Sunday 6 May 2012

Manual del Coctelero Light


"Un coctel de vaselina por favor"

Los cocteles fascinan y encantan, son la nota principal en cualquier fiesta o ágape social y tienen diferentes sabores, colores y estilos; unos vienen en vasos largos y estilizados, otros vienen en copas de amplia boca adornados con limones y naranjas (nota: no sé aún porque toda mujer ama esos cítricos y los consumen con celeridad y prontitud), otros hasta vienen en botellas y con pitillos para su mayor comodidad.

Es tal el éxito de estos menjurjes de combinaciones de poderosos alcoholes que ahora he aprendido a consumirlos, yo que era un enemigo férreo de esa mezcolanza de sabores y aromas (excepto de la guaya), ahora me regodeo tomándolos y disfrutándolos sobre todo en compañía de las mujeres, quienes adoran estos brebajes porque el sabor no es tan fuerte como el del alcohol puro venido en botellas de José Cuervo o Marvin Gave.
Porque tomar esos licores con nada más que sal o con una Bretaña (que acompaña los buenos momentos) es cosa de machos cabríos, machos con espuelas y sin asco que empinan sus codos para demostrar la superioridad en el camino de la bebeta que adorna su osco proceder. Debo confesar que también me gustan (los licores), que disfruto de su sabor y más aún, de su efecto potenciado de embriagarme y hacer más bella a la otra gente, más simpática y menos plana y sin sentido, menos aburrida; me agrada su capacidad de inducirme a un coma etílico y de volverme tolerante a las más horribles aberraciones de la naturaleza.

Pero los cocteles también son para todo el público, sus combinaciones indistintas de licores pueden llevar a la perdición a todo aquel que abuse solo un poco de ellos (excepto en “Tres Amigos”, que realmente solo preparan tragos con hielo y sabro, o de Capitán Nirvana en donde el Martini sabe a babas de perro muerto) y mejor aún, consiguen que las mujeres consuman más alcohol del que su cuerpito puede hacer metabolismo… es que ese coctelillo llamado como mi tía Margarita es una maravilla en copa… y esa es la parte que se torna interesante en el momento de la conquista y del acercamiento de cuerpos, de la doblegación de voluntades y de los equívocos de final con catre (así después salgan con perlas del tamaño de autobuses o más aún, de montañas mágicas (es un libro de Thomas Mann): nunca había hecho esto con espejos en el techo, no pienses mal de mí).

Pero no es mi voluntad este día hablar de los encuentros fortuitos ni los métodos de consumación de actos de motricidad fina “cuerpo a cuerpo”, de esas ocasiones en las que el dios Baco entra en nuestra conciencia, doblegándola y conduciéndola a la cueva más profunda (o al motel más barato).

Así como los cocteles se hacen de una mixtura de etanoles, de cosas que embriagan sabroso, así también se preparan y se editan ciertos escritos; mezclando y parafraseando hasta más no poder licores de todas las procedencias y, debo aclarar, sin asco lo hacen algunos autores de modalidad light, de moral mercantilista y sin ninguna vergüenza más que aquella que sufren por parte de los verdaderos autores, de aquellos que si han leído más que un simple manual de psicología oriental con parasicología barata.

Y por eso me he esforzado por producir este manual para que cualquiera triunfe en el ámbito de la superación personal y de las razones sin sentido que inundan el mercado de los libros, ese mercadillo que no hace más que vender soluciones pendejas para problemas sentimentales que aquejan a todos pero que pocos son capaces de superar en su totalidad.

Usa siempre frases simples pero profundas en su superficialidad

-          Primero fue el uno antes que el dos.
-          Antes de finalizar algo, debes empezarlo.
-          Nunca desistas de dar nuevos pasos solo porque no puedes contarlos.
-          La vida es más hermosa de lo que puedes imaginártelo.
-          Para hacer algo, debes lanzarte y empezarlo.
-          La vida fluye como el río, tú también debes hacer lo mismo.
-          Sé tú mismo, no como otros que no son como tú.
-          La paciencia es una virtud, por eso se virtuoso con tu paciencia (si ven el viraje de 360 grados de la frase, y digo 360 porque volvemos a lo mismo).
-          No fracases en el intento, intenta no fracasar.
-          La vida es como una caja de bombones (sorry, eso es de una película).

Confunde y reinarás

-          Lo importante no es lo que logres, sino como lo logres.
-          No logres algo porque parece imposible, pues no era imposible cuando lo lograste.
-          Lo importante no se puede ver con los ojos (momento, eso no era de “El principito”?).
-          El viento no deja de soplar así la montaña se le oponga.
-          La vida en una sola, por eso un segundo no es más que el primero del resto de tu vida.

Cosas ridículas, pero amañadamente ciertas.

-          Antes de dar el segundo paso, debes dar el primero.
-          Antes de entrar al tercer paso, asegúrate haber dado el segundo.
-          Cuando el cuarto paso aparezca, es porque ya habrás superado el tercero.
-          Y pues ya da el quinto paso, ya que no hay quinto malo.
-          No tengas miedo a nada, más que a no enfrentar tus miedos.
-          Milo te da energía, la meta la pones tu (ay otra vez se me metió un comercial, pero servirá).
-          Las dificultades solo son un paso más a superar con valor.
-          Sé diferente pero no parezcas diferente, porque entonces no serás diferente a los diferentes que se diferencian por sus diferencias.
-          Ama el amor, pero no te enamores del amor en sí mismo, sino del mismo que te dijo sí en el amor.
-          “No puedo” es la palabra de los cobardes para justificar sus fracasos.
-          “Sí puedo” es la palabra de los cobardes para justificar lo que no hacen.
-          “Tal vez puedo” es la palabra de los cobardes para justificar lo que tal vez no hagan.

Así pues se conjugan verbos mal utilizados y palabrillas de cajón que servirán para que cualquiera con un mínimo grado de inteligencia y de lectura pueda vivir en paz mintiéndose de manera constante sobre lo bella que es la vida y que todo lo puedes lograr si crees fuerte y ciegamente en ello. Porque también hay que inducir a la creencia y a la buena fe de “El Secreto”, que combinó lo humano y lo divino para hacer un “remix” de ciencia con creencias banales y sin coherencia (es como un reggaetón). Ahora si nos jodimos todos, todos aquellos que creemos que el misterio del universo yace en el estudio sin tapujos de las fuerzas de la naturaleza, y no hablo del amor o de la amistad, sino del electromagnetismo, la gravedad y otros apasionantes temas que forjarán un dolor de cabeza en aquellas mentes de fe colectiva por el positivismo de aquel vendedor de fábulas llamado Paulo Coehlo.

Porque de mentiras baratas está lleno el mundo, y estos personajes saben cómo utilizarlas para su conveniencia monetaria; porque eso de mentirle a cada persona que es especial y que todo lo puede hacer con fuerza y voluntad es una de las mentiras más grandes del capitalismo suave y con vaselina; si eso fuera cierto, el mundo estaría lleno de astronautas y estrellas de rock. Pero mi amigo coctelero, eso no es cierto, solo existen personas interesantes y aburridas (eso es de Oscar Wilde mi despistado ser iluminado), no triunfadores solo porque leyeron dos frasecillas insulsas de esos insultantes escribanos de mente estrecha y bolsillo amplio.

Tampoco les pido que lean “El Capital” de Marx, “Me llaman Rojo” de Orhan Pamuk o “El Péndulo de Foucault” del semiólogo italiano Umberto Eco (sí, se escribe así), sé que son lecturas muy recomendables pero bastante pesadas, bastante alejadas de la realidad de Deepak Chopra. Pero al menos lean algo productivo que les llene la cabeza con algo diferente a “El sol resplandece aunque la nube se oponga”. O lean algo de Franz Kafka para que sepan que es en verdad desesperación… o bueno, si no quieren lean a Isabel Allende o a Jorge Isaac (entre otras, leer a doña Isabel me ha llenado de ideas muy interesantes!).
Así que les digo: es hora de despertar a la realidad! Claro que hay cosas impresionantes en el mundo, no han leído acerca de los aceleradores de partículas o de la teoría económica? Es evidente que después de la noche viene el día, no necesito leer un libro para saberlo, pasa todos los días frente a nuestras ventanas. Es obvio que la vida es un asco pero siempre habrá momentos, lugares o personas que suavizarán ese acto contra natura. Y es aún más real que debemos tener confianza en nosotros mismos para continuar sin vacilar hacia lo desconocido. 

Sé con certeza que muchas de mis amigas descorazonadas (tiritas pa’ este corazón partio) me mirarán con ojos de desprecio por este artículo, pero quiero que se estrellen en verdad contra la realidad: usen al menos “la fuerza” para salir del agujero del demonio en el que quedaron después de amar a un agreste personaje, aprovechen que las mujeres pueden conseguir a cualquier hombre en un instante y que sin novio la vida es más sabrosa para ustedes. Déjense ya de ensimismarse en sensaciones frías y mejor aún, dejen de consumir estas pastillas de levedad sin sentido que les llenan la cabeza de promesas vacías, dejen de tomar esas “curas para el alma” que no les conducen a nada.

Es que acaso no se dan cuenta que solo es una estratagema aguda para vender y vender libros? Ajústense de verdad el cinturón y disfruten de esta montaña rusa de emociones que es la vida de verdad, sin “guevonadas” ni fuegos fatuos que les digan por donde ir sin saber a dónde llegar.

Y mi amado Coehlo, vuelve al lugar de los encantos de la superación idiota junto con Osho, Ricardo Arjona y Jorge Duque Linares (o linaza para mejorar al estómago). Vuelvan a las cavernas de donde han sacado sus textos acartonados y apelotardados.

Literatura blanda para acompañar sus botanas? No gracias, prefiero leer el menú, me educa más!

P.S.: Hoy no hay posdata, me quedé sin palabras solo de pensar en tanta pendejada cósmica.

2 comments:

  1. Que mejor que el despecho acompañado de un buen libro de Oscar Wilde, ahí si no hay despecho que dure!

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  2. El mundo está lleno de falsos profetas y predicciones. Sus escritos se asemejan a "las bolitas de adivinar" de aquel cuento popular.
    Escribir y leer light es para mentes livianas, escribir y leer sobre ciencia es para pensantes.
    Los escritores y lectores light, son los nuevos oscurantistas del siglo XXI.

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