Monday 27 August 2012

Lleva a un Tatzista en el corazón.


"El compañero está tanqueando reinita"

En los últimos días los taxistas de la ciudad de Bogotá amenazaban con un paro que se convertirá en todo un parto para los ciudadanos; en un paro para demostrar su fuerza frente a los temas que no les gustan, a los temas que no son convenientes para ellos: el pico y placa, los taxis ilegales, que alguien los controle, etc...

Está muy bien que ellos exijan sus derechos, que demanden por el bienestar de su gremio, pero me pregunto yo: cuándo seremos los usuarios representados por alguien que nos defienda de los atropellos de esa “mancha amarilla” que se cierne por la ciudad cual malaria maleante? Cuándo los ciudadanos podremos hacer uso de un paro, de una marcha, de una protesta o de algún tipo de documento para quejarnos frente a los abusos constantes de los señores y señoras taxistas (sí, hay mujeres taxistas y también son abusivas)? 

Porque montarse en un taxi en Bogotá es toda una aventura espacial, que no le envidia nada al mejor parque de diversiones del mundo (debe ser por eso que Mundo Aventura no es tan exitoso… quién necesita de diversiones extremas  después de pasar por la Caracas), a la casita del terror; es una odisea completa el aventurarse a probar ese medio de transporte.

Si lo coges por la calle te expones a cualquier tipo de vejamen, desde que te tuteen mal (con el famoso argot que ya conocemos y su lenguaje florido), hasta que te hagan “paseo millonario”… y no son casos aislados, ni los de Uribe ni los de los taxistas, no me crean tan pendejo! Si por el contrario, llamas el taxi (o el “tatzi) a una compañía (o una guarida), te expones a lo mismo, solo que ahora conocerás al menos las placas del maleante de turno.

Por eso propongo que se abra una escuela para taxistas, en donde les enseñen a bañarse (al menos), a utilizar los elementos de aseo básico y a no decir “tatzi”, reinita o madre, una escuela en donde les enseñen a no ser abusivos y a no tomar la justicia en sus manos con sus famosos linchamientos; tal vez podríamos crear una tabla de mandamientos, un decreto o un artículo, una moción para que en el pensum les pongan a estudiar ciertas cosas, entre otras las señales de tránsito y el respeto por el otro.
El documento podría ser así:

-          Siempre tener “vueltas”, tener regreso del dinero que le están pagando, ya que es su obligación como prestador del servicio y no del cliente; en este punto también podríamos añadir que no está bien, no es correcto pasar billetes falsos cuando se cambia un billete, sin importar la circunstancia.

-          Dirigirse con respeto y cordialidad al pasajero, respetarlo en todas las maneras y aún más cuando se trate de una mujer: favor no tratarla de “mamita”, “reinita” o demás apelativos que dejan ver su lado ñero; también se debe añadir que no está bien “morbosear” a la clientela ni inmiscuirse en sus asuntos, sean cuales sean.

-          No adulterar (“de por dios”) el taxímetro, así como ustedes exigen respeto y honradez, así debemos ser tratados los usuarios; no olvidar tampoco que no está bien “redondear” la cifra para ganar más dinero del que ha marcado el taxímetro.

-          Por favor llevar al usuario a su sitio de destino final y no establecer rutas de trabajo, no utilizar excusas para no ir hasta el centro o hacia sitios que no le agradan; recordar que es un taxi, no un bus que cubre rutas.

-          Cumplir estrictamente las normas de tránsito, para algo se inventaron… no sabría qué más decir acá.

-          Entrando al ámbito personal, deberían cumplir con ciertas características personales como bañarse a diario (o al menos cada dos días, por favor) para así no incomodar al pasajero con su aspecto desaliñado o sus olores característicos; también debe recordarse que como todo espacio de trabajo, el taxi también debe limpiarse y mantenerse en un buen estado, tanto técnico como de presentación. Pequeña nota: no orinar en la calle es síntoma de pulcritud.

-          Mantener el  radio y su radioteléfono siempre en un volumen adecuado para no incomodar al pasajero; si a usted señor taxista le gusta “Tropicana Estéreo” (que se metió), no debe obligar a su pasajero a que sea golpeado por ese mal gusto a todo volumen; también debo recordarle señor taxista que las bandas de radioteléfono deben ser para uso de trabajo, no para saber qué le pasó a “la Yurleidys” o si al fin “el Jeíber“, conquistó a la “chica” de la esquina.

-          Y una última, para los que no fumamos sería gratificante que el “doctor” taxista no fume dentro del vehículo.

Con estas pequeñas, simples pero importantes normas yo creo que podríamos llegar a apoyar irrestrictamente a los taxistas cuando de exigir sus derechos se trate, todos nos abrazaríamos con ellos de forma fraternal cuando ellos estén pasando por un momento de angustia o de dolor. No es difícil en verdad ser “gente”, pensar en los demás y saber que no están solos en la calle, que los demás merecemos respeto.

Por eso abro esta campaña de “Lleva un taxista en tu corazón”, para que les enseñemos a bañarse, a hablar y a ser personas.

“Eso es todo reinita!”

P.D.: Es cierto que últimamente no ando muy enterado de las situaciones de Bogotá, pero alguien me puede decir quién carajos está gobernando esa urbe? Petro, los suplentes, Bacatá? Ayuda por favor!

Otra: Más casos AIS-lados del gobierno Uribe? Carajo, ya uno no sabe en qué creer, todos los grandes héroes de nuestra patria y que son del círculo cercano de Uribe ahora andan presos o huyendo de la justicia… qué tristeza saber que mi ex se está quedando solo en este valle de lágrimas…

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