Wednesday 21 May 2014

El gusto por la muerte

'Colombiana Blade en el calor de la batalla'

El escenario es muy sencillo y bien sabido por todos los que habitamos en la tierra del realismo mágico de la hamburguesa a mil: guerrilleros y soldados rasos matándose unos a otros para la diversión de muchos, unos que se llenan los bolsillos (los más 'avivatos' e inteligentes del paseo) y otros la jeta diciendo que hay que darle bala a todo aquel que no esté de acuerdo conmigo, de esos que se santiguan y comulgan en la pulcritud de vivir en su torre de cristal cuando solo son 'patriotas' de cafetería.

Como buen colombiano promedio son unos gamines de los foros y los blogs y se ufanan de ser ‘servidores de bien’, de ciudadanos modelo, pero salen a robar al Éxito y a saltarse la taquilla de Transmilenio (como si la verdadera gente rica que se creen viajara en ese transporte de carga para reses) y creerse millonarios publicando la morcilla que comieron anoche a 50mil pesos. Son esos mismos que dicen que ‘en la guerra todo se vale’, menos cuando se utiliza esa premisa contra ellos, ahí si lo califican de ‘guerra sucia’ y demás.

'Uytz cuánta gente de bien que somos'

¡Fantoches!, fantoches como el supuesto hacker que era un duro para tumbar y hacer ‘vueltas’ en la red, hablando y ufanándose de que era el patriota más grande del país, un ‘súper agente del recontraespionaje’… Se rasgan las vestiduras con la terrible tragedia de los niños de Fundación pero se ríen y se mofan de los muertos de Soacha, de aquellos simples jóvenes que estaban buscando un trabajo y terminaron vestidos de guerrilleros en los infames ‘falsos positivos’, ahí si apoyan la pervertida visión maquiavélica de Uribe para decir que ‘si están muertos, por algo será… no estaban haciendo nada bueno’. Idiotas útiles los llamaba Marx (ahora me tildarán de guerrillero sin siquiera haber leído el prefacio de ese señor).

Yo por eso digo sin miedo alguno, ya que los veo tan enceguecidos por la guerra y las armas y que aman tanto el olor a muerte en las mañanas como el detenido ‘hacker’ de la infiltración de los infiltrados, que vayan y pidan sus granadas en su guarnición militar más cercana y echen pa'l monte, tanto que hablan y vociferan, manden a sus hijos la manigua para que ese país sea de ellos cuando estén cargando tierra en el pecho. Sean patriotas y pónganse de carne de cañón en la Macarena para que de ahí en adelante sea todo perfecto en el país del Divino Niño... No son tan 'machos', pues ¡úscale! Vayan y enséñenles a los 'venecos' cómo se hace una democracia perfecta como en Colombia. Vístanse de Rambo con chancletas y poncho y peleen contra los que tanto odian solo porque eso dice el noticiero y un resentido expresidente.

'Shegó el lesherooo Shikitas'

Porque según veo en las noticias y las redes ‘asociales’, lleno de valientes está Colombia, lleno de gente ‘de bien’ a la que le hace ilusión acabar con las guerrillas sin siquiera conocer cómo se puede esconder alguien con un arma detrás de un palo durante días, aquellos que son bravucones de redes y de esquinas que ni siquiera prestaron el servicio militar, aquellos que viven ‘enpeliculados’  creyéndose que viven en una película de Hollywood y que, igual que Rambo acabó con el Vietcom, acabar con los muchachos del monte es tan fácil.

¡Qué risa me dan!, se creen héroes de la patria y no saben ni empuñar un cuchillo de la cocina, ¿así piensan 'acabar' con la guerrilla y sus secuaces? No saben ni escribir y se creen 'gente de bien', ¿así quieren acabar con la politiquería? ¡Despierten! Que el único bobo que hace política sin saber ni leer es un delfín rojo y Pachito que es todo ternura y todo candor, así que no se mientan que desde ese 'café internet' (o 'internetz' para que me entiendan) no hacen más que rebuznar como los cuadrúpedos borregos que son.

'Calma Yeitzon Stifen'

La ignorancia que campea acerca de la guerra es lo que los tiene así, creyendo que con echar glifosato y napalm a todo lo que se cruce ya se puede arreglar el país, que tiñendo los ríos de sangre y los campos de cadáveres Colombia llegará a ser esa Europa que tanto sueñan por conocer, que cuando no quede ni un solo guerrillero los campesinos van a poder producir hasta más no poder y que la gente va a andar contenta por las calles, cuando lo que realmente ha retrasado a el país es la ignorancia y la desigualdad de oportunidades, el caldo de cultivo de todo conflicto armado en el mundo.

Así pues os digo, vayan ‘en chingo’ como dicen los mexicanos y dejen en paz Facebook, Twitter y demás, cojan un cuchillo grande de la cocina y métanse al Magdalena Medio a ‘quebrar’ a todo ‘guerrillo’ que encuentren, ármense de valor y hagan lo que cómodamente mandan a hacer a los soldados, a ver si los hijitos de Uribe, Tomás y Jerónimo’ van a estar al lado suyo, a ver si los inmaculados hijos de Oscar Iván (que son una lumbrera, sobretodo para chuzar) les van a cubrir las espaldas… eso sí sería hacer patria… ¡Los vi!

'Más peligrosos que Dora la Exploradora y su monito'

¿No les gusta el olor a muerte? ¡Pues corran y peleen, tanto que se creen! ¡Fantoches!

P.D.: Qué lindo que haya llegado Pachito Santos a la campaña del Centro Democrático, el palo en la rueda que hacía falta... ¡Enhorabuena!

Monday 12 May 2014

Álvaro es Colombia

'Dé la cara, sea varón como yo'

Así como lo leen y lo escuchan con esa voz interna que les clama todos los días, Álvaro, mi expresidente y exlíder comunitario es Colombia, representa a esos millones de metros cuadrados mejor que nadie en el mundo, ni Bolívar en los campos ni el general Santander podrían ser más adaptados a semejante lugar que alberga a los humanos más extraños sobre la faz de la tierra.

Ahora más que nunca Alvarito es la epítome del colombiano, y no de cualquier colombiano, del colombiano ‘de bien’, de ese aquel raudo personaje que cohabita con el resto de chusma iracunda diferenciándose de los demás creyéndose lo mejor del mundo: el país más feliz, el segundo mejor himno del mundo, la bandera más coqueta del orden de planetas, etc., ese colombiano que ama la justicia solo cuando le conviene a él y a sus semejantes.

'Justice for all'

Por ejemplo, ahora mi expresidente sale a decir que él sabe muchas cositas, que hay dineros calientes en la campaña de su extítere, que se está negociando la dignidad en La Habana, que no tiene garantías, que esto o lo otro y más cositas como le gustan a él, de manera socarrona y rebuscada, que muestra porqué Colombia lo debe amar cada día más, porque realmente es la epítome del colombiano de a pié.

Es mentiroso, pero solo por fines superiores, solo para salvar la democracia maestro, solo para demostrar que otros están mal hablando de paz, cuando en Colombia lo que nos gusta es dar machete ‘ventia’o’ oiga… Cuando las cosas se arreglan a los guarapazos y con cortes corbata o corte franela, nos gusta la paz pero de los cementerios y de los campos de paz, porque si alguien piensa o se ve diferente de nosotros es un mal que debe ser erradicado junto a toda su familia.

'Me gusta el olor a muerte, y al CTI'

Es ventajoso, pero solo por la ventaja que le ofrece ser superior moralmente que los demás, igual que cualquier maruja de barrio, él se sabe todos los chismes del lugar, del Edificio Colombia, y los suelta cuando mejor le convenga, no cuando él estaba apoyando al actual presidente, ¡cómo se le ocurre!, si en ese momento Varito creía que Juanma le iba a dejar mandar tras bambalinas… ¡no!, los suelta cuando ve una clara oportunidad para hacer proselitismo politiquero con cualquier chisme de barrio.

Es bien frentero, pero frentero con moderación como la mayoría de la ‘gente de bien’, porque es bien raudo para decir que le va a dar en la cara, marica, a otra persona cuando se ‘autochuza’, pero no para sacar a la luz pública (como algún día lo prometió) las declaraciones de renta de su familia, incluyendo a las lindas zonas francas que les dio a sus hijos. Claro que muchos clamarán y dirán ‘ay, pero si los demás lo hicieron, ¿por qué juzgan a Uribe? Si ven, la ley de la ventaja en su máxima expresión, ¿si mi vecino roba a la viejita de la tienda, por qué yo no? ¡Es cuestión de ser vivo y no dejarse!

 
'Hijitos míos, estas zonitas son suyas'

Es de un hablar pausado y de plaza de mercado, y pues no habrán visto que Colombia, más allá del snobismo que nos mata, es un solo tendal, una sola plaza en la que se discuten temas de la más alta envergadura como la ascendencia del señor que se coló en la cola (su madrecita), o para recordarle hasta el cansancio a todos que uno es mejor persona porque votó por tales o pascuales… Uribe es un hombre del pueblo y para el pueblo, pero no porque se entregue a él, sino porque lo representa con todos sus vicios y formas.

Es camandulero, como el 99,8% de los colombianos que creen que pecar y rezar es forma de proceder, que dicen con la máxima desfachatez ‘el Señor me salvará’ después de hacer algún chanchullo en los servicios públicos o en algún trámite legal; le gustan las agüitas como las goticas de valeriana, igual que las abuelas y gente de los pueblos que creen hasta en el mal de ojo, que ponen el cuchillo al sereno y se curan todos los males ya que en la EPS que dejó el mismo Uribe no los atienden.

'ahy que peliar por mi prezidnthe'

Y es arribista, cualidad y característica distinguible en un ser colombiano, que se pasan de Chachagüí y ya se creen Vallunos, que pasan del Valle y ya se creen Paisas, que ya pasan de Panamá y se creen de Miami y que viven en Tunjuelito y se creen que viven en Londres… que sueñan con hacer los mismos malabares de Pablo Esco… digo, de Álvaro Uribe: tener ‘jincas’ cuando no tienen ni tierra en los pies, tomar tinto sobre un jamelgo (cosa horriblemente guisa) cuando compran el aceite por cucharadas y viajan apeñuscados en Trasmilenio, y manejar el poder a su antojo cuando solo saben de chismes y de culebrones de televisión.

'Se creen Guadaña'

Por eso lo digo y lo afirmo, el colombiano de bien eres tú Alvarito Corleone, que con tu forma de hablar pausada como monaguillo recién estrenado nos muestras cómo debemos ser los demás arribistas de este huerto: pillos, vivos, mentirosos, arribistas, rezanderos y elitistas, toda una compilación que nos tiene a la vanguardia del mundo civilizado (de atrás para adelante).

Gracias os digo salvador aguadeño, infinitas gracias os doy a ti patrón de motosierras y menjurjes… y al que no le guste, pues salado, como El Salado, que conoce bien las pilatunas que tú y tus amigos han hecho para hacer de este país la narco-democracia de la que ahora quieres alejarte.

'Linda bestia, y el caballito no está mal'

Mil años para ti y tu legado, que tus tres huevitos nos iluminen así no los tengas muy bien puestos cuando te piden explicaciones, alabado seas con tu mano firme y pulso armado, que los ‘Colombianos y Colombianas de bien’ te esperan para que les muestres el camino a la salvación de los ricos. Amén.

Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que han sido engañados

– Mark Twain

P.D.: ¿En serio creen que Juan Manuel Santos que es dueño de casi la mitad del país y viene de una de las familias más ricas y poderosas de Colombia es 'Castro-Chavista'?... Qué bola de pendejos.

Thursday 8 May 2014

Los juicios de Núremberg

'Paila la mocha, ahora sí fue...'

La campaña política de Colombia está que arde y que revienta: gritos por un lado, latrocinios por otro, despotricamientos y llamados a la unidad dentro de uno u otro partido están a la orden del día; desayunamos esos platos tibios y digerimos hasta donde nuestras filiaciones políticas nos lo permitan y hasta donde nuestros sesgos nos lleven, pero realmente no hay nada nuevo bajo el firmamento.

Los políticos son como la energía: ni se crean ni se destruyen, solo se transforman, se transforman dependiendo de hacia dónde sople el viento político y sobretodo el económico: si la gente quiere paz, pues nos sentamos con el M-19 y hacemos una constitución con ellos, si la gente quiere guerra, pues reelegimos a un presidente que ama la sangre casi como enriquecer a sus hijos, si necesitamos más poder en las regiones, buscamos al que nos da mermelada, si tenemos hambre de poder, apoyamos a aquel que no es más que otro títere movido por hilos muy visibles.  Y ahora, con la puja presidencial más caliente que nunca, vuelven las tácticas que ya conocemos muchos dentro de las políticas de seguridad que nos dejaron miles de ‘falsos positivos’ y otras deleznables prácticas: escuchar y ‘pinchar’ al otro.


'A por más'

Más allá de que sea una flagrante afrenta a la intimidad de cada cosa, de las personas e incluso del estado, es aberrante ver que no pasa nada real para corregir eso: algunas cabezas medias renuncian, el de abajo (que se creía lo máximo) va para la cárcel a negar las pruebas que tienen en su contra, y los de arriba, frescos como una lechuga, se rasgan las vestiduras viendo la paja en el ojo ajeno pero evaden la viga en el propio y niegan toda relación o vínculo con aquellos que les sirvieron, como dice el conocido refrán ‘mal paga el diablo a quien bien le sirve’.

Para poner un ejemplo de otro país, en los Estados Unidos hace mucho tiempo ocurrió un caso que vale la pena recordar a propósito de esto: un presidente decide espiar a la oposición y miente (como se debe hacer en política en esos bochornosos casos) y después queda al descubierto, ¿qué es lo que pasa en ese momento? Salvando algo de su llamada ‘dignidad’ decide renunciar a su presidencia gracias al bien conocido escándalo ‘Watergate’. Eso pasa en países de verdad o someramente coherentes, pero en la política de mi república bananera eso nunca va a pasar.


'Si lo hago yo, no es ilegal'

Todos se lavan las manos y sigamos en la fiesta, el bobo al hoyo y el vivo al baile mientras los demás siguen en su día a día y se olvidan de lo que acontece en realidad. Se hacen llamados desde esas esferas corruptas a retomar el rumbo, a hacer un cambio siendo que son los mismos con las mismas o, en un caso más aberrante, los hijos y esposas de detenidos por toda clase de crímenes contra el erario o contra la vida. Nunca se ha levantado nadie a decir con sinceridad y con valor de verdad, del que tanto se ufanan, ‘sí, yo fui quien hizo eso, lo siento’… ¡Jamás! Las FARC hablan de ser la voz del pueblo pero lo masacran y luego hablan de ‘daños colaterales’ que en otras palabras es un ‘jódanse’ en toda la cara; las fuerzas militares jamás admiten un crimen, lo llaman ‘error táctico’ como en el caso del grafitero que tiene más arandelas que verdades para cuidar las espaldas de aquellos que le dispararon por la espalda; los políticos incluso más descarados hablan de que un mejor futuro es posible siempre y cuando hagamos exactamente lo que ellos quieran y tapemos los ojos frente al enriquecimiento de sus familiares o que salgan a negar cualquier parentesco con detenidos en cárceles americanas o amistades con muertos famosos como Escobar Gaviria.

'Yo no fui amigo de Uribe ni cuando estaba de moda'

Así pues, el panorama de la sinceridad y la honestidad en el país del Divino Niño pinta bastante nublado, pero solamente me pregunto, si en verdad hubiera un juicio someramente parecido a los de Núremberg y saliera algún verdadero ‘patriota’ (virtud que usa cualquiera con tal de bañarse en gloria y dinero) a decir las lacónicas palabras que usa el doctor Ernst Janning, alguien que de verdad se condoliera por el mal que hizo al ser partícipe de hechos ignominiosos ya sea de palabra, obra u omisión:

‘No es fácil decir la verdad,  pero si hay salvación para Alemania aquellos que sabemos de nuestra culpabilidad debemos admitirla, a pesar del dolor y de la humillación.’ … ‘Soy consciente, claro que soy consciente… Mi abogado dice que no sabíamos nada del exterminio de millones y eso le daría una excusa de que tan solo sabíamos del exterminio de unos cientos, ¿eso nos hace menos culpables? ¡Quizás no conociésemos los detalles, pero si no supimos FUE PORQUE NO QUISIMOS SABER!...’

'Buena reflexión'

Ellos son culpables, no lo duden, de fraguar miles de ardides para mantener el poder, para minar a la oposición y para desaparecer al molesto siempre que haga falta y eso no les hará perder el sueño o siquiera sonrojarse al momento de alguna pregunta incómoda, ellos seguirán lucrándose y gritando ‘Traidor’ a todo aquel que en verdad sí tenga un somero amor por la patria contando lo que en verdad sabe.

¿Será que hay alguien así? En la vida real no hay escritores ni actores, solo protagonistas que prefieren callar que enfrentar a la verdad.