Monday 3 October 2016

Lo siento papá, fallamos



Traté de esperar el mayor tiempo posible para escribir esta entrada y este es todo el tiempo que he podido contenerme. Solo escribo estas cortas líneas para disculparme, porque nuestra generación nuevamente le ha fallado a Colombia y a la paz que tanto anhelábamos.


Le fallamos a las nuevas generaciones aún teniendo en frente la posibilidad de parar el dolor de las víctimas, nos confiamos y pensamos que no se nos escaparía esta nueva y tan clara oportunidad para construir una nueva sociedad, un nuevo país.


Con lágrimas en los ojos escribo esto leyendo las noticias de cómo las víctimas, aquellos que viven día a día el sufrimiento de la guerra, votaron por el acuerdo de paz que al menos les devolviera un poco de tranquilidad a sus ya destruidas vidas. Veo cómo el ego desbordado de un personaje siniestro es alimentado por huestes de personas que aplauden su heroísmo fingido, veo cómo tantas personas valiosas que dieron su máximo esfuerzo y dedicación durante todos estos años para que este proceso de paz llegara a buen término son echadas al olvido con un simple plumazo, con una simple leguleyada.


Pero aún más me disculpo con alguien que he visto durante toda mi vida luchar contra la intolerancia, el fanatismo y la ignorancia, alguien a quien he admirado aunque a veces hemos estado en orillas contrarias de pensamiento: mi padre.


Desde su rol de educador siempre ha hablado en favor de la paz y de la tolerancia con el otro, del entendimiento entre personas y más aún, de la educación como único medio de salvación personal y como pueblo, como comunidad. Siempre le ha apostado todo a la paz a través de esa educación aunque esa paz tan anhelada y sñada le haya sido esquiva durante toda la vida que ha visto una guerra fratricida que al fin parecía acabar. "Paz pero no así" es ahora la frase con la que rompen el sueño de tantos, solo la indolencia de un pueblo que ama el conflicto pudo gestar semejante comentario dantesco para justificar la apatía e incluso el odio camuflado de virtud. Con "paz sin impunidad" y tantas frases acartonadas destruyeron nuevamente el sueño de mi padre, una vez más una generación a la que le apostó ha fallado en ese fin que parece tan sencillo pero a la vez es inalcanzable dentro de la mente de muchos compatriotas.


Lo siento padre, lo siento porque a esta generación se le ha escapado de las manos la posibilidad de crear un nuevo país con mayor igualdad social como el que has tratado de construir desde la academia o desde tu nuevo rol de administrador, se nos pasó por alto a cada uno de aquellos que íbamos por el sí convencer a uno más, nos volvió a faltar el centavo para el peso, el gramo pa' la libra. ¡Fracasamos otra vez maldita sea!


No espero que las futuras generaciones nos perdonen, tal vez nos vean como ignorantes solamente o enfermos quizás, espero que ellos sí puedan construir un mejor presente para ellos ya que nosotros hemos fallado.


Se nos quedó para la próxima mi viejo, lo siento.


P.D.: No fueron ni tan cortas las líneas...

1 comment:

  1. La apuesta por la vida es eso: la vida. Siempre estaremos con la razón no con la violencia. Esta fue una pequeña batalla, la vida continua, la lucha sigue, cada quien desde su lugar. Yo lo haré desde la educación, forjando mentes y espíritus jóvenes. Tú y Monica son mi apuesta al futuro y con Uds. todos los colombianos de bien. Que mejor regalo de un padre a sus hijos: el amor incondicional por La Paz.

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