Tuesday 27 August 2013

La Primavera de las Papas

"Duro contra el muro mi pueblo lindo!"



Colombia es un país extraño, físicamente tiene buenas condiciones para florecer como nación, tiene mares, ríos y todos los pisos térmicos; tiene valles, colinas y lugares para cambiar de ambiente a solo una hora de camino unos de los otros, pero siempre ha estado viviendo en una pobreza no solo física, sino mental.

No voy a hacer un “recorderis” de la estupidez que nos une como nación ni mucho menos de los fariseos que se han alimentado de ella durante toda la historia republicana de mi país bananero por excelencia, solamente quiero decir que es algo raro lo que está pasando en Colombia en estos momentos.

La gente se ha levantado (aunque no mucho porque la pereza nos puede muchas veces) a protestar y sobretodo a apoyar a los campesinos, a esos pobres seres humanos que nos dan de comer pero que son la burla constante de la gente de la “capital”, porque no debemos olvidar que el arribismo es una característica innata de ese pueblo aparente.

Es que si lo ven de cerca, aparentamos por todo: nos creemos los europeos y los del abolengo en América Latina, el resto de países son solo sucios indios o negros que se quieren igualar con nosotros, aunque algunos tengan mejores vías y mejores condiciones de vida… qué va, lo nuestro es ser mejores solo por haber nacido en el orgulloso país de Paulo Lacerda.

Y en el país de las apariencias, donde es un orgullo monumental salir de la oficina a almorzar con el gafete a plena luz para que todo el mundo vea que soy un empleado más haciéndole ganar dinero a otros (esclavo pero contento), ahora hay como una revolución venida obviamente de una fuente ovejuna como lo es el internet y las redes sociales que nos invita a todos a marchar, y no a hacer marchas idiotas como las del partidito Verde Moko, no señores, a velar por los intereses de esos sucios campesinos que tanto despreciamos pero que ahora son la moda, porque otra cosa que mueve el vacío corazón de mi gente es la moda: la moda verde, Juanpis, Sin Tetas no Hay Paraíso, Falcao, etc.

Y si se dan cuenta es eso, una moda decir que se está enterado de lo que pasa en el campo aunque no conozcamos más que la finca a la que ya podemos viajar gracias a Uribe, es “nice” ser verde y entender que el T.L.C. firmado con E.E.U.U. era una vaselinita para que cogieran al campo y le rompieran el orto, así muchos lo estuviéramos diciendo desde que el illuminati No. 82 lo negoció.

Ahora todos entienden de semillas, transgénicos, políticas alimentarias, inclusión social y política, economía y finanzas, etc., todos son unos “duros” en todo lo que concierne al campo y a sus campesinos, a aquellos de los que no dudan en hacer mofa cuando los ven con sus ruanas o con su acento “no cosmopolita” como la gente de bien.

Lo peor, lo que si realmente me llena de coraje, de ira y de verdadera indignación es ver al jetón ese de Álvaro Uribe Vélez gritando a los cuatro vientos que él apoya el paro, cuando fue ese mismo siniestro personaje quien se le bajó los calzones a los gringos y se les puso en cuatro para que con su negrito de Obama se la enterraran hasta el fondo, no solo a él sino a todo el agro colombiano… Hipócrita infeliz que no tienes sangre en ese hocico para ponerte rojo de la vergüenza!

Aunque también me dan risa todos aquellos que claman contra Santos sabiendo que fueron ellos mismos quienes votaron cual borregos porque eso les mandaba el presidente de ese entonces; les recuerdo que las ovejas solo tienen un fin: ser sacrificadas.

Claro que esta nueva revolución se gesta en todo nivel, en la ama de casa que está de acuerdo con los campesinos siempre y cuando pueda seguir yendo al Éxito o a Surtifruver para conseguir los precios más bajos de las Papas McCain; en el estudiante que sale a marchar pero con sus tenis Converse de marca americana pero hechos en China; en la muchacha que está “cien por ciento” con el campesinado colombiano cuando le compra a su gato “Whiskas”; las personas de la oficina que quieren precios justos para los cultivadores siempre y cuando puedan pagar 200 veces más por una fritanga en Andrés Carne de Res (porque es taaaaan nuestro…).

En realidad espero que no solo sea una moda que incomode y que en serio la gente se de cuenta de lo que en verdad ha pasado en el país desde el día uno de la independencia, de la pobreza, de la desigualdad, de que las F.A.R.C. no son los que generaron la guerra sino un síntoma de la exclusión social, que los estudiantes no solo salen a marchar por perder clases sino que les están advirtiendo a los demás que hay cosas que están mal en las leyes, que sea algo así como la primavera árabe, pero sin muertos o Ayatolas guerreros; que sea una revolución de papas, que es lo que más identifica al pueblo colombiano (no, la inmunda marimonda esa o el sombrero “vueltiao’” no me representan de ninguna forma), una revolución que por fin le (nos) quite ese arribismo absurdo de no pelear por nada, que acabe con algo del arrodillamiento en el que vivimos todos los días.

Que la primavera colombiana sea la primavera de las Papas! Bueno, y de los lecheros y de los labriegos y de los cafeteros… etc.

Tuesday 13 August 2013

Tu Dios no te ama, admítelo!

"Diosito, mándame un 'zing'"


Todos los días leo en Facebook tantas frases de aliento que me hacen hasta sonrojar de lo bellas que son: “Dios es amor, con mi fe todo lo puedo”, “mi Dios y mi amor de la mano juntos y for ever and ever”, “Dios es amor, la Biblia lo dice, Dios es amor, San Pablo lo repite, Dios es amor, búscalo y verás, en el capítulo 4, versículo 8 Primera de Juan”, etc. Todos los días  también leo algo de inspiración y transpiración “Coehlista” que me llega hasta los tuétanos.

Es toda una cadena de oración que se acrecienta cada día con mensajes motivacionales, sean del Padre Lineros, de la Madre Teresa de Calcuta o de nuestro nuevo y santificado Papa que es tan buena papa… hasta cuentos sabrosos del Padre Chucho se leen por ahí en los intersticios de la red.

Pero siempre me pregunto en voz baja: ¿será que “tu” Dios si lee esos mensajes tan positivos? ¿Será que no conozco la cuenta en Twitter del Señor tu dios para afiliarme a ella y que me dé las respuestas que necesito? ¿Será en verdad que Dios si ama a algunos porque mantienen genuflexos frente a Él y por eso los agrega en Facebook? Será que por mi apostasía he sido expulsado de los círculos sagrados de el Señor en Google +?

Por qué razón, por qué razón te quieren alejar de mí dice la canción vallenatera hedionda aquella! Por qué será que no veo a Dios en un granito de mostaza o en la mermelada “La Constancia” que tengo en mi estancia? Por qué ese Dios que calienta a tantos (sino acuérdense de Sodoma y Gomorra) no me ha dado ni una manotada de cariño así sea por un mensaje de texto? ¿Por qué será que don Yahvé quien por todo fue hecho no puede mandarme un mensajito, así sea por cobrar, que me anuncie al menos su presencia en mi tonta y plana vida? Porque yo no le pido ni la luna ni el momento, ni siquiera los números del Baloto para creer en Él, simplemente le pido “manquesea” un codazo a media noche para saber que su presencia está en todas partes (como Todelar).

Es que en verdad me da envidia y de la única que puede existir, de la mala, de todas esas personas iluminadas que ven a ese Dios amoroso en todas partes, en una humedad, en una toalla higiénica, en un cable pelado, en esos días en los que olvidan tomarse los medicamentos, etc. Yo no quiero que sea tan diciente y que se me aparezca en forma de una verruga genital o algo sí, simplemente que al menos se me aparezca en una arepa quesuda o en un buñuelo sagrado que aliente mis comidas en las mañanas.

Mucho puedo reflexionar de porqué ese Dios tan omnipotente, omnívoro y carnívoro como dinosaurio no me hace una llamada perdida al celular o porqué no corrige a los malvados del mundo de un chancletazo certero, mucho puedo pensar en porqué demonios antes era tan “juerte” y contundente y ahora se fue de vacaciones pagadas como los vagos de la Habana, pero en verdad pareciera que este mundo moderno le “jarta” al Señor y por eso prefiere mantener oculto en su libro de encantos y hechizos, en ese “Moisés y la Piedra de Afilar” que tanto pregonan con el pentateuco.

Y ahí encuentro dos opciones tan factibles como todas las que hablan de dioses, reptilianos, iluminatis y uribistas honestos (todos seres de fantasía):

Que Dios, Yahvé o como le llamen no existe y que solo vive en una parte sacramental del cerebro del vil ser humano, pero tampoco quiero ser tan negativo porque imagínense, no tengo prueba de ello y además todos mis amigos católicos y demás se quedarían si pasatiempo y sin amigo imaginario… sería una debacle monumental. Se vaciarían los templos y mezquitas y los pobres curas ya no tendrían lugar donde darle rienda suelta a la hilacha con los monaguillos, no habría guerras santas con qué ocultar el robo de tierras, no podrían apedrear mujeres o tratarlas de seres inferiores, como dije sería un acabose total para esas buenas personas que se rigen por el Evangelio, la Torá o el Principito.

La otra es que en verdad sí existe un Dios eterno y todo poderoso, pero que no te ama!

¿Cómo te va a amar si sacrificaron a su único hijo (¿aunque todos no somos hijos de Él?) en semejante agonía para luego cargarlo en el pecho y sentirse orgulloso de su sangramiento hasta la asfixia?

¿ Cómo te va a amar si dicen que sigas sus mandamientos y haces lo que se te viene en puerca gana todos los días y luego lo justificas con el libre albedrío o que la carne es débil?

¿Cómo te va a amar si no sigues sus enseñanzas de apedrear a toda mujer adúltera, de guardar el Sabbat (es el sábado mi desorientado católico) o de no tocar a tu mujer más que para el mero acto reproductivo?

¿Cómo te va a amar si has tirado por todas partes sabiendo que debes guardarte únicamente para el matrimonio y para sus santos oficios, si has fornicado y te has deleitado con ello hasta el hartazgo?

¿Cómo te va a amar si dice en su ley “no robarás”, pero justificas cada vez que cometes ese pecado con frases como: “El gobierno roba más”, “El Éxito tiene mucho dinero”, “Los pasajes de Transmilenio están muy caros”, etc?

Pero más importante, ¿cómo ha de amarte ese ser que solo quiere obediencia pura y ciega, fe abyecta e incesante cuando abrazas a la tecnología que viene de las entrañas mismas del enemigo en forma de serpiente que tentó con la manzana del conocimiento a Eva?

Por eso digo, lo más plausible es que Dios exista, pero que no te ame por ser un fruto seco, un hijo abortado de su plan divino que solo esperaba corderos que pastaran en cuatro patas sorprendidos cada vez que Él palmoteara las manos y nos entretuviera con un acto de magia de Gelatina Gel’hada (porque como Gel’hada, nada), Él no quería gente pensante y que se cuestionara sus mandatos, que se preguntara y conjeturara acerca del universo y de sus misterios, que crearan habitáculos para guarecerse, autos para movilizarse y teléfonos para comunicarse.

Por eso recuerda fielmente mis palabras, Tu Dios no te ama, no te mientas más… y entre tanto recuerda que Dios no tiene Facebook ni Twitter ni Google +, así que deja de invocarlo por lo que más quieras a través de una tecnología que Él desprecia, y de paso deja de meternos en la cabeza a los demás esa visión de que “tu” Dios es solo tuyo y de los que se le arrodillan.



Tuesday 6 August 2013

Antes de Criticarme, Intenta Autosuperarme!

"Me encontré!"



Las historias asombrosas de la gente que alcanza las súper metas cada día nos llegan más, sea vía Facebook o vía Coelho, todo es posible ahora, sea gracias a la fe, a la voluntad o a meterse en un reallity. Tenemos ejemplo tras ejemplo de cómo se deben hacer las cosas para alcanzar la felicidad tan anhelada, de ser exitosos y completos.

Gente que pinta con los pies, toca guitarra, que ganan medallas olímpicas a pesar de ser ciegos, Vicepresidentes que llegan a ese cargo sin siquiera tener cerebro, precandidatos presidenciales que ponen vallas sin siquiera saber hablar, etc., son los lugares comunes de muchas fotos que se pasean por la red; solo debo decir: bien por ellos. Claro que los admiro y que son casos extraordinarios, pero de ahí a que todo el mundo se valga de eso para decir que no alcanzamos nuestros objetivos por falta de fe o de tenacidad, hay mucho trecho.

Hace algún buen tiempo inicié a trabajar en una empresa en el área de ventas (no voy a decir nombres) y obviamente uno debe meterse en un curso de inducción en el cual le enseñan, no solo los valores propios de la compañía, sino las metas, objetivos y la motivación para cumplir a cabalidad todo lo que exija la empresa. Es todo un karma! Hay que sonreír como idiota y asentir ante toda babosada que diga el orador de turno, alguien que por derecho propio se ganó ese lugar de estar aburriendo a otros con lo que ya lo han aburrido a él. Pero generalmente los encargados de estas charlas son personas que se han comido bien el cuento, que se han metido en la cabeza esa pasión eterna por las historias asombrosas.

Es que ahora que nos salvamos de los mayas, el tema de la autosuperación es más poderoso que nunca; ahora que vivimos en un mundo que nos aprisiona a cada momento, necesitamos algo de que asirnos para sustentar nuestras manías diarias.

Y así pues, ha nacido la superación para “dummies”, la auto superación babosa que llena, que digo llena, colma los anaqueles de cualquier librería en busca de incautos que llenen los bolsillos de los pseudo escritores o pseudocomediantes del despecho: esos escritores sin escrúpulos que se jactan de llenar página tras página de hilarantes conversaciones para reflexionar lo absurdo.

Porque bien que las religiones nos han llenado la cabeza durante miles de años con superchería divina para acallar nuestras penas y de paso nuestro sentido común, pero desde hace algún tiempo llegaron los autores del crecimiento personal que utilizan amalgamas extrañas para así vender soluciones baratas pero bien acomodadas a cuanto menguado se les cruce por el camino.

Pero vamos por partes; el cuento del crecimiento personal va más allá de mis odiados Paulo Coelho o Deepak Chopra, esa cultura barata del “new age” de despertar conciencia con granos de trigo reforzado viene desde los hippies (mugrosos esos) que intentaron resolver la ecuación de la vida con yerbas fumadas y ácidos perláticos. Luego vino el yoga, el panteísmo y la moralina que se refritaron para el consumo de las masas. Ahora se consolidan esas nuevas cositas con fundamentos de todo tipo de religiones: hinduismo, budismo, islamismo, pendejismo y también un poco de cristianismo, para que sus ávidos pero volátiles consumidores regidos por el Papa no se sientan que están incursionando el la magia negra (pero ven con buenos ojos a Harry Potter y la Piedra de Afilar).

Claro que el máximo exponente la “estupidización” colectiva de almas débiles y en pena es mi señor Paulo, el Coelho ese que se impone en librerías y semáforos desde que publicó su Best Seller “El Alquimista”. A los católicos de mente blanda les fascina el condenado ese, más allá de que el solo título hable de magia negra que tanto critican y que tanto prohíbe la amada iglesia. Cada frase acartonada de ese cuento mal copiado (porque es una copia barata señoras y señores) muestra elementos básicos del cuento para niños pero llevado a una forma en que una mente infantil se crea adulta por leer unas cuantas palabras altisonantes. Nada más.

Mi altivo esnobismo me hace desdeñar casi de inmediato a tal comediante, pero no entraré a decir que las masas son ignorantes e iletradas y por eso aman al mercachifle ese, no señor! Tampoco diré que la falta de carácter y de disposición a la verdad sea la que llene las mentes baratas de mentiras cálidas de ese señor, faltaba más! Haría mal yo al llamar “consumistas ignorantes” a todos aquellos que degluten tan insípido platillo de la literatura boba, nunca! Simplemente me dedicaré a decir que deberían evaluar un poco mejor lo que leen, decirles a viva voz que el amado Almanaque Bristol contiene información más valiosa e interesante que leer “Las Mil y Una Noches” del Brasil, decirles que las verdades a medias son peores que las mentiras completas.

Los libros de autosuperación personal camuflados de historias trascendentales explotan, además del bolsillo, el común imaginario del ser humano, esa fascinación por los presagios y los adagios místicos y mágicos, de esa información vedada a los ojos del incrédulo haciendo así al lector parte de una élite iluminada y privilegiada por obtener tales poderes de prestidigitación camuflada con camándulas y frases de la Biblia (aunque no tengan ningún sustento científico de ello). Por eso es que desde el oráculo de Delfos hasta el “Waltermercadismo” la humanidad ha estado fascinada por todo aquello que parezca venido de una fuente divina (y ovejuna) que le libere de la opción de pensar y de cargar con sus propias culpas. Confiar en cuentos y en sueños es seguir la voluntad divina, porque “los sueños son el lenguaje de Dios”… por ello, con esa simple frase se salva el alquimista aquel de entrar en a brujería que su público católico tanto desprecia (así hagan novenas y rezos a muertos).

Pero pongamos más en claro la sapiencia superflua que emana de ese manantial de babosadas brasileras; toda frase que declama en su aclamada obra del consumismo sentimestrual tiene un esnobismo bobo venido del sentido común (que no es el menos común de todos): “Cuando deseas alguna cosa, todo el Universo conspira para que puedas realizarla”… Realmente, frente a tal afrenta contra la razón del causalismo antropomórfico acomodado al sustancialismo cosmológico con un toque de “pendejismo” egocentrista, quedo totalmente sin palabras. Y eso que no me quiero meter de lleno contra el tal Riso ese pariente de Chichorizo, que en sus frases vacuas enseña cómo se debe enredar a alguien para que se sienta especial viendo el amanecer sin metas claras en su vida. La verdad, estos autores son prueba fehaciente de que los humanos solo utilizan el 10% de su capacidad mental, porque si se esforzaran un poco más creo que despreciarían a toda esa sarta de eufemismos de la misma manera en la que descartan a los unicornios rosados que habitan en los zapatos.

Además me imagino a las verdaderas grandes mentes leyendo a estos éxitos de la autosuperación, a Einstein pensando que la materia es igual a la masa por la luz que ilumina el alba cada mañana por la ventana al cuadrado, o a Galileo Galilei diciendo “a pesar de todo se mueve, pero como las mareas que van y decrecen sobre la playa de los sueños”, o a Torricelli afirmando que “vivimos en el fondo de un mar de aire, pero un aire esperanzador de amor y dicha, cual árboles al respirar”. No, ellos solo hicieron las cosas y no se pusieron a reflexionar sobre lo ridículo de la condición humana, como lo dijo Konrad Lorenz “La verdad en la ciencia puede ser definida como la hipótesis de trabajo que mejor se ajusta para abrir el camino a la siguiente mejor ajustada”.

Por ello digo que basta ya de superación personal, basta de Milo para el ama (donde la meta la pones tu) y hagamos nuestro propio manual de crecimiento interior (como si los calzones debieran crecer) y digamos que antes de criticarnos, que intenten Autosuperarnos y así poder usar todo el tiempo frases reales como mantras, sin idioteces y con argumentos un poco científicos, porque recuerden lo que dice el poderoso Friedrich Nietzsche: “La salvación de la humanidad depende más de la nutrición que de una curiosidad teológica”. Yo añadiría, incluso más allá de una curiosidad mercantilista para almas maltratadas.