Monday 2 July 2012

Manual para comprender a un hombre


"Este manual no lo van a encontrar en tiendas"




Es mucho lo que se habla de los hombres, que son machistas, obsesivos, malos polvos (solo porque no se saben la posición del Mazzinger cojo o la Sonrisa Colgate) y hasta impotentes se les ha llamado. Mucho es lo que ahora graznan las brujas como Ascárate acerca de nuestros múltiples defectos y temores, de nuestras costumbres y maneras. Es que a esas féminas se les ve el odio a flor de piel todo el tiempo, solo buscan ridiculizar al ya de por sí ridículo sexo masculino, mientras las mujeres aplauden eufóricas como si ellas no tuvieran ningún defecto y solo fuesen inocentes víctimas de los sucios hombres.


Claro que tenemos defectos, no cientos, miles de ellos habitan junto con nuestro ego y nuestra paciencia infinita hacia las mujeres. Pero no se dejen engañar, somos mucho más simples de lo que dicen esas mujeres que se volvieron comediantes solo porque salen a rumbear a la 93 o por salir en los comediantes de la noche.

A riesgo de parecer celoso voy a decir, que si no triunfo pronto, pues me volveré cuentero, es una forma fácil, rápida y directa de hacer plata con solo decir un par de babosadas (cosas para las que soy bastante bueno) y criticar acerca de todo y aseverar a todo pulmón que soy un inepto: que no sé utilizar un microondas, que no sé cocinar ni planchar, que me muero de hambre porque no sé abrir un maní, o que hoy finalmente leí un libro o me “enganché” con una mujer. Haré un documental acerca de qué es lo que me place hablar sin sentido y enmariguanado, con los ojos rojos y con corbata que no pega con mi jean.

Pero momento, ya estaba desviando mi atención a temas pendejos, les digo que he estado haciendo un manual que espero les resulte útil al entender a los hombres, ya que para realizar un manual para entender a las mujeres debería nacer dentro del otro sexo (o atrapado en otro sexo como Ricky y su pandilla de los niños vestidos de colorín, que van cantando como locos con su alegre re-tin tín), es un manual que puede ser revelador al ser muy sencillo y decoroso, mostrando miedos y detalles bien sabidos pero no contados:

  .       Somos simples, no solo eso “simplísimos”, no nos complicamos por nada más que por saber qué vamos a comer y qué vamos a comer. Pero eso es una ventaja para ustedes: el ser sencillísimos nos hace facilísimos. Simplemente un poco de estimulación visual temprana nos hará presa fácil de cualquier mujer (v.g. mírenos, les suplico, cuando vemos a una mujer comiendo un banano o chupando un “Bonice” o un pitillo, detecten raudamente la cara de idiota que ponemos)

  .       Tenemos miedos: Claro que los tenemos aunque no lo admitamos; miedo profundo hacia las mujeres y más específicamente al rechazo de éstas, miedo a estar solos, a perder el pelo y a que una mujer nos tome del pelo. Ah, y miedo a que el mundo sea dirigido por mujeres... aunque eso ya está pasando.

  .       Claro que amamos a nuestra madrecita, ustedes no? Y claro que buscamos alguien que nos quiera casi como ellas, no nos critiquen más por eso…  obviamente sabemos que toda mujer es diferente y por eso comparamos las utilidades de cada una, como en un teléfono inteligente: qué aplicaciones tienen, qué procesador utilizan y qué podemos utilizar para jugar a nuestro antojo. Pero la madre es lo primero ante todo!

  .       Sí sabemos si otro tipo es más “bonito” que nosotros o está más “bueno”, que nos hacemos los idiotas es otra cosa. Qué tal! Vaya algún colega nuestro luego a decir que somos maricas… ni por putas!

  .       Si, vemos porno todo el tiempo, así sea en algún flash informativo, porque, tampoco es que pensemos en sexo cada 10 segundos, pero si necesitamos estimulación visual para alegrarnos el día, es esencial para nosotros. Además, siempre llevamos una “porno” en desarrollo en nuestra mente, todo el tiempo, desde ver a una cajera de supermercado que nos podría decir “uy que lindo estás, vamos a coger atrás de la tienda?” hasta una profesora que diga que va a mejorar nuestra dicción con unas deliciosas poses diseñadas exclusivamente para ello.

  .       Sabemos utilizar todos los aparatos de la casa, TODOS, nos hacemos los idiotas para no realizar labores hogareñas, pero por favor, prácticamente nosotros los inventamos y amamos la tecnología en cualquiera de sus formas (los hombres tienen naves cohete, puentes suspendidos, gobierno constitucional, zapatos para nieve, nudilleras, videojuegos, el renacimiento*).

  .       No orinamos sentados (eso no es un secreto) y por eso no podemos apuntar bien; obvio que nos esforzamos (y no saben de qué forma) por ser limpios en ese sentido, pero siempre hay pequeños errores que se escapan, literalmente, de nuestras manos. No es por maldad que algunos residuos vayan a parar al piso. P.D.: Se les caerán las manos o los ojos a las doctoras antes de sentarse en el bizcocho por fijarse si está limpio o con la tapa abajo? Carajo, maduren!

  .       No, óigalo bien, no sabemos combinar nada de ropa, es imposible para nosotros decirles que prenda va con esos zapatos o con esos vestidos; no poseemos ese don, así que no nos pongan en aprietos y dejen de preguntar. Les gustaría que les dijéramos: qué arma me conviene en Modern Warfare, la M4A1, la Ak47 o la TAR21? Con qué mira te parece, telescópica? No entendieron? Pues bienvenidas a nuestro mundo!

  .       El desorden es intrínseco a nosotros (aunque a veces tengamos que pelear contra esa entropía, especialmente cuando una mujer nos va a visitar), vivimos en un mundo demasiado lineal para pensar dónde deben ir los zapatos y en qué posición se deben colocar las medias para que el espacio rinda más en un clóset. Algunos no sabemos ni amarrarnos bien los zapatos.

  .      Nos gusta eructar de manera seguida, porque como dijo Shrek “mejor afuera que adentro”. Es irresistible y de paso es saludable, porque eso es un gas comprimido y de alguna forma tiene que escapar… Yo personalmente prefiero que sea por la boca, no sé ustedes…

  .      Somos directos y esperamos lo mismo; no entendemos nada de sutilezas ni mensajes ocultos, si lo quieren, díganlo y punto, no nos va a ofender (mucho) ni vamos a dejar de insistir. Como dice en alguna parte, para nosotros Sí es Sí y No es No. Punto.

  .      Si ya saben la respuesta no nos pregunten, no nos pongan a mentir que somos malísimos para ello; por esa razón siempre nos atrapan hasta en las mentiras más simples.

  .      En el mismo orden de ideas de la anterior, cuanto más grande sea la mentira, más nos demoraremos en contestar, no le busquen más explicaciones. Aunque me imagino cómo se divierten las mujeres viéndonos tararear una mala mentira, pero no nos hagan eso por favor, no jueguen con la elemental mente del hombre, consideren!

  .     No sabremos jamás cómo reaccionar al llanto de una mujer, somos unos completos idiotas en esa vaina y saldremos con alguna estupidez que te dejará con una rabia infinita hacia nosotros. Solo confórmense en aceptar el abrazo sentido que daremos.

  .     Sí, nos gustan los cuerpos esculturales, las viejas buenas y con grandes atributos, con caras lindas y labios carnosos, o es que a ustedes no les gustan los hombres buenos? Ah bueno! No nos digan “superficiales” por ese pequeño defecto de buscar siempre la manzana más brillante del árbol.

  .    Somos pésimos en disimular que estamos viendo a otra mujer, pero es por la misma razón de la del porno, no se preocupen que simplemente es un “mirar al horizonte”, no más, no es una falta de respeto, es un simple razonamiento evolutivo, como en las planicies del Serengueti, miramos cual leones a los otros seres que habitan en nuestro reino.

  .    Amamos, mucho a veces (ay, amé demasiado, jeje) y también nos comprometemos, lo que pasa es que no lo decimos, pero el amor está ahí. (Publicidad Política no Pagada)

  .    Grave pero cierto, si ustedes no se visten o no lucen como súper modelos de Victoria's Secret o al menos de Leonisa, no quieran que nos convirtamos en la cama en actores porno ni que nos cuidemos todo el tiempo (dar y recibir madres).

  .    Nunca, pero nunca vamos a admitir que estamos perdidos, jamás, nunca pediremos explicaciones e informaciones si nos perdemos. Repito, jamás (por el único ser del universo que me dejo guiar es por el G.P.S.). Jamás!

  .  Por último, no somos máquinas sexuales, no somos Rocco Sigfried ni Ron Jeremy, necesitamos descansar después de todo acto que requiera nuestra evolucionada herramienta de placer, ya que es de la era manual y no de la digital como la de ustedes. No pidan arrumacos y dejen dormir carajo!

Claro que habrán hombres que se salgan de estos lineamientos, al menos en alguno, por ejemplo, a mí en lo personal ni me gusta el fútbol y someramente lo entiendo por lo que me trataron de enseñar en el colegio, así que por eso no puse ese punto de la pasión por el fútbol  en este manual de bolsillo (que utilice el “futebol” de excusa para beber es otra cosa).

Pero más allá de críticas y amonestaciones que quieran hacer ustedes solo les pido una cosa: entiéndanos o al menos inténtelo, no somos difíciles y aun así las amamos y a veces las respetamos (respete para que la respeten), somos como niños con juguetes caros (iPhone, BlackBerry, Android, PS3, nueva novia, etc.) pero las seguiremos hasta el fin del mundo, como dije antes, hasta que algún amigo, compañero o jefe las aleje de nosotros.

Fin del comunicado!

* En el asterisco que se encuentra arriba, es para decir que la frase la tomé de Homero Simpson cuando hace una comparación entre los inventos de las mujeres y los de los hombres… y al final de esa breve discusión sale acostado en el sofá diciendo “por qué las mujeres inventaron dormir en el sofá”… siempre ganan las discusiones las mujeres por su capacidad evolutiva de devolver la pelota hacia la cancha del adversario. Felicitaciones! (el capítulo se llama “Las Chicas solo quieren sumar”).

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