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"Álvaro, no te reconocí!" |
Esta semana ha sido una semana fascinante: he estado
contento, feliz, dichoso, casi pleno y he reído de tantas maneras que casi no puedo recordarlas todas. Ha sino una semana de saberes y experiencias
nuevas, de algunas que creía olvidadas y de otras que nunca se repetirán… Son los placeres y pocas recompensas que deja
esta montaña rusa en la que se monta uno desde el momento en que nace.
Me hicieron reír eventos importantes y superfluos, pero debo
decir que escribí en Twitter hasta cansarme del evento deportivo y cultural más
cómico de la temporada de chistes en la escena política nacional: El Libro de
Álvaro Uribe Vélez.
Mi ex es fabuloso, es fabulantástico en todo su proceder de
prócer, su megalomanía, sus arrebatos (Amparo Arrebato le llaman la negra más
popular), su risa, su prosa prosopopéyica, su adicción al trino (porque como
dije: hijo de pájaro nace trinando) y su humor desmedido que invoca a todos a
reírnos hasta despernancarnos, hasta Ordoñarnos de la risa (y eso sin
procurador a bordo).
Es un ídolo, es un dios, un hombre titánico de proporciones
hercúleas (que anda siempre de Hércules, Herculito y Herculón) que nos fascina
cada semana con un nuevo logro, con un nuevo apunte, con una nueva gracia de
mono entrenado, de mono oficinista (como la Oficina de Envigado), con nuevas
goticas de valeriana y con tintos sobre burros.
Lanzó como granada en pueblo muerto su nuevo libro que reúne
toda su biografía (Biografía Cartoon, de Cartoon Network) en donde cuenta
tantos vericuetos de su prontuario que quedé frío, quedé en shock para luego
ser sacudido por todas las revelaciones que me indujeron a un estado que casi
acaba con mi pobre humanidad, con un estado de algarabía y risa incontrolable
frente a toda la verdad de este “Capulina” local.
Aunque dejando por un lado lo jacarandoso del libro, debo
admitir que por un momento me alcancé a asustar con el título que pusieron en
la revista Semana “Álvaro Uribe se confiesa”… yo pensé para mis adentros que mi
obnubilado líder se había descachado y había contado todo lo que se hizo a sus
espaldas en sus 8 años de mandato y que se había presentado ante esos jueces
terroristas que quieren verlo en el cadalso. Me imaginé que toda la chusma de
la izquierda mugrienta del país estaría celebrando en las calles con “canelazo”
bailable al son de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez la entrega a la justicia
del paladín del Ubérrimo.
Me volvió el alma al cuerpo cuando me di cuenta de que solo
era una expresión mal interpretada para anunciar la salida de este libro de
chistes “No hay causa perdida” (o como dijo un amigo “No hay bala perdida”).
Ahora si mi Álvaro ya contó todo lo que tenía que decir
desde hace mucho tiempo: sus relaciones interpersonales, su entrega irrestricta
a la política, sus mensajes y sus amigos, sus vecinos, conocidos, allegados y
amores. My president ahora es todo un literato… y no es para menos, lo publicó
la editorial Pinguin (nombre de más gracioso para el pequeño mandatario, no
solo por la referencia de “culibajito” que le puso un escritor colombiano, sino
que me recuerda a otro ser admirable y sumamente tierno: Chilly Willy, el
pingüinito que salía en las caricaturas del Pájaro Loco… y que conste que lo de
pájaro no es por Uribe ni por su santo padre, es una mera coincidencia).
Y es que al doctor si cabe compararlo con el pingüino, ya
que no habla más que chistes, es chiquito, anda enfundado en sus trajecitos que
no le alcanzan a cubrir sus carnitas y sus huesitos (no recuerdan la vez de los
reyes de España?) y además exuda por todos sus poritos una ternura propia de la
delicadeza de un ser evolucionado en la mesura, el acato y el aplomo.
También me sorprendió que su libro tenga un nuevo estilo de
escritura, ya que no viene en capítulos como todos los demás (obvio, mi
presidente de mi corazón crea nuevas formas todo el tiempo) sino que viene
escrito en bloques: Bloque Centauros, Bloque Cacique Nutivara, Bloque Calima,
Bloque Capital, en el último en donde habla de Pachito y sus juguetes, Bloque
Invercolsa, Bloque Tranquilandia, etc.
Es que mi eminencia tiene cuerda para rato, para escribir
más libros, biografías y enciclopedias, porque Álvaro es como la energía: no se
crea ni se destruye, solo se confiesa. Habla con su corazón en la mano, con ese
corazón firme y con su mano grande (como la que les enseñó a sus hijos en la
zona franca), con lágrimas en los ojos acerca de lo humano que es y de lo que
debió pasar después de que la guerrilla mala matara a su padre y luego quemara
su finca (como dicen, matar dos pájaros de un tiro), con su humor digno de un
segmento propio en Sábados Felices.
Pero debo admitir que lo que más me sorprendió fue que
hiciera una revelación de magnas proporciones, y no me refiero a que el
conchudo de Chávez le dijera que era todo un centauro del imperio (no era
cachorro porque a él no le gusta el Puppy Chow), ni que las liberaciones de la
operación Jaque se basaron en la película Ocean’s Eleven, ni que después de los
Once de Ocean vienen los 12 de Uribe y los 14 cañonazos bailables, no señor! Lo
que me sorprendió fue que revelara su identidad secreta y dejara al descubierto
su lado más heroico: que él es Bruce Wayne!!!
No podía darle crédito a mis ojos, pero no por tamaña
revelación, sino por haber yo estado ciego por tantos años y no haberlo
reconocido en su traje negro, en su búsqueda de la paz por medio de tácticas
oscuras y de dinero por doquier… Además
porque yo si veía a mi ex presidente como un héroe, pero más cercano al Súper
Agente 86 (o era 82), terrible operario del recontra espionaje, pues por todo
eso de las chuzadas, por lo del D.A.S. o por lo que se chuzaba a sí mismo para
decirle al mundo que le iba a dar en la cara por marica.
Pero no! Claro que es Bruce Wayne, claro que es el caballero
de la noche, de las sombras, claro que anda buscando solo el bien por medios
non santos, claro que es todo un millonario, un chico privilegiado (él mismo lo
dice) que busca hacer justicia por sus manos y vengar todo el daño que esos
terroristas le han hecho a él y al país, pero sobre todo a él.
Lástima que ahora esté en la última faceta del cómic de Bob
Cane, en el cual ya desciende y es atacado por todos sus enemigos, más ahora
que su identidad ha quedado al descubierto… es triste que se haya entregado tan
fácilmente y no siga combatiendo desde su guarida, desde la Casa de Nari, desde
su Paracueva al crimen desorganizado y a sus bandas emergentes. Que ya no esté
acompañado por Job ni por el doctor ternura (ahora lo entiendo, entre ternuras se
atraen) ni por su fiel mascota el Batiperro, encarnado por Andrés Felipe Arias.
Solo espero tener ese santo libro en mis manos muy pronto
para leer cada comisura de él y saber en qué termina toda esa odisea, qué pasó
con sus enemigos y responder tantas preguntas que me saltan a la cabeza después
de esa enorme revelación:
·
Era cierto que no era amigo de Pablo solo porque
éste no frecuentaba a sus empleados?
·
Por qué dejó que encarcelaran al Batiperro?
·
Era cierto que se inspiró en Gabo para
escribirle una carta a Santoyo para decirle que no se deje atrapar en su
laberinto?
·
Habla en su libro descarnadamente o
descaradamente?
·
Quién era el Robin de ese Batman paisa, era
Santoyo, era José Obdulio, era Job? Queremos nombres e identidades!
·
Cuando bailó con Lucho en la campaña era una
muestra del Batitwist?
·
Cómo le hizo María del Pilar Hurtado para
enfundarse en el traje de Batichica?
·
Qué carga en su Baticinturon aparte de su navaja
y sus gotitas de Valeriana?
·
Cuál era el papel de Pachito en esa obra cómico
musical, era el payasito?
·
Rito Alejo del Río fue su aliado sin escrúpulos
conocido como Azrael?
·
El Baticóptero era patrocinado por Pablo Escobar
y la Aerocivil?
No, no podré conciliar el sueño hasta que todas esas
respuestas vengan a mí en ese libro mágico bendecido por el Procurador!
Santa
cachucha!
Na na na na na na na Uribe!!!
P.D.: En serio, hace mucho tiempo no reía tanto en comentar
una noticia, gracias, muchas gracias en verdad divino rostro por haber
iluminado a este señor en escribir su “beatografía” de canonización!
P.D.2.: Álvaro trina tanto en Twitter que deberíamos ponerle
otro nombre, tal vez Trino Epaminondas Tuta, como el personaje de Romeo y
Buseta encarnado por el ahora Honoris
Causa Jorge Velosa.
Les dejo el tema original de Batman para que también se acuerden: