![]() |
"Diferente a la Mano Firme para disparar" |
Se mueve nuevamente la cosa política y
politiquera en la tierra del olvido, en Colombia blanca y pura. En esta nueva
campaña donde salen los nuevos de siempre diciendo lo que siempre prometen y
que siempre incumplen ha empezado… risas, abrazos, lechona, cerveza,
aguardiente, tamales y demás corren por todos los pasillos de la tierra del
pasillo y del cabildeo, corren entre los electores mal informados y los dueños
y señores del poder electoral.
Así nuevamente salen a mover el trapo
rojo los liberales puros y libertarios como aquel que ordenó la masacre de
Segovia o como el sempiterno Horacio Serpa a decirnos que son la voz de la
libertad (liberal=libertad, entienden burros?); salen los azules que siempre
andan cabizbajos y meditabundos frente al regente de turno, corriéndole siempre
para que no les quiten sus cargos burocráticos, unas cargas muertas que tienen
peso solo cuando lo necesitan.
Vienen también los verdes vomitivos, ese
grupito del “Like” en Facebook y de gente desorientada que vive creyendo que
cambian el mundo cuando comparten una cita famosa de Borges o de Pablo Neruda
cuando no han leído ni el periódico en la mañana, ese partidito lleno gentecita
aparente como lo Sergio Fajardo y muchos más, esos que le hicieron campito al
trepador de Peñaloza y le corrieron la butaca al iluminado de Mockus. ¿Se
acuerdan?
Si, si, ese “visvirioladito” lindo que es
ateo en Cristo y que muestra el cucú cuando se aburre de la gente, ese tipo que
es tan versado para la academia pero muestra su falta de talante político
cuando se contradice a sí mismo cual reina de belleza.
Pero también renace de las cenizas cual
ave fénix uno de los símbolos de la paz así haya sido destruido y vapuleado por
las garras de la clase dirigente, un movimiento que surgió con el espíritu de
reivindicación social para encontrarse de frente contra una política de
exterminio por parte del estado al que querían corregir: La Unión Patriótica.
Y vuelve ahora al país Aída Abella,
dirigente exiliada de la Unión Patriótica, de esa fuerza que los dueños del
país trataron de exterminar con 6000 muertos y muchos más que fueron
expatriados. ¿Será que ella puede consolidar una verdadera fuerza política que
equilibre los atados del poder en Colombia? Y más importante, ¿será que
la dejan? Será que no le hacen otro atentado con un rocket como lo hicieron en
pleno norte de Bogotá en 1996? ¿Será que se puede
consolidar un partido con un nuevo Jaime Pardo Leal? ¿Terminarán
todos nuevamente asesinados incluso en pleno aeropuerto como Bernardo Jaramillo
Ossa?
Habrá que esperar y ver qué proponen,
apoyarlos porque en el exilio algo aprendieron y tener en cuenta de que ahora
es el momento de regresar con toda la fuerza política de los desplazados, de
los pobres (que son la verdadera mayoría en el mundo), de los que claman
justicia, de los hambrientos y de aquellos que buscamos un mundo con mayor
justicia social, con reivindicaciones y, por qué no, con paz e igualdad.
Bienvenida nuevamente la U.P. los siete
arriba, ¡“up”
por ellos!
¡Qué viva la Unión Patriótica!
No comments:
Post a Comment