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"ESMAD y la patadita de la buena suerte" |
Los habitantes de todo el país debemos estar orgullosos, con
el pecho henchido y la mirada hacia el infinito, incluso con lágrimas de
orgullo patrio en los ojos, después de ver como la policía y sus grupos de
desalojo masivo ejercieron el principio de autoridad sobre esos bulliciosos y
tercos habitantes del Quimbo, Huila.
Que orgullo siento al ver el profesionalismo de las fuerzas
armadas, de la violencia legítima del estado, que ejecuta con toda autoridad
los mandatos del gobierno y de la empresa privada que trae progreso y
estabilidad a las regiones, contrario a esos vagos sin oficio ni beneficio, que
solo pescan en el río y cultivan la tierra en pequeñas parcelas, no en haciendas
industrializadas o explotadas a gran escala como los beneficiarios de los
proyectos institucionales del Ministerio de Agricultura.
Esos videos que alegremente comparten esos falsos patriotas
en internet (el nuevo refugio de los terroristas vestidos de civil) son simples
manipulaciones mediáticas de aquellos que no creen en las políticas del
gobierno, aquellos que solo critican y no se ponen la mano en el corazón, que
no buscan el progreso y el des atraso de ese país pujante, donde la pasión debe
primar sobre la razón y la empresa privada puede comprar los derechos de todos
con dinero y con unas cuantas dádivas (que los mismos terroristas llaman “sobornos”)
a los mandatarios y a sus esbirros.
Que uno u otro facineroso salga lastimado no es problema de
la sagrada Policía (esa institución intachable, de moral rígida, principios
inamovibles y bolsillos vacíos) que busca la paz y el entendimiento en la
sociedad, sino de aquellos que buscan resistirse al avance del país, a la
búsqueda interminable de recursos energéticos que tanto demandan los
colombianos de bien.
Terroristas, en verdad os digo terroristas, que ahora se
camuflan en sus trajes de campesinos y de periodistas, incapaces de ver las
realidades que ofrece el gobierno a través de sus canales y programas
institucionales (R.C.N., Caracol, Yo José Obdulio…); la falta de compromiso con
el futuro es un lastre que debemos eliminar por completo y con premura, con
prisa infinita para hacer de este maravilloso país, el país que soñamos y anhelamos
todos: Un País en Paz y Armonía.
Los colombianos de bien debemos detener a esos izquierdosos
que usan una violencia más oculta, camuflada: la violencia ilegítima de la
democratización de la tecnología (en cabeza de ese instigador YouTube), que
solo muestra verdades amañadas y maquilladas, verdades editadas para que no
veamos el buen desempeño de las fuerzas del orden y para que no veamos la
terquedad y la mala fe de aquellos que se rehúsan a ser reubicados en los
círculos de miseria de las ciudades, en limpiar parabrisas y vender Frunas y
Bon Ice; esos que no paran de gestionar a nivel nacional e internacional
medidas contra mi presidente, mi gobierno y mi país, que somos uno solo, una
sola Unidad Nacional.
Felicitaciones a la Policía Nacional de Colombia por ese
impecable trabajo en el Quimbo, Huila), por darles “quimba” a esos campesinos
iletrados; felicitaciones a mi presidente JuanMa por defender a esa casta
institución y no dejarse amedrentar por la presión de la tecnología mal usada!
Nota al pie (y de pie): Que el pescadorcillo ese pierda un
ojo no es noticia ni pérdida, ya que desde el principio estaba miope y tuerto
para no ver el avance de su región con el proyecto energético que se desarrolla
ahí; además, en tierra de ciegos, el tuerto es Rey.