Sunday 23 June 2013

El Superhombre del siglo XXI

"Lo sabía"



Enhorabuena, después de tantas catástrofes, masacres, noticias del entretenimiento y cosas por el estilo que tenemos que aguantar estoicamente día tras día en mi nación soberana, por fin ha llegado algo digno de celebrarse, algo que esperábamos los colombianos de bien hace mucho tiempo, la gente linda, pudiente y pujante (porque somos bien pujantes): A mi aguadeño del alma, a ese hombre de “fierro” que dirigió y digirió con pulso armado y con corazón grande mi república bananera ahora se lo ha escogido entre los más grandes próceres de la historia colombiana como “El Gran Colombiano”.

Y no es para menos, quién mejor que él para encarnar al Gran Colombiano y al gran hermano que tenía los ojos y los oídos puestos en la sucia prensa que lo atacaba, siempre presto a utilizar sus medios legítimos de escucha en el D.A.S. y en otras partes para llevar a Colombia a la gracia del señor? Nadie, o como dice el colombiano promedio: “Nadies”.

Porque este año es el regreso de los grandes, por ejemplo, en cartelera vuelve el hombre de hierro para reclamar su pedestal como el súper héroe más grandioso de la historia; así es como también, después de toda el agua sucia y llena de kriptonita que le lanzaron al cálido seno de mi expresidente, la sociedad se reivindica y nos lo devuelve a sus justas proporciones al convertirlo en un estandarte de valores y un dechado de virtudes.

La verdad es que no es descabellado comparar al héroe Kal-El del planeta Kripton con el expresidente críptico que tenemos: tiene poderes fascinantes que le permiten saber todo lo que pasa en la Casa de Nariño así en su época no supiera qué era lo que pasaba ni en el sótano de ésta ni en la sotana del Procurador. Su oído de tísico y su odio trifásico hacia “la far” solo era por el amor que le tiene al pueblo compungido de la América India que vino a limpiar. Él, como el Kriptoniano, es un faro de luz para la humanidad.

Yo sé que algún día (me imagino bajo el influjo de una pócima de algún archienemigo) se declaró a sí mismo como Bruce Wayne, como el encapotado ese que vigila con su mano paramilitar a Ciudad Gótica (coincidencia?), pero él no se anda por la sombras, se arregla su seno, se encomienda a la Santa Patrona y, luego de “jartarse” sus goticas de valeriana, sale a combatir el crimen, pero no de forma oculta, sino con todo el poder de su verborrea paisa y con su Twitter ardiente.

Por eso es verdad que él es nuestro superman criollo; y ahora que Superman vuelve sin los calzones por encima, pues así, de la mano de Christopher Nohlan o de la mano de J.J. Rendón o la del Espectador y History Channel, yo conmino a que vuelva mi Uribe así sea sin poncho, qué caray, pero que vuelva ahora, así sea en puerco ajeno cuando encuentre algún empaque vacío que se le parezca, sea “uribito”, ese cachorro que ahora corre libre por la pradera, o ya sea en el cascarón vacío de Oscar Iván Zuluaga, el niño monster ese que lo acompañó en la cartera de Hacienda en su mandato.

Es cierto que muchos izquierdosos y malpensados lo quieren ver de capa caída, con su pecho prominente en tierra o tras las rejas, esa gente mala que no ve todas las bondades de este hombre Tricentenario, de este adalid de la justicia. No ven que incluso no solo tiene súper poderes sino que, como Jesucristo, tiene doce apóstoles que le han guardado las espaldas para que no caiga en manos del mal. Así que se van a quedar con las ganas mamertos, porque es cierto que a Menem lo mandaron a la cárcel por vender armas y por lucrarse de ello, pero a mi hembro Álvaro no le pueden hacer eso porque él nunca se lucró de las armas que les dio a las Autodefensas Unidas de Colombia, él se las regaló (oiga bien, lávese las orejas) porque uno puede hacer con sus cosas lo que se le venga en gana; él demostró en su reinado de difuntos y flores y fosas y desaparecidos y terratenientes y cosas de esas que este país no era más que otra de sus fincas y por ello tiene plena potestad para entregar a sus muchachos lo que quiera, como hizo hace poco el bollo perfumado de Rodrigo Mesa Cadavid repartiendo olores y dinero a diestra y siniestra.

Pues ya lo dijo un amigo, que detrás de toda esa sátira que se usa para acusar a mi Álvaro, está el respeto, el amor y la admiración que se le debe profesar a este homúnculo delicioso que nos tiene en ascuas todo el tiempo a la espera de su regreso triunfal; quiero que las cosas vuelvan a ser como antes, cuando sus muchachos se llamaban con todas las letras A.U.C., no como ahora que les pusieron ese feo nombre de BACRIM (suena como una bacteria, pero es un antibiótico de amplio espectro: mata todo lo que se encuentre), dejémonos de eufemismos por favor!

Quiero que ahora que Andrés Felipe Arias (que es otro “lindo”) vuelva a las lides de la política sana y con tierras que solo los más cercanos al expresidente saben manejar, que dejen ya las absurdas acusaciones contra ese cachorro del imperio que solo quiere mordisquear un poco de la torta burocrática nuevamente. Quiero que Rito Alejo salga ya de esa cárcel maluca que le impusieron por lograr pacificar Antioquia (desagradecidos); que vuelva Papá Pitufo de las selvas norteamericanas y deje ya de comunicarse con José Obdulio a través de sus antenitas de vinil que detectan la presencia del enemigo. Que vuelvan todos por favor, los queremos libres!

Bueno, y si ya no hay de otra, pues que vuelva también Pachito, pero que vuelva al menos a las olimpiadas FIDES para que ahí si salga con todo su jugueteo y sandungueo  a hacer las delicias de grandes y chicos.

Así que esta decisión indiscutida de otorgarle a Uribe el Tótem de la salvación por parte de El Espectador sea el punto de partida para que todo vuelva al cauce del bien, con este súper héroe que nos guardará para siempre en su amplio y cálido seno paterno-materno, eres el “más” de todos los tiempos.

Y para aquellos que no les guste, pues bala señores militares ahora que ya tienen el permiso abierto para matar a todo aquel que tenga cara de guerrillero, izquierdoso o campesino, ahora que ya todo es posible en esa vida que se dilucida para los héroes de la patria. Porque al que no le guste, toca darle en la cara, por marica!

Y al que no me crea, acá está la prueba fehaciente:

http://www.elespectador.com/entretenimiento/arteygente/gente/articulo-429605-alvaro-uribe-el-gran-colombiano

Monday 17 June 2013

Juguemos en el Bosque mientras el Lobby no está!

"Buscando al Lobo"


Horror, escándalo, es un escándalo como dice Raphael, desde la Santa Sede, desde el paraíso en la tierra nos han llegado tristes y amargas noticias cual hiel recalcitrante en los labios, nos llegan las malas nuevas que siempre habíamos temido antes de la venida gloriosa de los salvadores de la fe: Francisco el hombre, el Papa misericordioso y humilde como un billete de 50.000 ha aseverado categóricamente que dentro de la más pulcra institución jamás establecida en esta tierra de corderos existe un foco de pecado y de putrefacción que llega desde la zona más excremental del ser humano, dice que hay un Lobby gay en la Santísima Sede.

Divino Rostro! Virgen de la Agarradera eso yo no lo vi venir, ni yo ni los más puros representantes de la Iglesia, porque si hay algún marica en la comunidad del anillo de San Pedro sería el acabose, el final de los tiempos.

Porque dilucidar que hay un Lobo entre las ovejas, que hay un lobo disfrazado de cura es una cosa, ya sea por cuenta de las actuaciones cuando apoyan a los pederastas o cuando bendicen a los santos dictadores es una cosa bien sabida pero también bien negada y tapada, que siempre han estado dispuestos a canonizar a todo aquel que se arrepienta y aumente sus arcas es materia de otro estudio canónico o protestante, pero aducir que hay un Lobo Gay en los pasillos y corrillos de la casa-estudio de San Pedro es una vaina loca, venida de un mundo apocalíptico.

Pero quién será el famoso lobo gay, un lobo disfrazado de caperucita que anda rondando en Roma (maldito lobo trasvestido)? Será alguno de los capuchinos, de los mocachinos, de los frapuccinos o de pronto Aurelio Cheveroni que ahora anda desempleado? Necesitamos más información Santo Padre!  Santa Cachucha lo que se nos vino pierna arriba.

Habrá en serio gente que quiera mover los hilos dentales dentro de la sacra institución Apostólica? Porque si es así se quedaría sin fundamento mi doctor Gerelin que se apoya en los conocimientos anti excrementales de los curas. Mi inquisidor favorito, disfrazado de Procurador General de la Nación, debería reevaluar sus concepticos jurídicos para cazar brujas y subir alfeñiques; El concejal visvirioladito que habla contra Canal Capital y su pachanga de LGTBI’s (me disculpan, no sé cómo se utiliza el plural en las cosas de género) se desbocaría contra los apasionados curas que se hacen revisar la sotana por debajo. Faltaba más!

Pero no nos queda más que creerle a este Papa que es tan buena papa, que es un ovulo de San Pedro, y no lo digo en el mal sentido, sino en que es toda una madre Teresa de Calcuta en almíbar cuando habla con su tono pausado y acogedor (cual motel de la Caracas) acerca de las reivindicaciones que por años o por siglos se ha negado a dar la embajadora de las estrellas, la Santa Sede.

Es que díganme si no es todo un lindo cuando renuncia a ponerse en un altar de oro y se acuesta únicamente sobre su purísimo mármol peruano en las bóvedas de la Catedral de San Pedro, o si no es todo un bello cual adalid de la justicia cuando llama a esos malos ateos y les dice que si son buenos pues no son tan malos (dah’), que si hacen bien las cosas podrían sentirse regocijados con la gracia del dios que no tienen… eso es un tipo genial, una mente brillante y pulida.

Yo si digo que este es mi Papa, el señor cara de Papa que estábamos esperando durante mucho tiempo, pues al ser un padre Franciscano que se llama Francisco ha renunciado a todo el placer mundano y a las riquezas materiales, como tener cuenta en un banco a pesar de ser el director en jefe de uno de los bancos más grandes y prestantes del mundo: El Banco del Vaticano.

Así pues Padre Santo, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te pedimos humildemente que nos muestres quiénes son esos señoritos gais que andan meneando sotanas y aceitando los engranajes y los báculos del poder dentro de la más hermosa institución del Señor. Avísanos pronto quiénes son los que atestiguan con la parte de atrás  en los monasterios y conventos para así llevar al camino de la perdición a todo este rebaño compungido y lleno de dolor.

Es hora ya de librarnos con lista en mano de todos esos malos elementos que corrompen de manera sistemática a los órganos reproductores de la fe, que tientan a esos seres alados de excelencia pura que son los sacerdotes. Necesitamos una lista de esa mala gente que quiere hacer a la Iglesia más inclusiva y sin reparos moralistas venidos de reglas arcaicas, necesitamos librarnos de esos librepensadores y progresistas que creen que la libertad es libertinaje, que los placeres de Onán son de sano desarrollo de la personalidad y que no importa el receptáculo del amor, si bien en el máximo libro escrito por la mano pudorosa de Dios claramente indica que hay que deshacerse de esa mala yerba y de los adúlteros y de los pecadores y de los mariscos y del puerco.

No se diga más pues, Pachito muéstranos ahora con tu humildad terrenal y franciscana cómo debemos proceder contra esos ayudantes de Sargatanás y Azrael, contra esos malos comensales que quieren comer del cuerpo y de la sangre no solo de nuestro salvador, sino de todos sus vecinos y parientes sin importar sexo, raza o nacionalidad, porque siempre hay que recordar que Dios nos ama a todos pero aplican condiciones en letras menudas. Porque siempre el máximo jerarca de la Iglesia es el único que tiene la verdad revelada en todo momento, quién mejor que un cura anciano y célibe para saber qué es bueno o malo en la cama?

Por ello ahora díganos quiénes son los del Lobby gay, son los de la recepción o Lobby, son los lobos que se hacen llamar en un diminutivo “Loby” o aquellos disfrazados de pingüinos pero que tienen la sangre de un halcón al vuelo, cazando cualquier animalito indefenso en la pradera. Díganos porque desde las tribunas que ha abierto esta nueva ola de conservadurismo en Colombia estamos preparados para incinerar libros, cual Procuradores, o pacientes en aras de la castidad y la moralidad eternas.

Aprovechemos entonces para jugar en el bosque del Señor cual cervatillos mientras los del Lobby no están.

-       Juguemos en el bosque mientras el lobby no está!
-       Lobo estás?
-       Me estoy poniendo la sotanaaaaaa…
-       Uuuuuuu

Tuesday 11 June 2013

Habemus Doctore

"Os venimos a auscultar"


Enfermarse es un karma terrible, no importa en donde sea o como sea; sea en Cafarnaúm o en Bogotá la cosa es seria porque uno no está “mamando gallo” ni jugando a ponerle la cola al burro, uno siempre está en su momento más desesperante: puede ser por una molestia pulmonar, por una crisis hepática o por una “hijuepuerca” pera del infierno (eso me pasa por dármelas de “saludable”), todo es un dolor incesante.

La medicina en Colombia está en crisis desde que recuerdo, antes por la falta de cubrimiento o por lo costoso de los tratamientos, ahora por la falta de cubrimiento o por lo costoso de los tratamientos (no me equivoco en repetir); en realidad, después de miles de debates, análisis de expertos y miles de millones de pesos gastados no ha pasado nada monumental, la gente sigue siendo mal atendida y mal diagnosticada, mal operada y maltratada. Esa es la ley general de la salud.

Y es obvio que no solo en Colombia pasa eso, en los poderosos Estados Unidos de América también se mueren por negligencia o por no tener seguro, pero es que mi amada patria se lleva muchos honores en el campo de la desatención de su población enferma; no es gratis que se hable del paseo de la muerte.

El sistema está mal, literalmente, está jodido y llevado del carajo… pero también existe otro factor que afecta duramente al enfermo: la actitud de los doctores.

Así como no todos los colombianos somos narcotraficantes o putas, no todos los médicos son malos, pero debo decir que hay muchos que rayan con lo absurdo en sus actuaciones. Sé que combatir al sistema es complicado, pero eso de ni que siquiera puedan verlo a los ojos a uno porque desde que se gradúan reciben el título de doctor en medicina y apoderado ungido de Yahvé es una cosa muy triste.

Porque vamos a analizar al médico promedio de cualquier parte. Es cierto que hay muchos que si estudiaron, que si pasaron y que si aprendieron todo lo que se debe saber de anatomía y farmacodinamia  (la palabra chusca del día), pero hay demasiados que pasaron a punta de aburrir al profesor de turno o de hacer tareas o mandados, gente (conozco a varios) que se tardaron el doble de lo que dura esa profesión para recibirse, porque amaban tanto las materias que cursaban, que las repetían varias veces.

Es que como Dios no puede estar en todos lados pues creó para la humanidad a seres descorazonados que poseen todos los conocimientos del creador y todopoderoso: los médicos, ellos son como los querubines de la cadena humana, son dioses humanados venidos con los más altos estándares de lo que debe saber el ser terreno, los demás solo somos simples bichos que pastamos en la ignorancia de no conocer términos como “la Fascia Lata” u otras delicias del argot “mediquense”.

Así pues, los médicos son seres de conocimiento pleno que han venido a salvarnos pero con malos ojos, con mirada arribista y con asistentes sádicos: las enfermeras (no hablaré de “enfermeros” porque me parece una contravención al oficio y al uniforme, las faldas no les quedan muy bien que digamos). En palabras de un muy buen amigo mío que es médico illuminati non plus ultra de todos los tiempos (aunque también trastabilló bastante en esa carrera) dijo una vez: “no pues, qué chimba, estudiar cinco años para ser la ‘queca’ del médico”, que conste que no lo dije yo sino un adalid del cuerpo médico colombiano.

No creo que sean tan “quecas”, pues eso de andar limpiando las porquerías de otro requiere de una paciencia y virtud descomunales, eso de andar detrás de los galenos corriéndoles para arriba y para abajo debe ser muy duro, eso de acostarse con ellos también debe ser complicado sobretodo por los horarios y el uso de las camillas, eso de insensibilizarse frente al dolor ajeno requiere de una virtud magnánima, y si no, imagínense, una enfermera que no arranque una cura con dolor, que busque con cariño una vena o que se apiade de una “parturienta” no le daría el toque de miseria que requiere un hospital. Por eso creo que las enfermeras cumplen un papel honroso en la anatomía del desastre hospitalario, ellas son la savia vital de la limpieza médica que se requiere, como un sistema linfático vestido de blanco y gorrito, el enema que todo cuerpo necesita.

Y hay que decir una cosa, cuanto más alto sea el título obtenido por el médico, mayor será el desprecio con el que te trate; y es obvio, yo también lo haría! Cómo voy a mezclarme con la chusma que no sabe como curar ni una gonorrea! Faltaba más, si cuando se gradúan ya tienen el ego más grande que poronga de afro descendiente, es evidente que después de varios años de internado resultan ser mejores que Jesucristo Superestrella; el ego no les da ni para voltearla a ver a una pobre (como persona). Por algo uno de esos cafres con bata me dijo una vez “para qué lees un libro mío, ni lo vas a entender”, como si se tratara de un códice antiguo escrito en arameo asmoneo (eso es de los esenios joven). Ese si es mucho XQ28 maldita sea!

Otra cosa, depende de la especialidad de cada uno para que le saquen a relucir todo su conocimiento: cuando son psiquiatras uno está chiflado, cuando son orto-pedistas uno está chueco, si es alergólogo uno está chandoso, si es cardiólogo uno es arrítmico, si es cirujano plástico a uno le falta plástico, si es fisiatra uno es amotriz, si es hematólogo uno es un sangrón, si es médico nuclear (o atómico, se dice atómico) lo quiere convertir a uno en el hombre nuclear, y así…

Aunque no todas veces lo miran mal a uno, porque cuando uno va con el dinero en la mano (plata en mano, culito en tierra) entonces si lo atienden a uno a las mil maravillas; mejor aún cuando uno va con medicina prepagada se abren de... abren bastante los ojos y lo atienden a uno como a un rey, porque como buenos amantes del dinero, también aman a todo prepago que llegue. Y eso que no voy a hablar de los negocios con las farmacéuticas o con "Mi Herbalife" porque me pegan.

Pero qué queda por hacer después de todo, bajarse los pantalones y rezar para que el semidios de turno se apiade de uno, le recete su buen ibuprofeno genérico y lo mande para la casa a hacerse lavados con agua y sal. No sé cuantas materias ven con el ibuprofeno pero les fascina, ya tiene uno que llegar con el ojo afuera o con la carótida reventada para que le formulen algo con más poder (un ibuprofeno Genfar).

Así que respetemos el Habeas Data de los “dotores”, nunca cuestionemos ninguna de sus recetas veterinarias ni tengamos una segunda opinión, mucho menos buscada en Wikipedia o esas fuentes ovejunas, simplemente agachemos la cabeza frente a estos titánicos seres iluminados y a sus huestes de troles vestidos de blanco y gorrito, pues ellos son la salvación de todos los decadentes humanos. Habemus doctore!

P.D.: Un abrazo grande para todos mis amigos médicos, los quiero mucho y los respeto más, pero a veces si deberían bajarse un poco, pero solo un poco, de la nube. Gracias por aguantar mis interminables consultas babosas.