Saturday 28 July 2012

El Café - Bar


"Atendido por su propietario, siga Ud."

En estos días de iluminaciones olímpicas y de justas no tan justas (por lo de la tecnología que utilizan las grandes delegaciones) no había de qué escribir; y no es porque en el mundo o en Colombia falten las noticias que llenan de risa y rabia a todos los comediantes del país, no porque Dania se haya compuesto y ahora ya no venda el archipiélago, no porque ahora el vicepresidente siga siendo una marioneta o un florero más allá de su estado aletargado (bueno, más aletargado), sino porque debo decir que últimamente me está importando poco el devenir nacional.

Es que todo ahora es muy pesado, sino miren el nuevo partido que creó mi ex presidente Uribe con sus cofrades, con sus amigotes (esa es una palabra meramente maternal), ese centro de Puro pensamiento genital, y digo genital porque nos cree guevones a todos los colombianos (claro que no falta el que le vota nuevamente) para que volvamos a creer en la santidad de sus compinches en la cárcel. Pero así de repente, de una publicación sumamente seria, encontré tema, un tema angelical y sublime que me hizo retomar el oficio de escribir.

La noticia parece pendeja, pero no, no se confunda mi amado radioescucha, posee una grandeza en sí misma, es una noticia magnánima; se habla de que uno de los emblemas del norte de Bogotá, de uno de los lugares favoritos para tomarse fotos y que está lleno de maricaditas (como una piñata), ahora está sellado, está cerrado por evasión de impuestos (si, óigalo bien cuando jacte de oligarca y deje propina), por hacerle “conejo” a los aviones de la D.I.A.N.

Pues sí, el Hard Rock Café está sellado, cerrado por tramposo, por no tener sus cuentas claras. Pero a mí me parece que ya era hora! Lugar del demonio ese, en donde una comida puede salir lo de un día de trabajo sin que ello lo amerite, en donde ponen música normal y en donde su ambiente está lleno del mal gusto norteamericano: lleno de llaveros, guitarras y pendejaditas varias… ese lugar donde también se puede comprar una camiseta sencilla por cien mil pesos (eh?).

Más allá de alegrarme del cierre (lastimosamente temporal supongo) de ese antro del averno, de ese lugar que reúne a la “gente linda” de la élite capitalina, veo en ese acto una oportunidad de negocio, una oportunidad de crecimiento capital, pero más allá del simple y llano dinero, veo una oportunidad de reafirmarnos lo que somos los colombianos en un nuevo sentimiento, en un nuevo lugar.

Propongo que abramos nuestra propia versión de “Hard Rock Café”, pero que sí nos represente, que sea nuestro, muy nuestro, que esté lleno de esa “colombianidad” que tanto nos pasan los medios de comunicación por la cara últimamente.

Es que lo veo como un sueño hermoso y limpio, puro y sincero. Espero que abramos un café en un lugar más adecuado para tan alto oficio… me imagino un segundo piso en la 19, en el nunca bien ponderado centro de la ciudad y estaría adornado con todo lo que nos representa: 

Los letreros de “hoy no fío, mañana sí”, creo que serían imprescindibles, así como sombreros aguadeños, carrieles y por qué no, una burra, ya que eso representa nuestra cultura más amada y, a la vez, menos amada: la cultura paisa; porque hay que admitirlo, nos caen bien los paisas, son queridos, amables y serviciales (muchos de mis mejores amigos son de por allá), pero poco amamos su amor irrestricto por el dinero (cosa que los ha metido en muchos problemas y estereotipos) y su regionalismo avezado, además de su cuasi infinita “avispadez” y la facilidad de sacar ventaja de cualquier persona que se les atraviese. 

Pero continuemos; los que me conocen saben que la odio, odio profunda y visceralmente a esa persona, pero deberíamos tener algo de ella en el nuevo sitio, algo que la represente en toda su figura: un mechón del capul de Shakira, pero solo si es con la gomina que le echaron en el video de “Magia” (sí, soy monotemático), para que nos sintamos internacionales. También deberá estar el sombrero “vueltiao” (se escribe así?) que nos representa a todos los colombianos (sobre todo a los del interior), ese que yo vine a conocer a la tierna edad de 20 años por los malabares del destino; una ruana boyacense, un mocasín blanco del valle, un arpa para recordar a ese valle que le llaman llano y ya para terminar, algo de arte precolombino, algo como una vasija o cualquier cosa, da lo mismo porque los colombianos no tenemos nada de indio en nosotros, somos los europeos de américa latina, así que solo ponemos esas cosas de salvajes como punto de referencia más no como identidad. Porque hay que recordar que no hay indios en Colombia más que esos “indios mugrientos” del Cauca, como lo afirman muchos arios de raza pura y de sangre azul en los comentarios de internet.

Claro que si es un restaurante deberíamos ofrecer platos típicos, que nos llenen de pasión por la “colombianidad”  como ñero al horno, busetero sudado en salsa de Tropicana Estéreo,  comentarista deportivo al ajillo, sopa de Yidis, huevos a la Obdulio (o sea estrellados), sesos de mono con condimento de congresista, caldo de ojo (el preferido de Juanma), hormigas culonas de Soho, cabrito a la Oscar, encurtido de Grisales (pero viene con sal de frutas para pasar la indigestión de tanto cuero), pusandao de bagre (o de Azcárate), caldo de cola a la Cediel, sorbete de borojó (a ver si se para algo en este país), arepas a la Dania, Marbel Tolimense, una sopa de remiendos parlamentarios y el sancocho preferido: un sancocho “protagonistas de nuestra tele”, el cual me imagino será el más vendido a esa multitud que ama los menjurjes, sepan a lo que sepan. Ah, y sin duda, lo que más les gusta a los congresistas, senadores y gente linda del espectáculo: mucha, pero mucha Fritanga.

Es este lugar no puede faltar el merchandising, los objetos insulsos pero que fascinan a los comensales; deberían vender llaveros con la foto del Pibe, camisetas que digan “Uribe 2014 – 2200”, pistolas de juguete con el patrocinio del ex comisionado de paz, cuchillos Rito Alejo del Río que son mejores que los “Ginsu 2000”, la motosierra urabeña y lagartos encurtidos como Poncho Rentería o Yo José Gabriel.

Y así pues mis buenos amigos, deberíamos crear un lugar que nos una a todos, que nos identifique, en donde pongan sin cesar el segundo himno más hermoso del mundo (nacidos para “segundear”), que cocinen locro y mazamorra grande, chiquita, intermedia, caliente, fría, etc., que maten un marrano y cuatro gallinas, un lugar en el cual el animador estrella sea el mismísimo Uribe Vélez, que nos entretenga con su prosa versada, con su malabarismo político y con su alta habilidad de manejar bestias aunque después lo tumben de su lomo, ya sea una potra o Yidis.

Espero así que, alguien tome prestada mi idea y cree este lugar de mágicos encantos “macondianos” y nos liberemos de una vez de esos lugares extranjeros, que son malos y no saben a bueno... ah, y no pagan impuestos.

P.D.: Ahora hay gente ofendida porque los ingleses dijeron que el himno colombiano era uno de los más feos del mundo; pues debo decir que me vale madres (como dicen los mexicanos) lo que piensen un montón de estirados que aún tienen reyes (como si nosotros financiáramos con nuestros impuestos a un cacique o algo así), pero también quiero saber dónde fue el concurso para saber que nuestro himno es el “segundo mejor del mundo”… el himno simplemente es una expresión del patriotismo, de ahí a que sea mejor o peor es una reverenda estupidez, soy tan colombiano que voy a utilizar la frase argentina: lo que piensen del himno me chupa un huevo!

Otra: Critican tantas personas a R.C.N. y a Caracol Televisión, pero al final siguen viéndolos día tras día… de gente ridícula está lleno el mundo. Vuelvo y repito la frase de Friedrich Schiller “Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano”. Amén.

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