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"Él es el camino, la verdad y la vida" |
Llegó
diciembre con su alegría, no se puede evitar la llegada de la estación más
feliz del año en la cual demostramos a todos nuestros allegados que los amamos
a través de la compra de regalos, porque el dinero es sinónimo de amor… debemos
regalar mucho para demostrar el cariño y el aprecio que les tenemos a nuestros amigos
y familiares.
Pero
ese no es el tema, simplemente es que ahora he encontrado el camino de la
iluminación, y no a través de métodos de meditación china ni patrañas del new
age, no a través de hojas de caléndula ni horóscopos esotéricos, sino a través
de la única verdad que existe, la verdad más allá de lo evidente: que el Señor
es mi pastor, mi único pastor, quien me guía y me reconforta a través de
cualquier problema o dificultad, mucho más en esta época de reconciliación y
villancicos. Basta ya de falsas promesas de pastores, curas o pederastas (que
son casi lo mismo), basta de falsos profetas y sus apóstoles del mal, porque
ahora he visto la luz meridiana que guía mis pasos y mi vida, que resume todo
lo que yo siento, ahora he visto que el Señor es mi pastor y con Él nada me
faltará.
Cómo no
creer en ti mi buen pastor, mi amado señor si me lo has ofrecido todo, desde
tu humilde morada al nacer hasta tu fiel y prodigiosa palabra que me ilumina en
los momentos de tristeza o desolación. Cómo no alabarte por siempre y para
siempre si eres el ser que alegra mis entrañas al son de tu alegría que me
inflama el pecho al solo oír tu prodigiosa voz. Cómo no…
Porque
al lado tuyo nada me faltará, soy como un niño feliz que vuelve a los brazos de
su padre, como un niño que añora el calor y el amor infinito que su casa le
ofrece, que su familia le proporciona. Eres el rey de reyes y bajo tu sombra
floreceré fuerte con mi mirada humilde pero pasiva, que llenarás mi vida con
tu sola presencia y que nunca me abandorás.
Sé que
he caminado mucho tiempo por el valle de las sombras, que sin ti he estado
ciego, sordo y mudo a la verdad, a tu palabra y a tu poder, que he apostatado
de tus divinos caminos y que he regurgitado palabras de agravio contra ti, pero
sé que siempre has amado al hijo pródigo que vuelve a la senda del bien, que
vuelve a su casa y a tu amor eterno. Ahora lo sé, nunca debí alejarme de tu
virtud y de tu infinita sabiduría.
Porque
la vida sin ti es como un estanque sin agua, como una noche sin estrellas, como
un vacío eterno que nunca podré llenar; sé que tu poder, tu gloria y tu
sabiduría son eternas como el sol e infinitas como las arenas del desierto, y por
eso solo voy a decir a viva voz y con el corazón en la mano: el Señor es mi
pastor!
Si,
solo a este señor y a nadie más yo promulgo como mi Pastor, a este grandioso
ser llamado Pastor López!
Ahora
que vivo en una parte ajena a la cultura latina, a la cultura colombiana, me
doy cuenta del craso error que cometí alejándolo de mí durante tanto tiempo,
que nadie como él para describir todo el sentir del ser humano. Sus canciones me
llenan de alegría y de risa con sus letras del diario vivir.
Lo
extraño más que nunca, este señor la tiene clara, sabe lo que es la vida y sus
cuitas, sus alegrías y sus penas, como cuando lloró mi corazón de pena y de
dolor, como cuando me enseño que golpe con golpe yo pago y beso con beso devuelvo, porque esa es la ley
del amor que yo aprendí, que solo un cigarro calma mis penas cuando tardas en
llegar, o que aunque yo me muera, donde yo me encuentre rogaré por tu alma
traicionera, por eso alabaré sin cesar el himno de su gloria (sobre todo porque
ahora me pega tanto ya que no paso tiempo con mi familia hace mucho tiempo):
- Otro año que
pasa y yo tan lejos
otra navidad sin ver mi gente
madre yo te pido humildemente
que en el año nuevo me recuerdes
que en la mesa pongas un lugar
para el hijo que no ha de llegar
sírveme champaña para brindar
mi copa siempre a rebosar
y al llegar la media noche
cuando los regalos se confunden con
en gente
mándame un abrazo fuerte
y pídele a todos los presentes:
Vamos a brindar por el ausente
que el año que viene este presente
vamos a desearle buena suerte
y que Dios lo guarde de la muerte
No siento nada más que admiración por este ídolo pachanguero que ahora
llega más poderoso que nunca en estas épocas de reconciliación, que empieza a
sonar en todas las emisoras de la Colombia sin maquillajes, sin tapujos y sin
reggaetón, de esa Colombia criada con agua de panela y ambientada en los
diciembres con buñuelos, natilla y trago barato para hacer rendir la prima.
Sé que el señor es venezolano, pero me siento más colombiano que nunca
cuando escucho sus canciones y su parrandero sonsonete en estas navidades,
recuerdo toda su poderosa sabiduría de la vida y que bajó a la tierra para
traer paz y felicidad a todos los presentes. Es mi ídolo, pues él en serio me
ha llenado la copa a rebosar, me ha preparado un banquete, ha vertido perfume
en mi cabeza y en mi casa oh señor siempre has de habitar.
Vuelvo y lo repito, el Señor es mi pastor, mi Pastor López y por ello nada
me falta.
P.D.: En verdad admiro la capacidad de hacer bailar a la gente de este
señor, no quiero que nadie se ofenda porque ahora lo declaro como mi único
Pastor.
P.D.2.: Sé que existe otro señor que también es genial, quien fue el verdadero
iniciador de este artículo, pero creo que él es solamente un apóstol que aún
siendo también mortal dijo una verdad innegable que me llega a mi proceder: Si
soy un borracho, si soy un perdido,
si soy mujeriego, si soy un bandido,
yo vago
en el mundo, yo soy vagabundo… Déjame vivir mi vida,
yo no soy malo con
nadie!!!
Gracias Rodolfo Aicardi!
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