![]() |
"Un coctel de vaselina por favor" |
Los cocteles fascinan y encantan, son la nota principal en
cualquier fiesta o ágape social y tienen diferentes sabores, colores y estilos;
unos vienen en vasos largos y estilizados, otros vienen en copas de amplia boca
adornados con limones y naranjas (nota: no sé aún porque toda mujer ama esos
cítricos y los consumen con celeridad y prontitud), otros hasta vienen en
botellas y con pitillos para su mayor comodidad.
Es tal el éxito de estos menjurjes de combinaciones de poderosos
alcoholes que ahora he aprendido a consumirlos, yo que era un enemigo férreo de
esa mezcolanza de sabores y aromas (excepto de la guaya), ahora me regodeo
tomándolos y disfrutándolos sobre todo en compañía de las mujeres, quienes
adoran estos brebajes porque el sabor no es tan fuerte como el del alcohol puro
venido en botellas de José Cuervo o Marvin Gave.
Porque tomar esos licores con nada más que sal o con una
Bretaña (que acompaña los buenos momentos) es cosa de machos cabríos, machos
con espuelas y sin asco que empinan sus codos para demostrar la superioridad en
el camino de la bebeta que adorna su osco proceder. Debo confesar que también
me gustan (los licores), que disfruto de su sabor y más aún, de su efecto
potenciado de embriagarme y hacer más bella a la otra gente, más simpática y
menos plana y sin sentido, menos aburrida; me agrada su capacidad de inducirme
a un coma etílico y de volverme tolerante a las más horribles aberraciones de
la naturaleza.
Pero los cocteles también son para todo el público, sus
combinaciones indistintas de licores pueden llevar a la perdición a todo aquel
que abuse solo un poco de ellos (excepto en “Tres Amigos”, que realmente solo
preparan tragos con hielo y sabro, o de Capitán Nirvana en donde el Martini
sabe a babas de perro muerto) y mejor aún, consiguen que las mujeres consuman
más alcohol del que su cuerpito puede hacer metabolismo… es que ese coctelillo
llamado como mi tía Margarita es una maravilla en copa… y esa es la parte que
se torna interesante en el momento de la conquista y del acercamiento de
cuerpos, de la doblegación de voluntades y de los equívocos de final con catre
(así después salgan con perlas del tamaño de autobuses o más aún, de montañas
mágicas (es un libro de Thomas Mann): nunca había hecho esto con espejos en el
techo, no pienses mal de mí).
Pero no es mi voluntad este día hablar de los encuentros
fortuitos ni los métodos de consumación de actos de motricidad fina “cuerpo a
cuerpo”, de esas ocasiones en las que el dios Baco entra en nuestra conciencia,
doblegándola y conduciéndola a la cueva más profunda (o al motel más barato).
Así como los cocteles se hacen de una mixtura de etanoles,
de cosas que embriagan sabroso, así también se preparan y se editan ciertos
escritos; mezclando y parafraseando hasta más no poder licores de todas las
procedencias y, debo aclarar, sin asco lo hacen algunos autores de modalidad
light, de moral mercantilista y sin ninguna vergüenza más que aquella que
sufren por parte de los verdaderos autores, de aquellos que si han leído más
que un simple manual de psicología oriental con parasicología barata.
Y por eso me he esforzado por producir este manual para que
cualquiera triunfe en el ámbito de la superación personal y de las razones sin
sentido que inundan el mercado de los libros, ese mercadillo que no hace más
que vender soluciones pendejas para problemas sentimentales que aquejan a todos
pero que pocos son capaces de superar en su totalidad.
Usa siempre frases simples pero profundas en su
superficialidad
- Primero fue el uno antes que el dos.
- Antes de finalizar algo, debes empezarlo.
- Nunca desistas de dar nuevos pasos solo porque
no puedes contarlos.
- La vida es más hermosa de lo que puedes
imaginártelo.
- Para hacer algo, debes lanzarte y empezarlo.
- La vida fluye como el río, tú también debes
hacer lo mismo.
- Sé tú mismo, no como otros que no son como tú.
- La paciencia es una virtud, por eso se virtuoso
con tu paciencia (si ven el viraje de 360 grados de la frase, y digo 360 porque
volvemos a lo mismo).
- No fracases en el intento, intenta no fracasar.
- La vida es como una caja de bombones (sorry, eso
es de una película).
Confunde y reinarás
- Lo importante no es lo que logres, sino como lo
logres.
- No logres algo porque parece imposible, pues no
era imposible cuando lo lograste.
- Lo importante no se puede ver con los ojos
(momento, eso no era de “El principito”?).
- El viento no deja de soplar así la montaña se le
oponga.
- La vida en una sola, por eso un segundo no es
más que el primero del resto de tu vida.
Cosas ridículas, pero amañadamente ciertas.
- Antes de dar el segundo paso, debes dar el
primero.
- Antes de entrar al tercer paso, asegúrate haber
dado el segundo.
- Cuando el cuarto paso aparezca, es porque ya
habrás superado el tercero.
- Y pues ya da el quinto paso, ya que no hay quinto
malo.
- No tengas miedo a nada, más que a no enfrentar
tus miedos.
- Milo te da energía, la meta la pones tu (ay otra
vez se me metió un comercial, pero servirá).
- Las dificultades solo son un paso más a superar
con valor.
- Sé diferente pero no parezcas diferente, porque
entonces no serás diferente a los diferentes que se diferencian por sus
diferencias.
- Ama el amor, pero no te enamores del amor en sí
mismo, sino del mismo que te dijo sí en el amor.
- “No puedo” es la palabra de los cobardes para
justificar sus fracasos.
- “Sí puedo” es la palabra de los cobardes para
justificar lo que no hacen.
- “Tal vez puedo” es la palabra de los cobardes
para justificar lo que tal vez no hagan.
Así pues se conjugan verbos mal utilizados y palabrillas de
cajón que servirán para que cualquiera con un mínimo grado de inteligencia y de
lectura pueda vivir en paz mintiéndose de manera constante sobre lo bella que
es la vida y que todo lo puedes lograr si crees fuerte y ciegamente en ello.
Porque también hay que inducir a la creencia y a la buena fe de “El Secreto”,
que combinó lo humano y lo divino para hacer un “remix” de ciencia con
creencias banales y sin coherencia (es como un reggaetón). Ahora si nos jodimos
todos, todos aquellos que creemos que el misterio del universo yace en el
estudio sin tapujos de las fuerzas de la naturaleza, y no hablo del amor o de
la amistad, sino del electromagnetismo, la gravedad y otros apasionantes temas
que forjarán un dolor de cabeza en aquellas mentes de fe colectiva por el
positivismo de aquel vendedor de fábulas llamado Paulo Coehlo.
Porque de mentiras baratas está lleno el mundo, y estos
personajes saben cómo utilizarlas para su conveniencia monetaria; porque eso de
mentirle a cada persona que es especial y que todo lo puede hacer con fuerza y
voluntad es una de las mentiras más grandes del capitalismo suave y con
vaselina; si eso fuera cierto, el mundo estaría lleno de astronautas y
estrellas de rock. Pero mi amigo coctelero, eso no es cierto, solo existen
personas interesantes y aburridas (eso es de Oscar Wilde mi despistado ser
iluminado), no triunfadores solo porque leyeron dos frasecillas insulsas de
esos insultantes escribanos de mente estrecha y bolsillo amplio.
Tampoco les pido que lean “El Capital” de Marx, “Me llaman
Rojo” de Orhan Pamuk o “El Péndulo de Foucault” del semiólogo italiano Umberto
Eco (sí, se escribe así), sé que son lecturas muy recomendables pero bastante
pesadas, bastante alejadas de la realidad de Deepak Chopra. Pero al menos lean
algo productivo que les llene la cabeza con algo diferente a “El sol
resplandece aunque la nube se oponga”. O lean algo de Franz Kafka para que
sepan que es en verdad desesperación… o bueno, si no quieren lean a Isabel
Allende o a Jorge Isaac (entre otras, leer a doña Isabel me ha llenado de ideas
muy interesantes!).
Así que les digo: es hora de despertar a la realidad! Claro
que hay cosas impresionantes en el mundo, no han leído acerca de los
aceleradores de partículas o de la teoría económica? Es evidente que después de
la noche viene el día, no necesito leer un libro para saberlo, pasa todos los
días frente a nuestras ventanas. Es obvio que la vida es un asco pero siempre
habrá momentos, lugares o personas que suavizarán ese acto contra natura. Y es
aún más real que debemos tener confianza en nosotros mismos para continuar sin
vacilar hacia lo desconocido.
Sé con certeza que muchas de mis amigas descorazonadas
(tiritas pa’ este corazón partio) me mirarán con ojos de desprecio por este
artículo, pero quiero que se estrellen en verdad contra la realidad: usen al
menos “la fuerza” para salir del agujero del demonio en el que quedaron después
de amar a un agreste personaje, aprovechen que las mujeres pueden conseguir a
cualquier hombre en un instante y que sin novio la vida es más sabrosa para
ustedes. Déjense ya de ensimismarse en sensaciones frías y mejor aún, dejen de
consumir estas pastillas de levedad sin sentido que les llenan la cabeza de
promesas vacías, dejen de tomar esas “curas para el alma” que no les conducen a
nada.
Es que acaso no se dan cuenta que solo es una estratagema
aguda para vender y vender libros? Ajústense de verdad el cinturón y disfruten
de esta montaña rusa de emociones que es la vida de verdad, sin “guevonadas” ni
fuegos fatuos que les digan por donde ir sin saber a dónde llegar.
Y mi amado Coehlo, vuelve al lugar de los encantos de la
superación idiota junto con Osho, Ricardo Arjona y Jorge Duque Linares (o
linaza para mejorar al estómago). Vuelvan a las cavernas de donde han sacado
sus textos acartonados y apelotardados.
Literatura blanda para acompañar sus botanas? No gracias,
prefiero leer el menú, me educa más!
P.S.: Hoy no hay posdata, me quedé sin palabras solo de
pensar en tanta pendejada cósmica.
Que mejor que el despecho acompañado de un buen libro de Oscar Wilde, ahí si no hay despecho que dure!
ReplyDeleteEl mundo está lleno de falsos profetas y predicciones. Sus escritos se asemejan a "las bolitas de adivinar" de aquel cuento popular.
ReplyDeleteEscribir y leer light es para mentes livianas, escribir y leer sobre ciencia es para pensantes.
Los escritores y lectores light, son los nuevos oscurantistas del siglo XXI.