Thursday 9 May 2013

La "maricada" colombiana.

"Todos a marchar, sin pensar pero a marchar"


Es increíble ver las noticias que abundan en mi madre patria, y no solo me refiero a las de los políticos y sus Nule, ni las noticias de Falcao (que es tan lindo y único como BomBomBum) ni mucho menos a los chismes de tetas y culos que pululan en las emisiones camufladas con noticias para que nos las tragemos entero, me refiero a las noticias que anuncias las contravenciones contra las personas que son diferentes a las mayorías.

En primer lugar les recuerdo que la democracia, esté bien o mal construida, no es el poder de las mayorías como reza un partido político colombiano, sino el respeto hacia las minorías, porque al contrario de lo que todo el mundo cree, todos somos minoría: unos negros, unos blancos, muchos mestizos, altos, bajos, honestos, ladrones, etc., todos somos diferentes y eso no se puede discutir.

Pero mientras en los mal llamados países desarrollados se discute de política ambiental, calentamiento global, derechos adquiridos, desarrollo y sostenibilidad económica, en Colombia retrocedimos a la época de la inquisición, metiéndonos hasta en los catres de las personas al mejor estilo del poderoso Franquismo que sufrió España durante esa nefasta dictadura.

Se hacen marchas, protestas y hasta manifestaciones públicas para que sigamos en el oscurantismo, en la ignorancia y sobretodo en la ignominia de juzgar con el dedo acusador a todos aquellos que no son como uno: a la mujer, al marica, al negro, etc.

Y las discusiones de fondo se centran únicamente en eso, en saber quién es el que le mete qué a quién y por dónde. Se centra en el discurso político en juzgar a las mujeres que quieren decidir sobre su cuerpo y sobre los homosexuales que quieren decidir sobre su culo, mientras las cosas realmente importantes para el país pasan de agache, pasan desapercibidas entre el tiranosaurio rex conocido como el Procurador y don Uribe peleando por cada cosa que hace Santos.

Pero me pregunto yo, dónde carajos están las discusiones acerca de reducir la pobreza campante en Colombia? Porque para que la gente salga de pobre no es suficiente con cambiar el método de medición del D.AN.E., sino generar empleo y seguridad alimentaria (la frase que más aprendí por estos bellos días), generar políticas claras y efectivas, además de precisas, para acabar con el hambre en los campos y en las ciudades.

Dónde están las discusiones acerca de la inclusión social del campo? Porque la seguridad democrática que tanto aplauden muchos no se puede sostener solamente con balas y paras, sino con la inversión real en el campo, con la tecnificación y el acceso a las tierras por parte de los campesinos de verdad, no para los grandes hacendados que viven en Guacharacas o Ubérrimos.

Dónde están las políticas claras contra la corrupción que nos asalta día tras día? Porque la solución para eso no es solo mandar a los Nule o a los Moreno a la cárcel (así sea esa cárcel tan bonita que hasta permisos familiares tiene), ni simplemente atacar a Petro o a cualquier otro inepto, sino ajustar las finanzas públicas y reducir a cero el factor de la criminalidad de cuello blanco. No solo es darse golpes de pecho sino poner las cuentas claras.

Quién habla acerca de la crisis de la salud, de la crisis hospitalaria que deja muertos y desmejora la calidad de vida de todos los colombianos? Dónde están las discusiones de cómo se puede solucionar semejante “desmadre” que nos dejó el illuminati doctor Uribe con su Ley 100? Dónde está el pueblo marchando contra el llamado “paseo de la muerte” al que son sometidos día tras día los pacientes que no tienen un cubrimiento de salud adecuado? Porque la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino el mejoramiento de la calidad de vida del paciente y sobretodo el respeto de la dignidad del enfermo, porque uno (al contrario de lo que nos quieren vender en novelas pendejas como “La Hipocondríaca”) no va a un hospital solo para divertirse o para pasar el tiempo viendo “Muy Buenos Días”, sino que se encuentra muchas veces en su peor momento.

Quién marcha para que el país salga de su eterno atraso vial? Porque viajar en Colombia por carretera es una falta de respeto contra el trasero del viajero y contra la anatomía del parque automotor, sin contar con las pérdidas y la falta de productividad que eso conlleva. Dónde está la Santa Iglesia diciendo a los ejecutores viales que si no desarrollan el país incurren en pecado mortal?

Y con más y más quejas como estas, hasta el infinito, hasta el absurdo, puedo llenar miles de hojas, folio tras folio cargado de inequidades frente a la pobreza, el desempleo en incluso contra el tráfico (no señores, el pico y placa no es una solución, es solo una muestra de la incompetencia de los políticos de siempre), pero es más importante saber quién se está acostando con quién, es más importante que una mujer muera antes de contravertir la decisión del Señor y del violador.

Tiene mucho más trasfondo saber que el mariquita de la esquina ahora se casó por lo civil con el peluquero del centro comercial que saber cuán podrida está la olla de la contratación; es mucho más importante hacer marchas pendejas con actores igual de pendejos por el derecho a la vida de un infante que hacer una marcha para que las condiciones alimentarias de los niños ya nacidos mejoren y dejen simplemente de comer basura.

Así que por eso digo que la maricada colombiana no tiene límite, solo fijándose en la forma y no en el contenido, en la apariencia y no en la escencia. Es hora ya de salir del ostracismo religioso que nos ha dejado solo muerte y atraso y abrazar temas importantes a la hora de la comida, porque créanme cuando les digo que los países someramente avanzados hace mucho tiempo que dejaron de meterse en el ojete de sus ciudadanos y dejaron atrás las políticas esclavistas, misóginas y paranoicas de los santos padres de la Iglesia y de la patria que solo buscan cortinas de humo para que la gente no vea todo lo que pasa y acontece en esa mala tierra olvidada de Dios.

Deje la maricada ome!

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