Sunday 27 May 2012

Arroz con leche me quiero casar!

"Tranquilas niñas, el blanco es opcional"


En estos días he estado pensando bastante, en mi vida desordenada hasta más no poder, en no poder nunca ceñirme a un presupuesto (por eso mantengo endeudado), en mis pachangas extremas y extremistas, en mi desorden alimentario, en mis 2 o menos horas de sueño nocturno, en mi desastre habitacional, en mis horarios irregulares, en mi sobre exposición a internet, en mi sucesión de eventos sin sentido, etc. 

Me he detenido por fin a pensar, a racionalizar mi conducta irresponsable y sin sentido, mi vida de excesos y lujuria (ay que rico), de tachas y perico como lo afirma “Galatzia”, de lustrosa pasividad hacia el futuro y mi caminar solitario y sin meta fija. He tenido que sentarme un buen tiempo (por eso dejé al Facebook en paz), meditar y reflexionar (no sabía que conocía tantos sinónimos) acerca de lo humano y de los más humano de mi acontecer diario, porque errar es de humanos, pero es más humano echarle la culpa a otro. Lastimosamente descubrí que no había otro responsable más que mí mismo ser y carácter y tal vez mi pereza instruida a través de muchos años por el mejor maestro que conozco: Mi desocupe programático.

Y en un momento de gracia, de iluminación temprana y de estimulación ligera (no piense mal, estaba estimulando mis papilas gustativas con una papilla de banano con aguacate) la respuesta llegó a mi como por entre un tubo, una respuesta básica que debí haber visto desde hace mucho tiempo, una respuesta que me sacará de mi embobamiento literario y de esta pasividad no lucrativa.

Lo descubrí: tengo que casarme! Tengo que formalizar una relación con alguna mujer (no me gustan los hombres aunque acá esté permitido) y formar un hogar medianamente normal, luchar por mantener un enamoramiento serio y con compromiso y dejar esta vida loca y sin frenos que me lleva arrollado desde hace un buen tiempo.

Lo descubrí también en uno de mis múltiples viajes hacia el Viejo Puerto de la ciudad (que ahora no me deja caminar mucho por sus protestas), en el cual vi en ese día en particular, tantas parejas caminando de la mano a la luz de un hermoso día (awww), tantos padres y madres jugando con sus hijos y disfrutando de un paseo de olla sin olla (y sin estar en la olla como en Colombia) con sus amados infantes y pocas mascotas.

Vi a esos pequeños retoños con sus caras sonrientes y sus risas contagiosas y no pude hacer algo más que reír, ver que existen otros en el mundo (increíble, hay más personas aparte de mí en el mundo… guau!) y que la vida continúa… 

Vi a esas abnegadas madres corriendo detrás de los niños que sentí una envidia de la buena por estar en sus zapatos bajitos y con suela antideslizante, en sus zapatos sin estilo debido a que deben ser cómodos y no lujosos para perseguir a un pequeño en fuga. Vi a esos padres que aún están al lado de sus hijos acompañándolos al sube y baja, a los columpios y a montar en bicicleta; me pareció genial debo admitirlo, debe ser una cosa del otro mundo… Con razón mis padres se deleitaron tanto criando a este par de hijos hermosos que tienen (bueno, al menos denle el título a mi hermana).

Descubrí mi misión en la vida: me debo casar, porque eso de traer niños al mundo en una relación de concubinato o de “arrejuntamiento” no va con mis altos estándares establecidos por mis padres y familiares, por Dios! Eso de andar pariendo sin argollas (no hacer mención de la palabra a un argentino, por favor), sin un compromiso conyugal no está bien; me enseñaron que deben haber dos figuras paternales que acompañen el crecimiento físico e intelectual de un nuevo individuo.

Me debo casar, ya lo dije, con una señorita de la capital (como dice la ronda para niños): que sepa coser, que sepa cocinar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar!

Es que me pregunto yo, a estas alturas de mi vida, a este minuto 90 del partido: en qué voy a gastar todo mi tiempo libre? Quién me va a acompañar de día y de noche a un habitáculo al que llamaré hogar? Quién me regañará por todo lo que haga bien o mal? Quién me llamará unas 70 veces al día para saber cómo estoy (ojo, eso no quiere decir que sea intensa la señora, es que se preocupa)? Quién me va a levantar un sábado por la mañana a realizar alguna compra o a arreglar algo descompuesto? Quién me va a sacar de mi movimiento lento como el de un teletubbie en una cama de velcro para matar algún insecto mortífero que amenace por completo a la raza humana?  Quién me va a sacar en cara todo error que haya cometido hasta el momento en la relación? Quién, pero quién me grito a mí mismo!

También quiero tener hijos, evidentemente. Por ahora me gustaría uno, así como el hijo de mi amigo Adrián, el cual lo despierta desde las 3 de la mañana. Viene otra vez la preguntaredera: Quién me va a levantar a desmedidas horas de la noche para cambiar consentir a un infante? A quién tendré que cambiarle los pañales a cada momento? En quién gastaré mi hermoso tiempo libre? Con quién montaré bicicleta? A quién le gastaré un helado que se chorreará por toda su anatomía? Quién me pondrá en aprietos al tener que darle de comer? A quién le enseñaré a hacer del “uno” y del “dos” en los lugares adecuados? Quién me orinará mientras lo esté cambiando (favor no hacer comentarios aberrantes con adultos acerca del tema)?

Es una variedad de preguntas que me llenan todos mis pensamientos; obvio que eso de que sepa coser, como dice la canción, es un sueño casi inalcanzable y casi húmedo (créanme, cierta vez tuve que esperar más de un mes para que me arreglaran un pantalón); tranquilas mujeres, que los hombres ya nos acostumbramos a que sean todas unas princesas y no sepan hacer nada, que su lugar no está detrás de una estufa ni delante de una máquina de coser, ni más faltaba que solo su estatus sea el de una “queca”; ahora ya sabemos (a Dios gracias) hacer todas esas cosas “esclavizantes” que no saben ustedes hacer: planchar (un amigo acaba de gastar 100 dólares en plancha y mesa para ese fin), lavar (un amigo de mi padre dijo “si hubiera conocido la lavadora no me hubiera casado”… no estoy de acuerdo), cocinar, zurcir ropa, hacer dobladillos, cambiar pañales y limpiar la casa… lástima que morfológicamente no estamos diseñados así, pero créanme que si pudiéramos también sabríamos amamantar y parir, para que no se cansen las refinadas damas de hoy en día.

Pero ahora lo tengo claro (tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada), como dice la presentadora en su cosa política “está claro”: debo conocer a una mujer que sea mi esposa, que sea la madre de mis hijos y la dueña de mis compromisos; una mujer que me vea digno de mezclar mis genes con los suyos y de formar un hogar… Sé que es difícil encontrarlas ya que a veces la hoja de vida no da para tanto (porque antes era suficiente la labia, ahora hay que preparar una hoja de vida impresionante). Espero casarme pronto, para por fin dejar de cuidarme y salir de estos 56 kilogramos de magra anatomía y regresar a unos delicioso 70 que alcancé alguna vez, o no se han dado cuenta que todos engordamos cuando nos casamos o tenemos parejas estables. Mentiras, obvio que seguiré mi régimen de ejercicio brutal y de 1000 calorías diarias para así no solo ser un consorte más sino un amante para mostrar. 

Así que ya lo saben, espero recibir propuestas (porque ahora la mujer propone y el hombre dispone, no pueden esperar menos ya que ahora llevan las riendas de todo en el planeta señoritas)… No tengo una hoja de vida impresionante pero tengo buenos sentimientos (awww) y no exijo mucho, bueno nunca más de lo que ofrezco: una belleza latina con algo de inteligencia y con un toque de sarcasmo (en una nota, el otro día conocí a una mujer no solo hermosa, espectacular de cabo a rabo –mmm-, de curvas más que perfectas, rostro divino y totalmente femenino y áureo, sino con un porte y elegancia que raya con lo ininteligible, pero que triste fue descubrir que su cabeza solo le servía para sostener ese ondulado pelo brillante)…

Y no digo con lo anterior que las lindas sean brutas, ni más faltaba: conozco a muchas mujeres espectaculares en mi vida que son muy inteligentes (algunas demasiado): abogadas, administradoras, arquitectas, doctoras, periodistas, enfermeras, profesoras, pocas pero lindas ingenieras (en ese orden)… y conozco a algunas, digamos no agraciadas, mujeres de perfiles bastante indeseables (eso de que no hay mujer fea y que la belleza va por dentro es una mentira muy fea) que también tienen la característica de no tener nada en la cabeza; todo es muy relativo. Como dice el adagio popular: lo importante no es que esté buena, lo importante es lo que dure buena (en muchos sentidos).

Así que buscaré una linda señorita que adorne con su presencia mi vida solitaria y que me aporte algo más que su belleza para así, establecer de una vez por todas un hogar en el cual crear (que es la parte más sabrosa y a la que me gusta dedicarle más tiempo) y criar hijos, los cuales podrán hacer gala de que nacerán canadienses y hablarán muchas lenguas gracias al multiculturalismo de esta ciudad del pecado. Es más, a la luz de la liberación femenina, pido e imploro que, así como son tan liberadas las mujeres actuales, me busquen y me hagan propuestas matricidiales para cambiar un poco el protocolo.

Con ésta sí, con ésta no, con esta señorita me caso yoooo…

Nota: Porque “yo no quiero trago, yo no quiero más drogas, yo te quiero mujer, vos sos lo que me ahogas, yo no quiero ruedas yo no quiero más alcohol, sálvame vos sos mi última opción”, ya no quiero que la gente solo diga que siempre consigo dinero para drogas, alcohol y para el puteadero, que siempre me lleva la fiesta semanas enteras y no me suelta!

Otra: Creo que también esta iluminación precaria viene a mí por el patrocinio de mis amistades, amigos y amigas que ahora se andan casando a diestra y siniestra de manera siniestra (si ven que la izquierda siempre es mala?). O andan teniendo hijos por todo “Tabio” a la luz de ese maldito Facebook que nos comenta la felicidad de otros.

La última: Ahora que Facebook (hablando del diablo) tiene la función de saber a qué horas fue leído el mensaje que mandamos o que nos mandaron, cómo van o vamos a hacer para lucir más interesantes al leerlos pero no contestar? Al demonio con tanta tecnología, ahora si nos tocó ser más humildes y contestar en el acto.

Friday 25 May 2012

Rápido y furioso: Reto Merl-ano.


"Tonces qué ma ñiño"

Ñerda primo, es que ahora ya uno no puede andar tranquilo por las calles mi negro, no puede pasear con confianza en su nave porque llega algún sopla vergas vestido de verde a pedir papeles y a que les soples el tubo, tú me estás mamando gallo?  Me viste la cara de marica? Me viste cara de cachaco o qué vales mía? Joda mi vale, te montaste en la moto del violador, porque no me hago ninguna prueba de alcoholemia, cógela suave, ni que fuera marica… Porque si un policía (o tombo que se le llama también) detiene a un tipo fino en su camioneta, se va a ganar su garnatá (que me disculpen pero no sé cómo se escribe); animalito atrevido!

Pues sí señores, en estos días pasó el incidente con el dirigente costeño Merlano  (cógeme el banano) que trascendió en la opinión pública, no solo por la insistencia del susodicho personaje en no realizarse una simple prueba (que le aclaro a todos que es totalmente válido), sino por su insistencia en que cualquier mortal debe arrodillarse ante él porque es un personaje público; no pues! que no pague impuestos tampoco ni que pare en el semáforo, porque 50.000 votos son suficientes para hacer lo que se le dé la gana (aunque su votación real fue de 31 mil y algo, costeño “metemonos”, “cule’ paco” que metió).

Pero es lo típico, es lo normal, todos los congresistas, senadores (o cenadores), representantes, diputados, asambleístas, etc., son los especialistas en pasarse por la faja toda ley de la república, desde las normas de tránsito hasta los límites de financiación de campaña. Es común ver que estos animalejos (el congreso debería llamarse Animalandia) se creen por encima del bien y del mal, se creen los rectores de la ética (pelética pelempempuda) y que todo está diseñado para su eterna comodidad.

Aunque debo admitir que es más gracioso aún que la opinión pública ahora quiera “tumbar” al señor DelAno (ay perdón, ese es un jugador) por un simple video hecho por la policía (me sigue asombrando que se haya filtrado) y porque, en su válido y completo derecho al desarrollo de la libre personalidad consagrado en la sagrada constitución política de Colombia (si mi amigo que no es abogado, así es), se haya negado a soplar un tubo lleno de babas de otros borrachos. Es que no aprendieron del bochorno que hicieron cuando quisieron ganarle a Santos desde Facebook con las payasadas de Mockus?

Es cierto también que las redes sociales están creciendo y generando oposición y algo de opinión (muchas veces errada), pero de ahí a que logren hacer renunciar a un honorable parlamentario (para reducir palabras H.P) hay mucho trecho; pero reaccionen por favor, primeramente (o sea de primero, adverbio masculino en desuso) Facebook no llena votos, esos se hacen en las urnas. No tienen ni voz ni voto después de haber botado su elección por el señor en cuestión, esa es la gracia de la democracia queridos e “ilustrados” protestantes. Segundamente, repito que uno está en todo el derecho de negarse a la prueba de alcoholemia que obligan los señores agentes (eso me lo explicaron los abogados de la familia –Sí, yo consulto antes de escribir-). Y terceramente, es un derecho de todo ciudadano del común, casi una obligación, burlarse de los iluminados policías y de fuerza pública, de esos señoritos que creen ser los jueces y verdugos de todos los colombianos de a pie solo porque cargan un bolillo y una pistola.

Es nuestro deber y salvación hacer mofa de ellos siempre y en todo lugar, de esos señores agentes que se las dan de muy machos y se “cogen” entre ellos (nota corta, por eso es que había un pabellón en la cárcel “La Picota” destinada a albergar a los militares (y paramilitares que son los mismos), y era mejor conocida por el nombre oportuno de “El pabellón Cuatro Bolas” porque eso en cuatro no se ve, no se ve cómo el coronel “clava” al raso –Ay, sí señor, señor! Rásqueme con la de mear, Señor! Creoque era el pabellón número 8 -el culo de te lo abrocho-), quienes se visten de verde o de azul para hacer cumplir la ley, pero la ley del que más les pague o del que mande.

Momento, me desvío (y hasta sexualmente) del señor Merlano. Es un abogado que sabe sus derechos y el poder que ostenta siendo senador de la república. Lo que sí le critico a mi don, a ese hijo de… congresista preso por parapolítica, hijo que acogió las banderas de su santísimo y beatísimo padre quien hacía proselitismo político de la mano de Rodrigo Antonio Mercado Pelufo, alias “Cadena”, conocido y temido paramilitar que hacía votos con balas y muertos, es que se apoye en su votación para infringir la ley.

Bueno, aunque siendo sincero, quién no ha utilizado algunas argucias para librarse de sus compromisos con la ley o con la justicia. Cualquier excusa es válida, desde aquella que reza que las interceptaciones ilegales son solo “una bobadita”, hasta la conocida mordida que ofrecemos todos cada vez que nos atrapan en una de nuestras pilatunas automovilísticas (yo le doy para las gaseosas mi señor agente). Yo también habría hecho lo mismo; si Pirri se lanza para presidente solo por su página en Facebook o Mockus creía que iba a ganar a punta de “Me gusta”, yo también me montaría en mi curul y no escucharía a nadie y pasaría por encima de todos (o ustedes no?).

El señor tiene todo el derecho de inflar su votación para parecer más importante (porque todo costeño es crecido) y decirle a los policías que “la cojan suave”, que ellos no tienen ni educación  (porque lo importante es la educación, a usted le pueden quitar todo menos la educación) ni autoridad para estar contra el voto popular.  Y tiene todo el derecho divino de utilizar su posición y los recovecos legales para evitar a la ley, como su eminente padre, quien fue el primero en renunciar a su fuero para hacerle “conejo” a la ley y ser procesado por la justicia ordinaria.

Dejen jugar al Merlano (en serio que apellido tan fácil de burlar), que él iba rápido y furioso, en su camioneta para alguna de sus pachangas, o para algún concierto, así sea para delinquir como todo Merlano que se respete; así que respeten y no sean maricas, que él verá si va o viene borracho de algún “espeluque” con champeta y toda la cosa, de mama’ ron, de abrazar a la pipona (a los que no son costeños eso es una presentación del ron para ellos). Espernancate amigo policía, ábrete del parche que no tienes nada que hacer frente a un costeño con poder, que solo hueles a sudor y a grajo (nunca le digan “chucha” a un habitante de la costa porque piensa en otra cosa).

Espero que esto cierre la discusión y que no juzguéis pues seréis juzgados, y con la vara (y las barras) que mides seréis medido. Por el derecho de todo congresista de sacar pecho por sus votos y mangonear a Generales, Coroneles y policías: Salud! 

P.D.: Mis amigos furibundos, enfrascados en la pelea inútil de tumbar a un congresista: en serio no lo van a lograr, ni con Merlano ni con Corzo, ni con ninguno; para eso es el poder, y el que lo vive es quien lo goza (como el carnaval). Así que dejen de hacer el ridículo.

P.D.2: En serio, no lo van a lograr, hay que leer las leyes para entenderlas y sino caen en falsos cuestionamientos queriendo pasarse por la faja a las mismas que quieren invocar. Hay que leer antes de opinar. O al menos preguntarle a alguien que sepa de las leyes y que pueda interpretarlas.

Notilla: Lo poco que sé de “costeñol” lo aprendí a través de la sobre-exposición a varios representantes de ese orgulloso pueblo del prominente “ajá”, que nos deja desconcertados cuando finalizan una frase con esa palabra. Ejemplo, estábamos en la casa, mamando ron y… y ajá! (para el cierre, quería utilizar la palabra “jopoloco” pero no supe dónde meterla, disculpen)

Wednesday 23 May 2012

Emborrachadita de la bomba estás!


"Sube, sube que la bomba va! Dando media vuelta..."

Este país (bueno, mi país de origen) es sumamente gracioso; ocurren cosas descabelladas y hasta sin sentido que nos dejan con la boca abierta a todos, que llenan nuestra imaginación y nuestra memoria colectiva de sucesos extraños y personajes oscuros, de destellos y luces centelleantes que iluminan nuestro caminar lleno de preocupaciones diarias: La renta, el colegio de los niños, el crédito del ICETEX, la tarjeta Codensa, dónde carajos está Umaña, etc.

Es que debo admitir que son muy raros los días en los cuales uno lee la Revista Semana o el diario El Tiempo (alguna que otra vez leo otras como el Colombiano pero generalmente me da pereza) y no se encuentra con alguna “perla” venida de la más profunda imaginación macondiana; suceden hechos extraños como en el que dos curas (que parece no tenían cura) al parecer se mandaron a eliminar por supuestos líos de faldas y sotanas.

Y ahora, obviamente nos llegan más noticias extrañamente precisas; no voy a referirme al caso de Sigifredo López (ese apellidito otra vez) que, de ser cierto, sería lo más loco y descabellado que uno pueda escuchar… Utilizar una estrategia tan extraña para despertar “congenialidad” entre sus paisanos es una vaina loca, sacada de los pelos y de los cabellos, algo que escapa realmente a mi pobre imaginación debido a su extrañeza y algo de estupidez, porque pasar tantas penurias y tantos vejámenes, tantos años en cautiverio por algunos votos me parece realmente catastrófico por su falta de ética, así sea la de un político.

Lo que quiero hacer referencia es a esa oposición extraña que se ha creado en el país, en mi país del banano, en el cual es más difícil hacer oposición que hacerle un nudo a un banano, ha nacido una poderosa facción que raya con lo estatal, que se hace ahora desde Twitter y que colma nuestra paciencia hasta un extremo fatal: la oposición de Monsieur Uribe.

Él, dando a conocer su gala de magnánimo rector de la moral, la ética y la democracia ahora tiene de tarea, de oficio diario el escribir 140 caracteres como un maniático (y no sexual que hasta se lo perdonaría) en los cuales reprende con su santidad característica al mandatario de turno, el cual le recuerdo, fue puesto (o colocado?) por la lumbrera de Uribe y José Obdulio. Tiene ese celular al rojo vivo de tanto comentar, se ha vuelto un experto en comprimir textos largos en frases cortas con su astucia y mordaz crítica (ah, no contaban con su astucia).

Pero más extraño que ver a alguien como Uribe chiflando todos sus pensamientos es ver todos los acontecimientos que han pasado en el país (maldita sea, más violencia). Estos que me parecen, como ya lo dije arriba, extrañamente precisos y sincronizados, pulidamente sucedidos como una seguidilla de “puntazos” a la opinión pública para mover masas furibundas hacia una nueva ventisca venida de la imaginación autoritaria.

El ataque con la bomba magnética al ex ministro Fernando Londoño (al que no se le acabó el madroño) fue el primero de estos acontecimientos: al analizar el modus operandi de los atacantes surgen muchas dudas respecto a su procedencia: ese mecanismo magnético nunca había sido utilizado en Colombia (que yo sepa) aparte de algunos entrenamientos que tenían los agentes del D.A.S. con los señores de las Autodefensas (si ven que es extraño). Otra cosa: siendo los atacantes tan profesionales en saber los tiempos de los semáforos, los movimientos precisos de la comitiva del ex ministro y el funcionamiento de tan sofisticado aparato magnético, me imagino que sabían que el señor se transportaba en la parte trasera del vehículo, cosa que es fácil de suponer, de por Dios, hasta yo lo sé y no tuve que hacer un curso de “inteligencia” como los señores militares –sé que es una ironía eso de la inteligencia militar (o un sarcasmo) pero no voy a desprestigiar a tan lustrosa institución-. Entonces viene la pregunta del millón (o sea que no vale nada porque un millón de pesos no son nada): por qué carajos pusieron la bomba en la parte delantera y tan lejos del amado inversionista?

Sigue siendo extraño, bueno aún más extraño, que haya sido exactamente el día en que mi presidente (el iluminado sucesor) se iba a lucir, iba a mojar pantalla (y cucos) con el primer envío de mercancías que se hacía hacia los Estados Unidos por obra y gracia de ese delicioso T.L.C. que nos endilgaron por el ort* y sin vaselina.

Pero las extrañezas no terminan, como dice Proyecto Uno (duro y seguro): No Pares, sigue, sigue. Los militares (sigo diciendo, iluminados ellos por su inteligencia) ahora hablan y secretean de un posible golpe de estado, de derrotar a esos izquierdosos y facinerosos que campean por el nuevo gobierno e implantar uno que realmente le sirva a las necesidades del país, necesidades como aquella de ampliar el fuero militar hasta que nos puedan dar “fuete” sin rendirle cuentas a nadie (porque yo soy la hija de nadie). Los señores retirados quieren  volver a mandar y, como en toda conspiración, niegan cualquier intento o plan desestabilizador para el país (como lo afirmó Piedad Córdoba).

Y para finalizar todo este andamiaje de acontecimientos desafortunados, ahora llegaron noticias desde la pampa argentina (y eso me recuerda a Pampita), bueno, del mar de plata digamos; encontraron un artefacto explosivo que iba a ser utilizado para atentar contra la vida y gracia del Doctor Álvaro Uribe en un auditorio donde, como un sarcasmo más, iba a dictar una conferencia de liderazgo internacional. Al principio un juez argentino afirmó que era un aparato explosivo, “un aparato simple que podía provocar varias muertes” (como el celular de Uribe), pero ahora, la policía desmintió un poco esta versión diciendo que el artefacto en el teatro Rex, sobre la Avenida Corrientes (y la llevó a caminar por Corrientes), no era más que una bomba de estruendo, como Uribe con su Twitter.

Siguen siendo extrañas coincidencias, como algo orquestadas me atrevo a decir sin tener elementos suficientes para aseverarlo con firmeza; tal vez es “hilar demasiado fino” como lo aseguró el mismo Uribe cuando se cuestionaban las partidas presupuestales de Agro Ingreso Seguro, que, según la justicia, fueron realmente desviadas (qué, un amigo de Uribe preso? Eso sí es noticia!). Claro que las F.A.R.C. amenazan a todo aquel que no piense como ellos o que gane más de dos salarios mínimos, igual que el gobierno y la derecha recalcitrante con impuestos y leyes represivas, pero que tengan tal capacidad operativa en las urbes es un poco complicado.

También es claro que las bombas hicieron su efecto; ahora todo el mundo cuestiona a mi presidente y habla del regreso de Uribe; las redes sociales se llenan de mensajes de repudio a los ataques de la guerrilla contra los colombianos de bien. Es obvio que yo también repudio los actos violentos, como el de los 12 soldados en la Guajira, en esa tierra donde la arena se funde con el sol y donde la guerrilla se funde con Chávez aunque esas relaciones aparenten estar frías; es obvio que lamento la muerte de los escoltas y que hayan heridos solo por un acto de violencia irracional, pero que pasen tan sincronizados como lo han hecho, es por demás sospechoso.

No aseguro ni digo nada ya que sería irresponsable de mi parte, no afirmo que sean estos ataques gritos de cambio de la derecha que quiere nuevamente el poder, no digo que las F.A.R.C. no puedan estar involucradas en tales planes de desestabilización en el país, no digo tampoco que los militares estén detrás de todos estos actos violentos ni que sea el ánimo de algunos mover a las masas hacia la derecha totalitaria… No señores y señoras, damas y caballeros, no digo nada de eso, simplemente digo que me parece muy extraño.

Espero que la gente del común, esos que comentan desde las redes sociales y desde medios electrónicos, evalúen un poco mejor la situación y no se lancen como un Ñu al precipicio solo por seguir a la manada. Espero que la opinión pública no esté “emborrachadita de la bomba”.

P.D.: Eso de que la bomba era solo ruido me pareció comiquísimo, ya que se parece a la supuesta víctima: Uribe. Aunque espero que esto no tenga un efecto rompedor como dijo la policía gaucha. Por favor, 50 gramos de pólvora negra no hacen mucha cosa más que ruido como para que sea un grave atentado contra una persona. Además, iba a ser activado por celular o por Twitrer? 

P.D.2:  Este señor Uribe si es muy chistoso, es un “payasaurio” con ese cuento de las redes sociales: no sabe cómo gritar y joder, no tiene más espacio que esos 140 caracteres y repite todas sus oraciones como un mantra… un “man” trabado por su hambre de poder; eso de decir “espere le pongo otro twiterazo” es una cosa de la más absurda gracia pendeja. Yo quiero que empecemos una campaña para pagarle un tratamiento psiquiátrico o una casa de reposo para que descansemos todos de esa insistencia por inasistencia gubernamental.

Última: La foto la saqué del blog "Nunca es tarde si la picha es buena"... que conste que no lo dije yo!

Thursday 17 May 2012

Te vengo a buscar, oh, oh, Dania DEA..


"Qué mal que ahora solo dé la cara..."

La hermosa y soleada Cartagena, esa gema amurallada que se yergue sobre el caribe nos ha llenado de orgullo y nos ha traído grandes personalidades. Orgullo de saber que fue la única ciudad valerosa que se opuso de manera estoica a la reconquista de Blas de Leso y por ello es llamada “La heroica” mientras el resto de la patria boba se arrodillaba ante la avanzada española mientras peleaban por tripas (como los chulos). Personalidades evidentemente hay de sobra, desde Joe Arroyo (él era de Cartagena y no de Barranquilla, aunque allá se quedó) o como Benkos Biohó (que no era de ahí pero hizo historia).

Pero en estos días ha encontrado a una nueva heroína, una mujer sin pelos en la lengua (espero) que se ha lanzado a decir “esta boca es mía”, sin mencionar que otras partes pueda utilizar en su trabajo habitual. Esta niña no tan niña, esta Dania nos ha mostrado de manera real que Colombia si es pasión, que la pasión y el amor por el dinero nos mueve todo el esqueleto y utilizaremos cualquier medio para conseguirlo.

Ahora ella, tan humilde y sencilla, sale de la luz medianamente púbica a la luz pública con sus entrevistas en radio y sus comentarios mordaces acerca de las mordidas que hicieron los agentes del servicio secreto. Es toda una reina, una diosa humana que, al ser humana, pecó… pero no por haber tenido un coitus con el rubio americano, sino por no haber cobrado antes de que todo se consumara; y por ello generó semejante escándalo que tiene a las mujeres de la ciudad en tela de juicio y que vendió la no tan falsa idea de que la ciudad es solo un destino turístico sexual.

De cuándo acá eso es cierto digo con el dolor en el alma! Ni que esa hermosa ciudad estuviera cundida de hermosas hembras, locales e importadas, que desfilan en sus callecitas buscando llevar algo de comer a sus hijos, novios y amantes, buscando vender el pan para ganarse el pan diario, de señoritas de todos los estratos que buscan mejorar su condición gracias a la calentura de los hombres porque, como dijo la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holgín, “donde hay hombres hay prostitución” (Será que en la casa de ella solo hay mujeres?). Pero qué mejor relación exterior que la que proporcionó Dania? Qué mejor prueba de que con el T.L.C. con los Estados Unidos de América nos podremos relacionar exteriormente así sea con los interiores?

Pero me desvío sexualmente del tema, estoy acá escribiendo estas líneas no para criticar ni para juzgar a una ciudad o a las mujeres, simplemente quiero rendir un homenaje a esa damisela que ahora viaja por todo el mundo para contar qué fue lo que pasó en esa noche de copas esa noche loca, en la cual por tantos besos olvidó la plata, que viaja para contestar el  por qué los “gringos” utilizaron esa frase que dice: “por eso la plata que cae en mis manos, la gasto en mujeres, bebida y bailando”, así todo el mundo después pelee, porque la vida no es estable todo el tiempo. 

Y entrando con canciones, ahora la niña Dania puede cantar una canción venida de su coterráneo el Joe: “Voy para Dubái, voy a trabajar, ahí está el placer, lo voy a buscar”, ella va dejando atrás (y con la de atrás) aquel basural que la hizo odiar su forma de amar. Y pues cómo la llaman eso no importa, ella se fue a veranear, a veranear en Dubái y en otros lugares contando la buena nueva: si van a fiar, que no sea por sexo y menos a los “gringos”.
Tal vez por eso las llaman prepago, porque hay que cargarlas con dinero para que funcionen y no se caiga la línea, para que atiendan el llamado de la naturaleza como debe ser y que luego puedan ser desechadas. Afortunadamente funcionan mejor que las de Comcel, que se mantienen dañando o quedando sin carga en el momento menos esperado. Tal vez por eso es que los hombres amemos tanto esta clase de negociaciones (me contaron), ya que llenan todos nuestros requisitos: nos ofrecen placer, cariño y calor, nos llenan la cabeza y vacían nuestros bolsillos y luego nos podemos deshacer de los sobrantes; es una relación “ganar – ganar” entre los participantes.

Por eso Dania, mi querida niña costeña, no te dejes amilanar por esos neomoralistas que quieren demeritar tu forma de trabajar con la DEA (si, el chiste es malo pero me da risa), muchos de los hombres que somos del país de la calentura te defendemos y te apoyamos, te decimos sin cesar que no desfallezcas, que no tires la toalla (cualquiera que sea) frente a esas horribles frases y acusaciones que te lanzan las mujeres postpago que no tienen idea de lo duro que es el trabajo (y entre más duro más bueno), de los arduos y ardientes horarios que manejas y de que la necesidad tiene cara de perro (no de perra).

Ahora, gracias a tu affaire viajas por todo el mundo, conoces gente interesantísima y eres el centro de atención en cualquier lugar. Eso demuestra que todo el mundo es morboso y quiere saber más acerca de las intrigas y de los intrilingulis (no dije cunningulis) de lo que pasó en la noche en cuestión. Por ello también propongo que saques un libro, que es lo único que falta, en donde describas toda tu vida, toda esa novela que comenzó el día en que naciste con ese bello cuerpo hasta el día en que te ultrajaron al no pagarte lo que te debían; acá en este mismo blog se propuso un título: “La Costeña  y el Texano”, o “20.000 lenguas de viaje submarino” para hacer honor a esas lenguas viperinas que quieren desprestigiar tu honorable trabajo.

Adelante pues mi heroína, mi hermosa Valquiria, menos princesa que vagabunda, no sé si garganta profunda sea el apelativo que busco, pero seguiré apoyándote hasta el fin del mundo, hasta la costa más lejana a la que te lleve tu nueva fama ganada con mucho sexo, sudor y calor (como el reggaetón). Lleva una Dania en tu corazón será ahora mi campaña para que sigas en tu ritmo y abras todo, tu mente y tu cuerpo hacia la aventura de ser famosa, hacia la aventura que es más bonita si no miramos el tiempo en el reloj… Te digo que mi vida ahora estará dedicada a reivindicar las letras que componen tu nombre sin equivocarme al escribirlo y a reivindicar tu poderosa profesión, que ha puesto de rodillas al país más poderoso del mundo, esas rodillas que nunca se habían inclinado ante nada, ahora tiemblan por lo que tu hiciste con estos señores! (no sé si de rodillas también).

Y les digo a los demás, a esos papistas, que no le peguen a la Dania, ni que fueran los años 1600, cuando el tirano mandó las playas de Cartagena. Déjenla tranquila hacer su rebelión, así sea de los cucos y las piernas… así digan que Cartagena es como una tienda de Bogotá “La feria del Brassiere y solo cucos” (sorry, eso lo dije yo).

Larga vida a Dania, por eso como dijo El Joe: Cómo te llaman, eso no importa yo, te vengo a buscar… te vengo a buscar, oh Dania DEA (vuelvo y digo, el chiste es malo pero me mata), porque trabaja con la de abajo (jajaja, en serio no puedo…).

P.D.: A todos aquellos que critican su solo nombre, les recuerdo que el país está lleno de Jarvies, Jaíderes, Yobeibis (sí, en el Éxito de la 53 en Bogotá) y hasta a una Alegna conocí, así que no hay nada que reprochar, por favor.

P.D.: Mi hermosa Dania, si te siguen diciendo cosas horribles en Cartagena te recomiendo que hagas lo mismo que hizo Joe Arroyo, vete a Barranquilla y cantas a todo pulmón “En Barranquilla me quedó, en tierra firme me quedo”!