Wednesday 11 April 2012

Pobre viejecita sin nadita que comer...


"Se derrite mi cosa política..."

Cuando fue formado el mundo, se crearon los continentes (sí, yo sé que me voy a saltar tanto la explicación de la tectónica de placas como la del creacionismo) y todos ellos, habitados por seres humanos, todos al parecer iguales. Solo los distinguían sus colores (como los Gudis, que eran de todos los colores pero eran igual de buenos… mentiras, los blancos no eran tan ricos, les faltaba como el mugrecito…), pero he ahí el primer problema de la humanidad, la diferencia de pigmentación.

Pero no voy a hablar del racismo ni ninguno de esos temas que, en verdad, me tienen sin cuidado; resulta que se crearon los europeos… y ah cosa pútrida para conquistar países y salvajes oiga; hicieron las delicias de grandes y chicos con toda su tecnología renacentista (que por cierto, era tecnología china, pero eso si se les olvida poner en los libros de texto), aplacaron naciones, mataron bárbaros y moros, quemaron vivas a brujas y ahogaron a indios después de su rescate (y después preguntan de dónde nació el secuestro extorsivo), limpiaron al mundo de impíos y herejes, frenaron a todo aquel que hablara contra ellos y finalmente, (sí, sé que esto va a sonar “bomba”) SE ROBARON todos los continentes que encontraron.
Por ejemplo américa: continente grande y majestuoso, lleno de incontables recursos naturales, lleno de biodiversidad, de cruel oro y vil plata, bañado por mares de alta producción, regado de campos fértiles y ruinas increíbles, con miles de lenguas e historias que contar; hace 500 o más años, no se vivía en la panacea tampoco, pero eran felices, con sus sistemas, arados y códices.

Pero un señor, que ahora lo enaltecemos como al mayor ser de sapiencia del mundo, dio un giro inesperado, por decirlo de otra manera, se perdió (ojo, camino a buscar otra ruta para robar otro continente) y puff… millones de indígenas desaparecieron como en un acto de magia; se aprovecharon de ellos (de los indios brutos), los utilizaron, los explotaron y luego los robaron, porque, según la Real Academia de la Lengua robar es “Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno”.  Yo no he visto ningún tratado firmado en el cual se entregue un solo céntimo de América a la Europa Medieval, así que se cumple la frase: Robaron (y eso que con su religión se ufanan de decir “no robarás”).

Robaron a manos llenas; sus galeones hacían viaje tras viaje cargados de todo metal precioso que se encontrara acá; era tanta la bonanza que hasta el imperio británico se benefició de saquear a los saqueadores (lero lero). Consta en registros del Archivo de Indias (http://www.mcu.es/ccbae/es/inicio/inicio.cmd)  que solamente entre el año 1503 y el año 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro (tengo la jeta redonda de decir oro) y 16 millones de kilos de plata (eso es más plata que la que ofrece “quién quiere ser millonario”, en serio).

Eso es mucho platonononón ole! Entonces, pues yo me imaginaría que Europa y sobre todo España, de la que un rey se ufanaba en decir que “no conocía la puesta del sol”, deberían ser un dechado de virtudes, una nueva Atenas, un continente utópico salido de los mejores cuentos infantiles; que sus calles deberían estar al menos bañadas en plata (no de gente pidiendo plata), deberían levitar con su elevada tecnología pos renacentista (la vaina es que los chinos no habían inventado más para que se lo robaran) sus fuentes deberían emanar leche y miel y que todos sus habitantes deberían vivir en la gloria, en una sociedad perfecta solo violentada por algunos “sudacas” que llegan a aprovecharse de la bondad infinita de estos seres iluminados que convirtieron a todo un continente en una provincia de esclavos. Que sus gobiernos estarían repartiendo a manos llenas al menos los intereses de tan gentil préstamo que tomaron de los indios (ah, porque cuando es plata, ahí si no les importa la procedencia “sudaca”).

Pero en estos días, me llegan amargas noticias de ese amable continente, de ese querido país de los chorizos y las corridas de toros: que están en la ruina… “Me cago en la ostia!” solo alcancé a murmurar, “par diez” (otra referencia: Par Diez es una palabra “prestada” del Francés, que en esa lengua se dice “Par Dieu”), qué será lo que habrá pasado con los caballeros hidalgos? Será acaso que se bebieron la platica del arriendo? Será que se los gastaron en “gilipolleces”? Será que no son tan hábiles prestamistas como pensaban? Será que alguien les está cobrando la deuda que nunca dijeron contraer con América?

Muchachos juerguistas ellos, que dilapidaron todo ese dinero, qué hicieron y deshicieron con ese dinero mal habido? por eso dicen que “lo que por agua llega, se lo roban los ingleses”. Por eso, ese continente que solo ha albergado peleas, matanzas y guerras sangrientas, ahora se ha sumido nuevamente en la desesperación, vendiendo hasta los calzones a China (lero lero); buscando plata de debajo de las piedras para pagarse a sí mismos, para cerrarse el hueco… fiscal que tienen.

Siempre Europa había tenido la solución a la mano para cualquier tipo de crisis financiera: ir a matar gente y conquistar pueblos y saquear villas, armados con espadas, cruces y papas guerreros, pero, como en todo buen negocio, ya les salió competencia, y por ello no pueden pasear con sus armadas invencibles tan campantes (como el Mio Cid Campeador), porque un país de esos que no alcanzaron a robar (se les dijo que cojan todo…) ahora tiene las riendas del planeta; ahora esos “gringos” se cogieron todo el pastel y los tienen a los pobres europeos, a las pobres “viejecitas” sin nadita que comer… Porque sus eternos aliados y hermanos, los “Gentleman”  también les secundan todo, en aras de ver como nuevamente Europa continental se destruye a sí misma, para luego volver a prestarles plata con altos intereses para reconstruir sus ejércitos, y así, seguir en el mismo círculo vicioso (lero lero).

Pero no desesperéis, mundo que pareciera que va a convertirse en otro “tercer mundo”, que de alguna manera los latinos, estos sudacas que tanto desprecian también están en crisis, pero al menos tenemos que comer, y bastante, en este continente de orates e indios, en este continente que se levantará cada mañana a pescar en sus grandes mares, cosechar en sus extensas tierras y aprovechar su propia biodiversidad; y muy posiblemente también les volveremos a prestar, pero como ahora si sabemos matemáticas, como ya conocemos a Baldor (el primer terrorista del oriente medio, de esos absurdos países creadores del Álgebra y la poligamia), sabremos cómo utilizar el interés compuesto.

Pobre viejecita, mil años más para ti y para tus pueblos compungidos… Europeo, amigo, el indio está contigo!

P.D.: Tampoco es hablar por la herida camaradas socio-europeos! Acá también tenemos nuestros problemas de liquidez. Es solo un pequeñísimo recorderis de la historia nuestra… y eso que no metí a la negra en este paseo: a África, a esa pobre mujer que han violado como han querido, que han robado y ultrajado hasta más no poder.

Otra: Ahora que el mundo anda con su moda verde de reducción de CO2 y todos esos deliciosos ardides para que otros países no salgan de la pobreza, solo les canto a todos aquellos que quieren negarle su tiempo de crecimiento a la pobre África: “No le pegue a la negra”, déjenlos salir de la esclavitud perpetua!

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