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"Pero que bonito espectáculo!" |
Se cumplió en estos días el último y tan esperado encuentro
de mandatarios en la hermosa ciudad heroica, en la bellísima Cartagena, que
obviamente se volvió aún más acogedora y segura antes y durante la visita del
dueño del circo: del presidente Barack Obama.
Todos los problemas de esta ciudad desaparecieron en un dos
por tres al son de la visita de tan ilustre personaje, al son de la llegada de
tantos prestigiosos (y prestidigitadores) mandatarios de toda la región; se
convirtió esta ciudad en lo que soñamos todos los colombianos, en estar bien
maquillados y emperifollados para que vengan los extranjeros a “hacernos la
visita” y pasear con nosotros para parecer que tenemos mundo.
El presidente Santos llegó a la región engalanado con sus
mejores atavíos, con su mujer y con su comitiva a disfrutar de la compañía de
sus pares, de sus iguales en artimañas, armado no solo con su poderosa labia,
sino con la mejor cachetada que le pudieron dar a mi ex presidente Uribe, la
portada en la revista Time, siendo considerado uno de los más importantes ejes
de la región después de la salida del presidente Lula Da Silva.
Llegó también el chiquillo del altiplano Evo Morales, que
con sus trajes de lana se puso de ruana la discusión cantándoles las tablas a
los empresarios y a los “gringos” que despotricaron tanto de sus políticas
comunistoideas de nacionalizar las ganancias… Indio infeliz ese, cómo se atreve
a quitarles el dinero a los blancos y a los seguidores de los poderes
norteamericanos… es más, cómo se atreve a hacerles caer en cuenta de que el
país está funcionando y saliendo de su eterna pobreza con esas medidas
socialistas y minifundistas de la nacionalización de las ganancias! De gente
bárbara está llena el mundo.
Sé que también llegó Cristina, la bella Cristina Fernández de
Kaláshnikov, que busca cualquier escenario (no se dice “eccenario” como algunos
lo predican) con sus hermosos vestidos y sus cientos de kilos en colágeno,
silicona y plástico; llegó, dicen algunos, para preguntarle a Amparito Grisales
su secreto de la inmortalidad y del eterno bisturí, de cómo conservarse
fieramente en formol y en ácido corrosivo que sale de su misma lengua viperina;
llegó para utilizar un cuento gastado hasta el infinito, tratando de quitarles
a los Ingleses lo que por derecho les pertenece, las islitas esas que ni quitan
ni ponen, que incluso en sus vasos de cafeterías reniegan ser argentinos
(traidores esos que se creen de mejor familia que un argentino, habrase visto
semejante altivez che! Si ellos, los argentinos, son los mejores flaco!),
peleando sin recibir respuesta por sus Islas Malvinas que perdieron (y de qué
forma) frente al poderoso ejército inglés, que les pateó las ingles vilmente a
mis hermanos cuasi europeos del Rio de la Plata.
Rafael Correa dijo que ni por el verriondo llegaba a
Cartagena, sabrá solo él porque alocada idea nos niega su presencia y su divina
tez, dice él que por la falta de Cuba en la reunión (ni falta que hace), pero
esperemos que lo volvamos a ver por Colombia, así sea para reunirse con su
doctor que le cura la calvicie, el doctor Giovanni Bojanini.
A todas éstas, tampoco vino el mandatario de Nicaragua,
Daniel Ortega (Orteguita para sus amigos de bebeta, pachanga y furrusca), ese
graciosísimo personaje de tan elegante corte y presencia, de ese ser que exuda
clase por cada uno de sus grandes poros faciales… no sé en verdad si sentirme
agraviado por su ausencia en esta charadita reunitiva o sentirme aliviado de
que no haya degradado la belleza de la ciudad con su “extraña” presencia facial
y curtida moda sandinista (iba a utilizar la palabra “bizarra”, pero recordé
que eso en español no quiere decir extraño, sino valiente, generoso, lúcido o
espléndido, características que no se encuentran presentes en el siniestro y
mamerto individuo ese). Ya bastante se habían esforzado las autoridades
cartageneras en esconder a los mendigos
y a los perros callejeros para que venga ese personaje a dañar la cara
recién pintada de la ciudad con su presencia ilustre de agregado chavista.
Los brasileños no podían faltar, esa comitiva siempre tan
alegre y funcional (Nossa nossa, assim voce me mata)… es que uno no puede
enojarse con los “cariocas”, ellos son amables, respetuosos y siempre alegres
sin importar las circunstancias ni los problemas, y así con sus risas, sus
carnavales y sus garotas esos compadres que rezan con “ordem e progreso” están
convirtiéndose en una potencia mundial, no solo en fútbol, que ya lo son, sino
en ciencia, tecnología y transexuales (que conste que con ese comentario no me
metí con Cristina, porque ella es toda una dama)… que país tan de avanzada que
nos llenó con su presencia.
Y frente a todos estos diferentes personajes no pude más que
opinar, que se me pareció a algo que veía en mis épocas de pre adolescente
mutante, una serie de esos mexicanos que eran especialistas en escribir novelas
para todo público y que eran expuestas a las horas de la tarde en la televisión
colombiana: El Carrusel de las Américas, que une a todos los niños…
Qué más símil que ese, eso fue la Cumbre, un Carrusel de los
que tanto nos gustan en Colombia (carrusel de la contratación, carrusel de las
pensiones, carrusel en el que juega Pachito), un carrusel de las Américas, que
unió a todos los niños, sin importar su raza, su porte o su nacionalidad, ni
siquiera su color de piel. Que como en la serie televisiva, no llegó a nada,
pero al menos lucieron bien.
Pero a todo este repertorio le faltó un personaje, le faltó
Cirilo, encarnado en mi comandante Chávez, que por motivos de fuerza mayor tuvo
que faltar a ese circo, que por su ahondada enfermedad no pudo demostrar sus
dotes de malabarista, de comediante y de bufón… cómo hiciste de falta mi
camarada, no tuvimos de qué reírnos en estos días de cumbres borrascosas como
los llamó María Jimena Duzán… sin sus chistes ni sus sombras simiescas
estuvimos aburridos y tristes, compungidos hasta el tuétano…
Esperamos la pronta recuperación de tan voluble personaje y
su regreso al micrófono y a las pasarelas con sus notas graciosas de vida
inteligente en otros planetas o el envenenamiento por parte del ejército yankee
y de sus amigos los “pitiyankees”. Recupérate pronto Cirilo y vuelve a tus
monerías bolivarianas!
Larga vida para el genio y figura de Cirilo, encarnado en
Mico mandante Hugo Chávez Frías!
Al pié: Leí en algún lugar que ahora el presidente Juan
Manuel Santos es homenajeado y vitoreado por todos los “gentleman” del mundo,
lo alaban como “cerebral y urbano”, mientras que a mi ex marido lo llaman de
otras formas menos gentiles: “campechano e intenso”… Increíble que hagan esos
molestos y clasistas comentarios, no se dan cuenta que él no es intenso sino
twitero empedernido (como con Patricia Janiot)? No se dan cuenta que él no es
campechano solo porque tenga miles de hectáreas en Antioquia y Magdalena? No
saben que los verdaderos campesinos no tienen ahora más tierra que la que
cargan en las uñas? Y más aún, que los campesinos merecen respeto y no ser
equiparados con ese reaccionario personaje? Respeto y compostura con mis amados
campesinos por favor!
Otra pata: Frente a los embates que sin cesar hace mi amado
ex mandatario, propongo que en la tabla periódica (como los dos periodos de Uribe o sus ciclos
de 28 días que los llaman igual) incluyan a mi prohombre Álvaro Uribe Vélez,
con un elemento volátil que se llame el Uribio, con denominación “Ub” y peso
atómico “12”, por todos sus apóstoles… que desplace por favor al Magnesio de
una vez por todas como hidróxido para la leche de magnesia que tanta falta le
hace después de ver las entrevistas en CNN, en esos canales donde ya no lo
llaman ni para tomarse un tinto encima de su mula.
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