Sunday 18 March 2012

Sum Sum Corda!


"Semper maiora conari: Aspira siempre a ser mejor..."

Me gusta la nueva estrategia de ventas de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana en la que, literalmente, por obra y gracia del Espíritu Santo, los jóvenes descarriados de la Europa decadente van a conseguir un trabajo permanente. Siempre dispuestos a ayudar con la difícil situación del viejo continente, siempre prestos en los momentos de crísis, los curas han vuelto más recargados que nunca para ofreceros un trabajo o un “job” como se dice en inglés (ojo que dije “job” y no “blowjob”, aunque a veces a ellos los confundan por la traducción entre el inglés y las ingles), mal remunerado en dinero pero gozoso en actos, sean púdicos o impúdicos.

No podíamos esperar menos, es que la Iglesia siempre ha estado para ayudar al necesitado, al desvalido, al indígena que oraba fuertemente para no sentir el latigazo de la Santa Inquisición, al pobre Nazi que necesitaba lavar su fortuna en el banco del Vaticano, a los pobres niños descarriados que seducen a los curas y los llevan por el mal camino (aunque a ellos les ofrecen que su riqueza será interna, como lo que les internan los seminaristas). Y claro, nunca les ha faltado fuerza y coraje para denunciar a los falsos profetas que quieren arrebatarle lo divino al Señor, como Galileo Galilei y toda esa parranda de renacentistas que despojaron al hombre de ser el centro mismo de la creación; y tampoco les ha faltado la pureza para levantarse con fiereza contra la utilización de esos plásticos del demonio que utilizan ahora para no procrear 20 o 30 hijos como lo dicta el mandato: “creced y multiplicaos, y llenad la tierra” (Génesis, 1:28).

No olvidemos tampoco la entrega total que ofrece la Santa Iglesia, el ofrecimiento sin igual de sus recursos para contribuir al hambriento, por eso necesitan más seminaristas, más curas para saber más pecados y poder absolverlos y porque no, absorberlos también; necesitan más gente para hacer quermeses y vender empanadas y hacer bingos y con ello edificar más iglesias para sí mismos, más colegios para educar hacia el futuro que tienen los niños por delante (y por detrás también). Necesitan todo un nuevo ejército de la verdad revelada para acrecentar sus pobres arcas ya bastante vacías por la culpa de todas las demandas de los impíos contra los limpios párrocos y su noble proceder.

Gracias por ese ofrecimiento; Sum Sum Corda digo para mi hermosa iglesia, pensando siempre en los más necesitados, buscando incrementar su belleza espiritual y saciar el “verano” de seminaristas del que adolecen hoy en día. Y por cierto, tenemos que rodear a las encíclicas del Santo Padre cuando reprende a todos aquellos que utilizan un método de planificación que no sea el del ritmo, porque recuerden, un verdadero cura de la iglesia no necesita esos horribles recubrimientos de látex ya que los monaguillos no quedan embarazados, he ahí la belleza del sacerdocio.

“Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.”

P.D.: Recordad siempre que Sum Sum Corda significa “Arriba los Corazones”… y recordad siempre que a eso respondemos en la misa, con algo de picardía: Lo tenemos levantado hacia el señor!

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