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"Pacheco dame la arroba" |
El título fácilmente podría ser asociado con las noticias
que todos los días nos provee la hermosa clase política colombiana, la clase
dirigente de nuestro país, esa élite que con sus escándalos y sus hurtos nos
sorprende cada día más, dejándonos un mal sabor de boca a los colombianos del
común, al ciudadano de a pie quien solo ve en ellos a unos carteristas con
corbata que se agrupan en manadas, en parvadas, aquellos que permanecen en sus
guaridas, siempre planificando que nuevo golpe le atestarán a las arcas
públicas, que modo utilizarán para succionar hasta el último eritrocito de la
sangre del erario público.
Pero ese no es el tema (aunque debo admitir que ya me estaba
animando). El tema al que me quiero referir hoy es a un adefesio gramatical que
viene metiéndose en nuestro hermoso
idioma, ese mal que afecta nuestro diario vivir y peor aún, nuestro diario
leer.
La lengua es un ser viviente: que vive (dah!), muta, se
transforma, evoluciona y cambia dependiendo del uso o del desuso de palabras,
expresiones y demás; que nos proporciona alegrías y tristezas con sus frases,
que nos ayuda no solo a comunicarnos, sino a expresar todos nuestros
sentimientos, deseos y hasta nuestras pasiones. El español es hermoso en su
estructura, en su gramática y en muchos otros aspectos; pero últimamente lo hemos
visto llenarse de una letra, un símbolo que se ha incrustado en nuestras
lecturas para desgracia de muchos, para la desgracia infinita de aquellos que
leemos algo más que el horóscopo o la revista Tú: La Arroba.
Sé que durante mucho tiempo ha existido cierta
discriminación en el lenguaje y en el mundo político y social, sé que cada vez
debemos ser más imparciales y aún más, inclusivos y tolerantes frente a las
diferencias, sobre todo las sexuales, pero, y me disculpan la sinceridad, me
parece una soberana estupidez eso de estar metiendo ese símbolo del averno para
referirse a los dos sexos a la vez.
Que cosa más horripilante es leer un comunicado mal escrito,
sobre todo aquellos que provienen de los colegios, esos informes e invitaciones
que están plagadas totalmente de ese muñeco del demonio que erosiona nuestros
ojos con su pendejada intrínseca; escriben como hablan pero, peor aún, meten
sin demora a esa arroba que hace aún más ilegible el comunicado, parece que en
sus teclados hubieran cambiado las “a” y las “e” por la maldita arroba. Hablan
de que invitan a los papitos y las mamitas (solo faltaría que escribieran “papit@s
y mamit@as”), como si eso les quitara los años que tienen encima y los
devolviera a su primera infancia (aunque en edad mental puede que sí), quieren
ser políticamente correctos poniendo los niñ@s, invitando a abuel@s y al
público en gener@l.
Les comento mis rumiantes amigos: es espantoso ese reemplazo
ortográfico; el idioma, esta lengua romance contiene letras para definir el
género de las personas y de las palabras; escriban los padres y las madres, los
niños y las niñas, las lechugas y los tomates; pónganlos en el orden que
quieran, pero escríbanlo bien carajo! (por cierto, estoy casi seguro que
también creen que el tomate es un vegetal, o un tubérculo como ellos).
Pero estos seres de mentes ínfimas que son acolitados por
personas aún más ignorantes que ellos vienen a dañar el idioma cambiando letras
por símbolos; tienen que cambiarlo todo y lo hacen muy mal: donde hay “padres y
madres” los cambian por esa ridiculez de escribir “los papitos y las mamitas
(ahora dirán, los tiit@s y las tiit@s,
tan lind@s y lind@s, putis mariquis); no pueden ver a una “a” mal
parqueada porque inmediatamente le mandan su “@”, donde encuentren una “e”
salen con su remedo de letra; además me pregunto: eso es una vocal o una
consonante? Si es vocal, es abierta o cerrada? Dónde se pronuncia en el aparato
fonador? Es anterior, central o
posterior? Cuáles son sus rasgos articulatorios?
Por eso solicito desde este blog, desde este lugar en el
ciberespacio, que luchemos contra la estupidez y contra el consentimiento
aniñado de algunos viejos que se creen unos infantes, que nos unamos contra la
utilización de ese adefesio, contra ese símbolo que solo sirve para direcciones
de correos electrónicos y para ser usado como medida en las balanzas.
E invit@ a que tod@s y tod@s es@s seres de maleficencia pura
(o de maleficencio puro, para no discrimi@r a los hombr@s) se desmovilic@n de
un@ vez por todas (si ven que feo se lee
“un vez”), que bajen l@s arm@s y que nos devuelv@n por fin el idiom@ a sus
just@s medid@s, que se larguen r@pidamente (no sé cómo carajos se le pondrá la
tilde a la arroba) a l@s fauc@s de Cancerbero y que ardan en el m@s profund@ de
los infiern@s, que sé, con absolut@ certez@, que Satan@s, Belcebú y @zrael
tendr@n un (o una) círcul@ lleno de azufre, arrobas y palabras mal conjugadas,
de palabras aniñadas llenas de errores de ortografía, para que ardan durante
toda la eternidad en el mar que han creado con sus propias babosadas. Y les
escribo de est@ manera a ver si logran comprender algo, infelices e infelizas!
En defensa del español o del castellano (no entremos en
discusiones pendejas), saquemos de sus guaridas a esos homúnculos, a esos
adalides de lo absurdo, a esos individuos que destruyen y pisotean el idioma
como los idiotas que son, para que con sus cuadrúpedos cofrades se retiren de
escribir y vuelvan a las aulas, para ver si por fin aprenden a ubicar las
letras.
Punt@
final.
P.D.: No sé cómo hacen para soportar todo ese subrayado rojo
que adorna la página cuando se escribe con la arroba en Microsoft Word, porque
realmente yo estoy que me tiro por el ventano y me arranco las ojas (no, no
falta una “h”) y tiro el portátil lejos de mí para no desgraciar más a mis
sentidos.
El problema está en utilizar la información recibida, sin procesarla, sin hacer uso de ese órgano que nos separa de los demás seres vivos: el cerebro. Se ve la livianez de los procesos superiores del pensamiento, al adoptar algo sin evaluarlo debidamente. Ya la real academia española se pronuncio al respecto: Solo se dice TODOS, para hacer referencia a lo masculino y femenino. Por lo tanto se hace necesario obviar el uso del símbolo de arroba (@).
ReplyDeleteLos fanáticos del género, quieren meternos en una práctica que no aporta a la superación de los verdaderos problemas que implican el desconocimiento de los demás, en una de las múltiples faces del ser humano: el género.
como generalmente, la ñ, es de dificil escritura en las diferentes aplicaciones informáticas, los fanáticos de la @, pretendrán eliminar la ñ y así entonces, hablar nosotros el idiona ESPANOL, Y YA NO HABRÁ NIÑOS y NIÑAS, sino NINOS Y NINAS, ya no disfrutaremos de la fruta tropical PIÑA, sino de la PINA. Diremos "cono" en vez DE COÑO. algo más?