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"Les informa Radio Urcunina" |
Esa es la frase de introducción al himno
de una ciudad que no es de las puertas abiertas pero que sigue con sus venas
abiertas desde hace muchos siglos, es la frase de la famosa Ciudad Sorpresa
llena de asaderos de pollos que se llaman Pollo Sorpresa, ciudad que, a pesar
de estar lejos de casi todo lo que se puede llamar civilización, aún existe sin
pretensiones de ser muy innovadora o ser alguna Atenas; esa es la frase que
inicia el himno de la Villa Viciosa de los Pastos o, para el menos experto, San
Juan de Pasto.
Para aquellos que no la conocen, déjenme
decirles que es una ciudad típica de Colombia: gente relativamente amable, con
un clima frío que propicia la pulmonía y con un guardián que la verdad asusta
más de lo que protege, y con ello me refiero al volcán Galeras, que
supuestamente tiene su nombre porque a los mafiosos españoles que llegaron ahí
les dio la impresión de que era una galera de guerra (borrachos desde esa
época, porque yo no le veo el parecido).
Se trata a ese volcán de guardia, de león
y de muchas cosas más, pero para ser brutalmente sincero, es muy bonito y todo,
pero los sustos que les ha hecho pasar a los habitantes de la Villa Viciosa no
tienen parangón: amenazó tanto una vez que hasta del Discovery Channel vinieron
a ver qué era la vaina… lo peor del asunto es que se tragó a varios de los
investigadores… eso les pasa por no saber respetar, pero bueno, fue un
infortunado accidente.
La ciudad, como ya dije, no es una cosa
fuera de lo común: calles, carreras, casas, carretas y políticos con carreta
que siempre se acuerdan del pueblo solo cuando necesitan votos. Hay miles de
comercios “paisas” que se apoderaron del centro a vista y gracia (y desgracia)
de todos, múltiples lugares donde comprar “maricaditas varias” a precios y
calidades irrisorias.
Aunque muchos no lo crean fuera de la
ciudad, existen también universidades, y varias para que se eduque la luz
interna de pétreo fanal (acabo de enterarme qué significa “fanal”), colegios,
escuelas técnicas y, obviamente, muchas universidades e institutos de garaje
que ahora son el negocio, socio; solo basta con ponerle “Colegio Superior de
Las Madres de la Divina Superiora” y listo, como por arte de magia entra gente
a aprender nada y a creerse de todo.
Pero ese es solo el abrebocas, l’entrée
de este cuento, porque a mí hay muchas cosas que me disgustan de ese buen
vividero, y como dijo alguien, no es por ser anti regionalista o antipatriota,
pero hay que ver y decir las cosas como son.
Primeramente de primero, quiero decir que
no me gustan sus administradores, porque siempre, pero siempre se han robado
todo el poco presupuesto que tiene la ciudad; cómo dice el refrán “cagados y
con el agua lejos”… de lo poco que envía de caridad el gobierno nacional, ellos
cobran por el simple hecho de estar ahí sentados en sus gordos traseros, cobran
un porcentaje que depende del grado de idiotas que hayan votado por ellos: que
si es concejal pide el cinco por ciento, que si es el alcalde pide el 10, que
si es senador pide el 20 y si es el gobernador pide el 30. Y después preguntan
que por qué las obras quedan incompletas! Si casi el 50 por ciento del dinero
descansa en las mugrosas manos de los sucios políticos! O será mentira que en
una institución no dejaban pasar un proyecto porque no habían “aceitado” a sus
funcionarios con 23 millones de pesos para que engordaran sus sucios hocicos.
No pongo nombres porque no hago periodismo investigativo, pero lo sé de primera
mano; no puedo denunciar nada porque no tengo pruebas a menos que trabaje en
Corponariño o algo así (es un decir). Lo peor del asunto es la respuesta de
todos los oferentes a los contratos: “es que si no lo hacíamos nosotros, lo
hace otro”. Y luego se quejan de la corrupción.
Pero la maldita realidad no es esa, es
obvio que todo político es ladrón, que siempre van a querer llenar su gaznate
con dinero mal habido, venga de donde venga, pero quiénes son los que votan por
ellos? Y ahí, en esa simple respuesta es donde me vuelvo impopular.
No entiendo a los pastusos en el hecho de
que siempre dicen “qué berrrracos que somos”, “no nos dejamos de nadie
hijuepuchicas”, pero siempre se dejan meter el dedito por donde no les cabe,
hagamos un recorderis de lo poco que sé:
-
El gran libertador, Simón
Bolivar, escribió que los pastusos deberían ser exterminados por no seguir su
línea de pensamiento, por haberse resistido a la campaña libertadora que nos
dejó en manos de la patria boba y de los bobos de la patria que gobiernan desde
la capital, y aún así siguen proclamándolo como el máximo exponente de la
libertad.
-
Sus habitantes se quejan
siempre del desorden y de la suciedad que envuelve a veces a la ciudad pero no
son capaces de botar un puto papel en la caneca (si hubieran) o, los machos más
machos de la ciudad, se orinan en cualquier esquina o bolardo que encuentren.
Es una maravilla jugar a ese hermoso juego llamado “esquive el miado”, en el
cual todos saltan entre riachuelo y riachuelo de orines mientras va caminando
por la calle.
-
Se dicen que no se dejan de
nadie, pero vuelven a votar por los mismos, por cualquier “Miriamcita” o como
se llamen con tal de que les den otros seis “mesesitos” en el SENA.
-
Dicen nunca tener plata, ni
los habitantes, ni la alcaldía ni el pueblo mismo… pero para meter dinero en
DMG o DRFE sacaban de las piedras. No hay para ponerles un huevo más a los
estudiantes en un comedor comunitario pero para meter ese dinero en pirámides
basta y hasta sobra. Siempre dejándose meter el dedito por ser tan
berrrrrracos.
-
No voy a hablar de fútbol
porque el tema me chupa un huevo de avestruz, pero sé por mis amigos que sufren
de esas dolencias, que también les han hecho “conejo” varias veces, pero siguen
comprando los productos del patrocinador que los mandó a sacar (léase Postobón:
porque a mi papá lo mataron por hacer sindicato en “Potobón”).
-
Les dicen que van a hacer un
sistema de trasportes moderno y luego se roban todo el dinero que estaba
destinado para eso, por lo mismo la calle 27 parece salida de una región de
Kabul o de Tikrit, con casas a medio demoler y ladrones a medio salir.
Lastimosamente no sé más escándalos pero
sé que faltan muchos. Los tumban con todo y por todo y después se quejan.
Por eso y por muchas cosas más yo digo
“basta de eufemismos”, es hora de remangarse la camisa y dejar que bajen los
huevos y parar a toda esa horda de ladrones que siempre han azotado a la
región. Parar a todos esos políticos que se roban todo por culpa del elector
desinformado, tengan el apellido que tengan, sean Paredes, Zarama, Realpe,
Guerrero, Maya o lo que sea, maldita sea!
Cuando será que realmente se podrá decir:
Junto al cráter el Prócer un día,
Sella pactos con la inmensidad:
Contra toda quietud, rebeldía;
contra toda opresión, libertad.
Sé que muchos me van a odiar o a cerrar sus castos ojos y oídos a
este pequeño texto, sé que otros me llamaran “traidor” por decir algo malo de
esa tierra, pero en el fondo deben saber que es verdad, que hasta que no veamos
lo malo que hay en nosotros no podremos empezar a corregirlo. Que algún día
digan los pueblos, parafraseando la historia “Es aquel pueblo tan bajito el que
nos ha mantenido en alarma durante tanto tiempo?”, y el pueblo de verdad pueda
decir, como Agualongo después de su captura: “Dentro de este cuerpo tan pequeño
se alberga el corazón de un gigante”. Eso sí era un prócer, no como aquellos
que nos quieren vender en novelas “amangualadas” que escriben en otras partes y
que digerimos después de la cena.
Hacer patria y región no solo es pararse a recitar los himnos sin
saber qué significan u ondear la bandera cada 20 de Julio, es pararse y decir
las cosas como son y, por qué no, arreglarlas, así sea de poco en poco. Es
dejar de ser tan “bámbaros” y detener lo que nos hace mal como región y como
pueblo.
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