores canallas de la historia, los dos señores se regodean y se soban las patas como las moscas cuando están encima de un pastel repartiéndose lo que queda del país. Mientras usted defiende al gobierno de la Seguridad Democrática y condena a esa parranda de “farianos” que negocian en la Habana, el señor Uribe está presto para lanzarse en cuerpo ajeno (con el niño munster) a recuperar ese poder que se le fue arrebatado; mientras usted ataca a Juanma con todo lo que lee y aprende en los foros virtuales de los periódicos (gente altamente culta y con conocimientos profundos de leyes y demás) el señor sigue tranquilo como si nada repartiendo dinero a todos para que sea reelegido, porque él sabe muy bien que mi pueblo es tan, pero tan cretino que la política no se hace en las calles, sino en los nidos del poder, con esos senadores y congresistas que tienen todos sus votos amarrados para anquilosarse en el poder sin importar el lineamiento, siempre y cuando les paguen bien.

Así pues, Padres de la patria, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tus E.P.S., les ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y les damos GRACIAS porque nos hacen dignos de servirles en su presencia. Les pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo congregue en la unidad (Nacional) a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque será lo único que nos repartan, ya que hasta el acetaminofén sagrado nos será quitado de nuestros estúpidos ojos y de nuestras ineptas manos.

EPS: anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección!

Gracias y podéis ir en paz!