Monday 2 February 2015

Véritas ódium parit

"Para mí los ángeles solo viven en Victoria Secret"

¿Por qué creen en verdad que sus pecados pueden ser perdonados?, es solamente una salida barata y fácil para auto complacerse y darse palmaditas en la espalda, para vivir en la mentira que les (nos) gusta, cómodos con ustedes mismos. Porque verán, lo que llamamos ‘pecado’ son transgresiones a los cánones de alguna religión o a aquellos que como personas racionales que somos entendemos que van en contravía del bien individual o colectivo.

¿Creen en verdad que alguien en las alturas les (nos) va a perdonar lo que han (hemos) hecho de malo en la vida? Yo creo y espero que no y cargar con ese peso es lo que diferencia al ateo que trata de vivir coherentemente con sus cuentas internas del creyente común que prefiere dejar todo en manos de otro para lavarse las suyas igual que Poncio Pilatos.

No es posible que alguien nos perdone y mucho menos cuando las transgresiones han sido repetitivas o totalmente desmesuradas con algo o alguien, contra personas que han confiado en nosotros o en aquellas a las que por gusto y gracia hemos herido profundamente y sin parangón.

La vida es cargar con las penas y muchas que son por cierto: la muerte, la incertidumbre, el desamor, la intriga, el engaño, etc.; son lastres con los que muchos decidimos vivir y tratamos de corregir, mientras que otros simplemente remiten todas sus fallas al cielo, a un cielo que NUNCA les responderá y que mucho menos reivindicará a todos aquellos a quienes hemos herido por nuestras propias banalidades o debilidades.

"Las lineas están ocupadas, intente en otra generación"

Siempre veo que dicen ‘esto ya queda en manos de Dios’, que es una forma bonita de decir ‘esto ya me importa un carajo porque no puedo o no me da la regalada gana de arreglarlo por mí mismo, porque soy cobarde al enfrentar mis propias cosas y prefiero creer que todo, a través de un ser divino, es bonito y bueno, que soy un hijo amado sin tener una simple evidencia de ello más que lo que me dicta mi corazón que hizo las mismas agresiones de las que me arrepiento’. Es mucho más fácil engañarse que descubrir que uno se ha engañado.

Creo que todos sabemos bien la verdad de las cosas en mayor o menor medida, hasta donde nuestras capacidades cognitivas nos lo permiten, pero rehuimos a ella por miedo, por comodidad o por ceguera selectiva. Muchos sabemos qué va a pasar desde el principio de una relación, desde el principio de un negocio, desde que se ven los primeros pasos de un niño, todos sabemos qué va a pasar, qué es lo esperado, pero siempre viviremos en una mentira, sobre todo cuando remitimos al cielo estas fallas para que de una manera cómoda nos muestre como justos, ecuánimes y salvos.

Por eso tal vez me dedico a escribir verdades que son un poco incómodas, obviamente verdades que solo pesan para mí mismo como tales para ofender a muchos y reafirmar mi supuesta autoridad y superioridad moral (como todos), pero trato de vivir con esos pecados que bastantes son, tratar de resarcir algunos de los defectos que tengo para llevarme mejor con los demás y no ‘remitir mis pendejadas al cielo’, tratar de creerme mejor que los demás aunque esté untado de la misma colada de todos.

Todo eso lo afirmo desde una visión sin sentido de que el cielo o el infierno no debe ser un referente para las acciones en las que nos metemos todos los santos días, que la verdad no es simplemente algo venido de libros supuestamente mágicos o sagrados, que hemos hecho daño a muchas personas y que a veces pedir perdón a los Cristos y demás reencarnaciones no es suficiente, que la redención no viene por una cruz o una luna, simplemente viene en la única vida que tenemos con aquellos a los que hemos transgredido.

Aunque tal vez solo sea esto una patada de ahogado y en verdad la mayoría de los seres religiosos no estén locos sino que en mayor o menor medida están en lo correcto cuando corren bajo las naguas de algún ser mágico e intentan salvarse así de las barbaridades que han cometido en vida, tal vez todo o parte sea cierto y yo sea condenado a uno de los más profundos de los círculos del infierno de Dante, tal vez al tercer giro del Séptimo Circulo (lean…) en donde esa alma que nunca hemos visto ni pesado ni medido será echada sobre arena hirviendo haciéndole compañía a Capaneo o a Guido Guerra… pero sigo sin creer en una expiación rápida, sencilla y efectiva por medio de fluidos de algún señor de bata o de corona de espinas.

'Cancerbero no es solo el arquero de fútbol'

Por esto llamé a esta pendejada ‘Véritas ódium parit’, la verdad genera odio, esta verdad con la que tratamos algunos de ceñirnos y que otros solo la ven como una blasfemia que debe ser condenada aquí con balas o con fuego de hoguera o en el averno que ha construido para tal fin esos seres de amor infinito para con la humanidad que ellos mismos ‘parieron’, para esa humanidad imperfecta, condenándolos bajo la premisa del libre albedrío.


P.D.: Que una pata amputada de animal te dé suerte es duro de tragar, pero que burócratas celestiales cambien el curso de la vida humana es risible.

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