Friday 25 May 2012

Rápido y furioso: Reto Merl-ano.


"Tonces qué ma ñiño"

Ñerda primo, es que ahora ya uno no puede andar tranquilo por las calles mi negro, no puede pasear con confianza en su nave porque llega algún sopla vergas vestido de verde a pedir papeles y a que les soples el tubo, tú me estás mamando gallo?  Me viste la cara de marica? Me viste cara de cachaco o qué vales mía? Joda mi vale, te montaste en la moto del violador, porque no me hago ninguna prueba de alcoholemia, cógela suave, ni que fuera marica… Porque si un policía (o tombo que se le llama también) detiene a un tipo fino en su camioneta, se va a ganar su garnatá (que me disculpen pero no sé cómo se escribe); animalito atrevido!

Pues sí señores, en estos días pasó el incidente con el dirigente costeño Merlano  (cógeme el banano) que trascendió en la opinión pública, no solo por la insistencia del susodicho personaje en no realizarse una simple prueba (que le aclaro a todos que es totalmente válido), sino por su insistencia en que cualquier mortal debe arrodillarse ante él porque es un personaje público; no pues! que no pague impuestos tampoco ni que pare en el semáforo, porque 50.000 votos son suficientes para hacer lo que se le dé la gana (aunque su votación real fue de 31 mil y algo, costeño “metemonos”, “cule’ paco” que metió).

Pero es lo típico, es lo normal, todos los congresistas, senadores (o cenadores), representantes, diputados, asambleístas, etc., son los especialistas en pasarse por la faja toda ley de la república, desde las normas de tránsito hasta los límites de financiación de campaña. Es común ver que estos animalejos (el congreso debería llamarse Animalandia) se creen por encima del bien y del mal, se creen los rectores de la ética (pelética pelempempuda) y que todo está diseñado para su eterna comodidad.

Aunque debo admitir que es más gracioso aún que la opinión pública ahora quiera “tumbar” al señor DelAno (ay perdón, ese es un jugador) por un simple video hecho por la policía (me sigue asombrando que se haya filtrado) y porque, en su válido y completo derecho al desarrollo de la libre personalidad consagrado en la sagrada constitución política de Colombia (si mi amigo que no es abogado, así es), se haya negado a soplar un tubo lleno de babas de otros borrachos. Es que no aprendieron del bochorno que hicieron cuando quisieron ganarle a Santos desde Facebook con las payasadas de Mockus?

Es cierto también que las redes sociales están creciendo y generando oposición y algo de opinión (muchas veces errada), pero de ahí a que logren hacer renunciar a un honorable parlamentario (para reducir palabras H.P) hay mucho trecho; pero reaccionen por favor, primeramente (o sea de primero, adverbio masculino en desuso) Facebook no llena votos, esos se hacen en las urnas. No tienen ni voz ni voto después de haber botado su elección por el señor en cuestión, esa es la gracia de la democracia queridos e “ilustrados” protestantes. Segundamente, repito que uno está en todo el derecho de negarse a la prueba de alcoholemia que obligan los señores agentes (eso me lo explicaron los abogados de la familia –Sí, yo consulto antes de escribir-). Y terceramente, es un derecho de todo ciudadano del común, casi una obligación, burlarse de los iluminados policías y de fuerza pública, de esos señoritos que creen ser los jueces y verdugos de todos los colombianos de a pie solo porque cargan un bolillo y una pistola.

Es nuestro deber y salvación hacer mofa de ellos siempre y en todo lugar, de esos señores agentes que se las dan de muy machos y se “cogen” entre ellos (nota corta, por eso es que había un pabellón en la cárcel “La Picota” destinada a albergar a los militares (y paramilitares que son los mismos), y era mejor conocida por el nombre oportuno de “El pabellón Cuatro Bolas” porque eso en cuatro no se ve, no se ve cómo el coronel “clava” al raso –Ay, sí señor, señor! Rásqueme con la de mear, Señor! Creoque era el pabellón número 8 -el culo de te lo abrocho-), quienes se visten de verde o de azul para hacer cumplir la ley, pero la ley del que más les pague o del que mande.

Momento, me desvío (y hasta sexualmente) del señor Merlano. Es un abogado que sabe sus derechos y el poder que ostenta siendo senador de la república. Lo que sí le critico a mi don, a ese hijo de… congresista preso por parapolítica, hijo que acogió las banderas de su santísimo y beatísimo padre quien hacía proselitismo político de la mano de Rodrigo Antonio Mercado Pelufo, alias “Cadena”, conocido y temido paramilitar que hacía votos con balas y muertos, es que se apoye en su votación para infringir la ley.

Bueno, aunque siendo sincero, quién no ha utilizado algunas argucias para librarse de sus compromisos con la ley o con la justicia. Cualquier excusa es válida, desde aquella que reza que las interceptaciones ilegales son solo “una bobadita”, hasta la conocida mordida que ofrecemos todos cada vez que nos atrapan en una de nuestras pilatunas automovilísticas (yo le doy para las gaseosas mi señor agente). Yo también habría hecho lo mismo; si Pirri se lanza para presidente solo por su página en Facebook o Mockus creía que iba a ganar a punta de “Me gusta”, yo también me montaría en mi curul y no escucharía a nadie y pasaría por encima de todos (o ustedes no?).

El señor tiene todo el derecho de inflar su votación para parecer más importante (porque todo costeño es crecido) y decirle a los policías que “la cojan suave”, que ellos no tienen ni educación  (porque lo importante es la educación, a usted le pueden quitar todo menos la educación) ni autoridad para estar contra el voto popular.  Y tiene todo el derecho divino de utilizar su posición y los recovecos legales para evitar a la ley, como su eminente padre, quien fue el primero en renunciar a su fuero para hacerle “conejo” a la ley y ser procesado por la justicia ordinaria.

Dejen jugar al Merlano (en serio que apellido tan fácil de burlar), que él iba rápido y furioso, en su camioneta para alguna de sus pachangas, o para algún concierto, así sea para delinquir como todo Merlano que se respete; así que respeten y no sean maricas, que él verá si va o viene borracho de algún “espeluque” con champeta y toda la cosa, de mama’ ron, de abrazar a la pipona (a los que no son costeños eso es una presentación del ron para ellos). Espernancate amigo policía, ábrete del parche que no tienes nada que hacer frente a un costeño con poder, que solo hueles a sudor y a grajo (nunca le digan “chucha” a un habitante de la costa porque piensa en otra cosa).

Espero que esto cierre la discusión y que no juzguéis pues seréis juzgados, y con la vara (y las barras) que mides seréis medido. Por el derecho de todo congresista de sacar pecho por sus votos y mangonear a Generales, Coroneles y policías: Salud! 

P.D.: Mis amigos furibundos, enfrascados en la pelea inútil de tumbar a un congresista: en serio no lo van a lograr, ni con Merlano ni con Corzo, ni con ninguno; para eso es el poder, y el que lo vive es quien lo goza (como el carnaval). Así que dejen de hacer el ridículo.

P.D.2: En serio, no lo van a lograr, hay que leer las leyes para entenderlas y sino caen en falsos cuestionamientos queriendo pasarse por la faja a las mismas que quieren invocar. Hay que leer antes de opinar. O al menos preguntarle a alguien que sepa de las leyes y que pueda interpretarlas.

Notilla: Lo poco que sé de “costeñol” lo aprendí a través de la sobre-exposición a varios representantes de ese orgulloso pueblo del prominente “ajá”, que nos deja desconcertados cuando finalizan una frase con esa palabra. Ejemplo, estábamos en la casa, mamando ron y… y ajá! (para el cierre, quería utilizar la palabra “jopoloco” pero no supe dónde meterla, disculpen)

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