"Dios te ama y va a matarte..." |
Este es el último escrito que publico en
esta era pre apocalíptica, ya que desde mañana, 21 de diciembre de este año
pútrido, entraremos en la decimoquinta casa de idiotas y será ya un mundo pos apocalíptico.
Han salido tantos y tantos “expertos” en
la materia que me confunden… nunca pensé que ese alto conocimiento del fin del
mundo estuviera tan irradiado en este mundo de mentes huecas, pero debo decir
que me callaron la jeta, que la gente está súper informada de todo lo que
acontecerá en los siguientes días gracias, obviamente, a una tecnología de
Satanás: Internet. Ahora todos saben qué ha de pasar en los siguientes días,
cómo sobrevivir y con quién confesarse para tan magno evento.
Sale una princesa del Japón (pon pon pon
pon…) a decir que ella lo ha visto todo, aunque no se haya visto bien en un
espejo para ver lo delirante de su mensaje, y que el mundo se acaba ya (si es
ya, es ya papito) y que hay que cruzar los dedos y parpadear bastante para que
no seamos abducidos por seres de otros planetas.
Salen otros diciendo que es culpa de
Nibiru, el enésimo planeta que está llegando por detrás del sol (pobre sol) y
nos va a recontra llevar del chanfle con su gravedad y con su masa, que va a
recomponer esta mala tierra del señor de un solo “guarapazo” y que no habrá
nada que hacer con toda nuestra grandiosa ciencia. Aunque ellos no se ponen de
acuerdo, hay unos que dicen que van a bajar unos seres de allá para enseñarnos
“cositas”, otros que van a bajar para matar gente, otros para copular con todo
aquel que se les atraviese (a esa si me apunto) y otros que solo es un planeta
consciente que pasa cada cierta cantidad de tiempo a renovar la ya desgastada
tierra (si fuera tan consciente, ni se aparecería por acá a ver tanta estupidez
junta).
Las predicciones no terminan ahí, salen
unos hablando de reptilianos, de seres que han gobernado el mundo y que ahora
se revelarán para hacer cositas ricas, como estofado de anguila, patas de rana,
etc.; descartan la evolución y dicen que fuimos creados como un experimento
genético y que ahora vendrán a corregir su error (como dice Calle 13:
“ojalaí”).
Hay que pasar también por lo del cinturón
fotónico, un cinturón que nos va a dar tres por las nachas con su fuerza para
quemar todo dispositivo electrónico y así librarnos de la enajenada tecnología
que nos absorbe por completo; ese cinturón nos va dar “juete ventiao” y nos va
a poner a caminar derechito, va acabar con toda la gente a la que considere
mala (como lo hacía Hitler) y de paso llevarse a estos seres de mala entraña al
averno: llevarse por igual a políticos, músicos y hasta a gente como yo, que no
creemos.
Y la última pero no menos creíble de las
teorías viene con la Virgen de Fátima, con sus misterios inexpugnables que
dicen que Dios se “mamó” de vernos hacer de las nuestras, que ese libre
albedrío que nos dio solo era una pantomima porque debemos hacer exactamente lo
que está escrito en su libro eterno de quien sube y quien baja… que la
humanidad ya la verdad “le chupa un huevo” y como no fueron capaces de
consagrar todo a la santa iglesia católica, como se dedicaron a atacar a sus
curas pederastas, como no dejaron regir a sus anchas a todos sus dictadores que
establecieron la fe como política de estado, como no han acabado con la marea
roja de izquierdosos y libre pensadores, pues va a coger este planeta como una
maraca y nos va a poner a saltar en la oscuridad total, solo funcionarán
ciertas velas benditas (que me imagino que solo vende la iglesia) y que la maldad
andará suelta por las calles (como si ya no lo hiciera campante en los ojos de
todos).
Pero en verdad yo si creo que el mundo se
va a acabar, solo falta ver las señales que se nos han mandado vía Claro (por
eso es que llega tan cara la factura): los hombres son como las mujeres y las
mujeres como los hombres (ay payazzza), Santa Fe campeón, Millonarios Campeón,
Petro alcalde, Uribe fuera de la cárcel y yo escribiendo babosadas…
Aunque ya dejando la payasada aparte, yo
en verdad si creo que se va a acabar el mundo, solo tengo mi fe puesta en los
mayas, para que nos libren de tanta gente pendeja, que se lleven con su
serpiente emplumada a Colibritany y a todos los regetoneros, que por fin se
libre esta mala tierra de gente pendeja y sin oficio como los que hacen cadenas
para que les vaya bien en el trabajo, los que hacen novena con vello púbico de
rata virgen para hacer volver al ser amado, a todos aquellos agoreros que viven
pensando que hay alguien que se interesa por lo que pase en este planeta moribundo
y a todos aquellos que me caigan mal; porque de eso se trata el fin del mundo,
sus teorías y toda su parafernalia: que venga alguien y nos libre de todo lo
que no entendemos, lo que no queremos o lo que despreciamos… pero después
decimos que todos somos “tolerantes”.
Por eso ruego con todas mis entrañas que
todo sea verdad, que de una buena vez llegue alguien (porque nos encanta que
otros nos solucionen los problemas) y arrase con esta raza de subnormales con
la que me toca compartir día tras día, que venga Krishna, Alá, Buda, Jesús,
Yahvé, Quetzalcóatl, Odín, Thor, Iron Man, Bob Esponja o la Tigresa del Oriente
a juzgar a todos, a vivos y muertos.
Solo espero que los mayas no me salgan
con babitas que ya tengo mi hoja de vida lista para una entrevista de trabajo
con Belcebú…
Acá la repetición:
Diciembre 22 de 2012: Día internacional de las disculpas.
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