Tuesday 28 February 2012

Colmenares y la Gente del Camino


"Justicia: Vendida al caballero de atrás!"

Mi país, ese país bañado por dos mares de los cuales no sacamos nada, 3 cordilleras, que sirven para refugiar paramilitares y guerrilleros (ah y muertos y desaparecidos) y plagado de televisión basura y telenovelas baratas sin argumento ni sustento alguno más que el de proveer una superflua diversión al público inerte, ahora se enfrenta a una verdadera novela, una novela de verdad, de la vida real, que incluye traiciones, intrigas, deslealtades, celos, envidias, corrupción (como si en Colombia faltara ese elemento en cualquier aspecto de la vida cotidiana), lágrimas y desaciertos de la justicia. Se trata nada más y nada menos que del caso de Luis Andrés Colmenares.

Me causa cierta curiosidad el saber cómo han hecho para manipular tanto a los forenses y a la justicia para alargar tanto el proceso; porque yo sé que la justicia de mi país no es la mejor ni la más eficiente del mundo, pero carambas, el modo en el que se ha llevado el caso por parte de medicina legal y de la fiscalía es más que jocoso y jacarandoso.

Las versiones de las acusadas también son dignas de entrar a la clasificación de “historias asombrosas” o de “La Dimensión Desconocida”; poseen argumentos inverosímiles y agujeros conceptuales de un tamaño que rivaliza con los cráteres que se encuentran en las calles de Bogotá; hablan de grados de alcoholemia que inducirían a cualquier persona a un coma profundo en vez de ponerlo a correr, de saltos mortales triples imposibles y de la anulación de las leyes de la física, principalmente la Ley de Arquímedes acerca de la interacción entre los cuerpos y el agua.

Realmente es obvio lo que pasó en esa novela de celos, lujuria y pasión de Gavilanes. Ahora le resta a la justicia el definir los autores y las culpas, pero más que eso nos queda a los colombianos aseverar que, como el adagio popular reza, “la justicia es para el de ruana”. Porque también es obvio que sin la divina intervención del dinero que aportaron los familiares de Colmenares, sería otro caso cerrado y archivado por la justicia; sin los forenses que pagaron, el muerto seguiría siendo solo carne para los gusanos, y los fiscales, seguirían estando comprados para favorecer a los culpables, esos pobres culpables que se autodenominan “gente de bien”.

Esperemos a ver que dicen las partes, que argumentan con las pruebas que tienen y que veredicto da el juez a propósito de este Reality Show que se desenvuelve en las altas esferas de la sociedad colombiana, en esta trama hollywoodense digna de un elenco de primera, protagonizado por esas deliciosas mezcolanzas que se han creado para las novelas actuales, producciones colombo-peru-vene-mexicanas.

Por eso espero con ansias que emitan rápidamente la telenovela en R.C.N, famosa producciones del más alto estándar de calidad y reparto, que podría llamarse “Colmenares y la Gente del Camino”; o que lo haga Caracol, con su talento para copiar todo lo que hacen en otros canales, con ese talento “Más cerca de ti”.

P.D.: Por cierto, que ha pasado con la otra novela que impacta a los corazones del país, esa de Valerie Dominguez en ese culebrón que bien podría llamarse “La Costeña y  el Agro”?

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